La vida se acaba justo cuando se acaba el último suspiro. No antes.
Miremos a Morgan Freeman, que tiene más de ochenta años y sigue protagonizando filmes con relativo éxito, para percatarnos de que después de los ochenta años… la vida recién comienza.
En Just getting started (2017), Morgan Freeman y Tommy Lee Jones (similar edad) son los protagonistas de una comedia norteamericana. Muy light, muy de “vamos a pasar una agradable tarde de domingo en familia”. Sobre todo si la familia incluye a personas de la tercera y cuarta generación.
El argumento es de comedia: un ex agente del FBI y un ex abogado de la mafia que está en protección de testigos se enamoran de la misma mujer. Eso, unido a la persecución de mafiosos en la que se ven metidos ambos, hace que tengan que dejar a un lado sus diferencias para poder sobrevivir.
Just getting started —Esto solo empieza es su título en español— es la primera película escrita y dirigida por Ron Shelton en más de una década. Él es un director que tuvo grandes éxitos, de los que ahora casi nadie se acuerda, como por ejemplo, aquella cinta protagonizada por Susan Sarandon y Kevin Costner que se llamó Los búfalos de Durham, que fue una cinta que recaudó 50 millones con un presupuesto de nueve. Y ahora regresa, en sus ochenta y tantos, a filmar una película dedicada a sus contemporáneos. Solo que no tiene intenciones de hacer cine de calidad.
Just Getting Started (2017) no es película que le haga sombra a Los búfalos de Durham (1988). El principal problema es que nunca acaba de arrancar.
El filme transcurre en un retiro para personas de la tercera edad en Palms Springs. Duke (Morgan Freeman) es un líder de grupo importante en esa comunidad y tiene un grupo de mujeres —bastante parecido a un harén—- que están dispuestas a tener sexo con él. Pero sin los celos ni la posesión que pudiera esperarse de alguien inmaduro. De hecho, los vínculos interpersonales que se muestran en la película llaman la atención por la cabalidad y responsabilidad con que se asumen.
Por lo demás, es un filme sin expectativas que hará que pases unos noventa y un minutos de entretenimiento en la pantalla y luego te den ganas de tomarte un cafecito y olvidarte de todo el asunto de Palm Spring. Una vez que la cafetera cuele, se te va a olvidar preguntarte a ti mismo si esta es o no la última película de Morgan Freeman. Lo que sí puede que te quede la sensación de que tu vida, hoy —tengas la edad que tengas— solo empieza.
J0ck3R
24/4/18 10:56
esta peli la vi hace un mes y no m gusto para nada, entre q me dolio y m molesto ver a tan buenos actores en plan vamos a hacer esta peli xq el condominio o la mansion no c va a pagar sola, realmente me hizo poca gracia
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