En medio de la invasión nazi, en la Segunda Guerra Mundial, un matrimonio polaco dueño de un zoológico salva la vida a cientos de judíos. Más o menos el mismo argumento de La lista de Schindler (Spielberg, 1993), pero con algunas diferencias sustanciales.
Lo más interesante de la cinta La casa de la esperanza, basada en hechos reales, es cómo los esposos Jan (Johan Heldenbergh) y Antonina Zabinski (Jessica Chastain), responsables del zoo de Varsovia, logran salvar a casi trescientos judíos. En el cómo lo hacen reside el interés que despierta la cinta.
Resulta que el matrimonio le oferta a los nazis la posibilidad de alimentar a sus tropas con cerdos. Como eran tiempos de guerra y la carne no abundaba, los nazis aceptan. El matrimonio empieza entonces a criar cerdos en las celdas donde estaban los animales de su zoológico. Animales que los nazis mataron el primer día que llegaron a Varsovia.
Todos los días, el matrimonio iba al barrio judío. Sacaba de los latones de basura de allí la comida para los cerdos. Pero. Dentro de los tanques de comida escondían judíos. Los protegían de la vista de los alemanes con los restos de comida con la que luego daban de comer a los puercos.
Todo ocurría bajo las narices de los nazis, que tenían parte de su armamento guardado en el mismo zoológico que servía para salvaguardar de su mirada peligrosa a los judíos.
La película tiene una historia muy humanista que en manos de un gran director hubiera sido una obra maestra. Pero la dirige la realizadora neozelandesa Niki Caro, que se limita a tratar de contentar a la productora y protagonista de la cinta, Jessica Chastain. Conclusión, el filme termina por ser apenas un pretexto para el lucimiento de la actriz.
La estética del filme, que es de lujo, concluye, entre tanto plano dedicado a la belleza de Jessica Chastain, produciendo lo único que nunca debiera hacer sentir una película que gire en torno al holocausto: indiferencia.
El tratamiento del tema recuerda demasiado a La lista de Schindler (1993) como para que La casa de la esperanza salga bien parada de la comparación implícita que se establece. Para nada tiene esta cinta las peripecias morales, la intriga y el estremecimiento humano que provoca el clásico de Spielberg.
La casa de la esperanza es una cinta muy edulcorada, que adorna las bombas y las muertes de los animales y judíos con secuencias de piano y con los distintos peinados que mantiene —impecable— Jessica Chastain. Por su parte, Daniel Brühl se ve incoherente en el filme, como si no entendiera bien si dar lástima o rabia.
Una cinta desperdiciada, que se atreve apenas esbozar los elementos que giran en torno al holocausto, y que halaga tanto a la Zoología que a ratos más parece dedicada a los amantes de esta ciencia que a cualquier otro tema.
vangelys
15/11/17 22:58
Lo que toca el rey Midas ¨Spielberg¨ siempre marca la diferencia es increible aun cuando aparece de productor en una peli....su huella es transparente..sabes que esta presente por que su pincelada se impone..por eso a veces como dices Diana vemos una peli y decimos si la hubiera realizado este director o aquel...el resultado seria diferente......gracias como siempre por tu regalo de cine.......y me alegra que cada dia tengas mas espacios en la prensa digital......no te canses de escribir que ya tienes tu publico en la redes........
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