Todo comienza con una jovencita que desea con todas sus fuerzas obtener determinado puesto de trabajo. El puesto es para laborar dentro de El círculo, una empresa que promueve una idea muy particular: que no exista la privacidad. La institución aboga porque todas las personas de este mundo sepan qué correos y qué llamadas escriben y hacen, respectivamente, los políticos, los presidentes… pero también el vecino de la esquina con el que nunca has hablado. Si está en la red social de El círculo, entonces verás toda su vida.
Y… es obligado estar en la red social de El círculo. Todos los ciudadanos tienen acceso a todo lo que escriben, dicen y hacen los demás. Otro detalle: hay cámaras en todas las esquinas del mundo. De manera que ninguna persona puede, nunca más, ocultarse.
El Círculo está basado en la novela de culto de Dave Eggers, que resultó un bestseller. La cinta está dirigida por James Ponsoldt (El último Tour, Aquí y Ahora, Tocando fondo).
¿Recuerdan 1984? Obviamente no estoy hablando del año. Me refiero tanto al libro del escritor George Orwell como a la cinta que este inspiró, esa versión de 1956 dirigida por Michael Anderson y basada en la novela homónima.
1984 muestra un mundo distópico en el que se introducen, por primera vez, los conceptos del Gran Hermano, que no era más que alguien que te vigilaba todo el tiempo. Esa novela muestra a una sociedad en donde se manipula la información y se practica la vigilancia de cada persona y la represión de todo aquel que piense diferente.
No hay que ser un analista para detectar paralelismos entre el mundo de 1984 y ciertos caminos que comienzan a vivir algunas de nuestras sociedades actuales. No lo digo yo: el término orwelliano es hoy conocido para representar a los regímenes que quieren tener el control de todos sus individuos… también llamados regímenes totalitaristas.
En fin. La novela fue un bestseller del siglo XX. Esta novela, Un mundo feliz (Brave new world es el título original), de Aldous Huxley, y Fahrenheit 451, de Ray Bradbury (publicada en el año 1953) conforman la trilogía de las distopías del siglo XX.
En el siglo XXI también se muestran mundos distópicos. El Círculo es una muestra de ello. Narra la realidad de un universo donde el ser humano nace con el derecho de conocer y dirigir la vida del Otro.
Pero. Si tan solo los cuestionamientos éticos de El Círculo estuvieran bien planteados… Solo que ni las subtramas de la cinta ni el mismo meollo del asunto, sobre si es ético o no violar la privacidad de un individuo, son resueltos enteramente. Y apenas el espectador se da cuenta de que todos los planteamientos del filme quedarán inconclusos y sin valoración pierde respeto por el guión de la película y el filme cae de lo que hubiera podido ser un taquillazo de proporciones épicas al escalón de cine comercial. Nada más que eso.
El Círculo está hablando de un futuro que pudiera estar a la vuelta de la esquina. Vivimos en una sociedad en la que estamos todos —algunos más que otros— conectados a una red social que se nos observa y detalla… Pudiera ser cuestión de tiempo para que la situación de la cinta se vuelva realidad del ser humano… Pero El Círculo prefiere no meterse en esa camisa de once varas.
Si el personaje de Tom Hanks habla de observar las 24 horas del comportamiento del Otro, hay aplausos. Si plantea que la privacidad es cosa obsoleta y superada y que todo el mundo tiene derecho a saber si estás chateando con alguien, si vas al baño o si, incluso, estás teniendo sexo en ese momento, hay muchísimos aplausos.
Eso es lo que hace James Ponsoldt con lo que hubiera podido ser una cinta legendaria. Y no ayuda que el personaje de Emma Watson esté insípido y lastimoso. Su cara no parece ponerse de acuerdo sobre si está o no a favor de que el mundo conozca cada vez que ella bosteza.
Resumiendo, El Círculo nace como idea interesante. Una parábola inteligente de un camino que pudiera tener el mundo actual, tan sumergido en Internet y las redes sociales… pero a mitad del trayecto el potencial de la cinta va en caída y se nos queda mero entretenimiento. Como si al guión no le interesara aprovechar las emocionantes perspectivas que su argumento prometía. Es por eso que El Círculo (2017) deviene una de esas cintas cuyo único motivo es el momentáneo entretenimiento, una cinta que se olvida a los pocos días de visionarse.
Aram Joao Mestre León
18/7/17 9:27
Yo esperaba que el personaje de Emma Watson detuviera el dominio de esa empresa pero al final solo expuso las cuentas bancarias del director y mantuvo la vigilancia del mundo a través de las cámaras, ni siquiera vengó la muerte de su amigo.
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