La mayor parte de la producción audiovisual cubana en los últimos años padece de Habana-centrismo. Cuba es amplia y diversos son sus personajes y entornos. Pero el cine de la Isla no suele mostrarlo; suele centrarse en historias capitalinas.
De ahí el primer mérito de Café amargo, primera obra de ficción de Rigoberto Jiménez: En la Cuba de los años cincuenta, cuatro hermanas jóvenes viven solitarias en una finca inhóspita en el medio de la Sierra Maestra. Acostumbradas a estar solas, la presencia repentina de un joven cambiará sus estados de ánimo y comportamientos habituales.
Café amargo, que en principio se llamó Al borde del río, obtuvo el premio en la primera convocatoria de Haciendo Cine de la Muestra Joven ICAIC. La idea se le ocurrió a su realizador a partir del documental que hizo para la Televisión Serrana. En el mismo trataba la vida de cuatro hermanas que vivían alejadas de todo vínculo citadino; subsistían en el medio de la Sierra Maestra, por decisión propia, aisladas de todo contacto con la civilización.
Así, Café amargo tiene como palestra a la Sierra Maestra y como centro de esta a la mujer, pero no a la que acostumbra mostrar el cine cubano de las últimas décadas, sino a una mujer rural, con infinitas carencias, con aspiraciones y anhelos que difieren bastante del universo citadino, casi siempre lleno de lugares comunes y estereotipos.
El guión fue escrito por Arturo Arango y Xenia Rivery y para su producción, de forma independiente, contó con el apoyo de la Televisión Serrana, la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños, el Centro Martin Luther King y el ICAIC.
Café amargo tiene en los roles protagónicos a cuatro jóvenes granmenses: Yudexi de la Torre, Yunia Jerez, Janet Batista y Venecia Lanz, todas nominadas a los Premios Caricatos 2015 en la modalidad de actuación.
También integran el elenco el joven actor Carlos Alberto Méndez, así como las actrices Adela Legrá, Oneida Hernández, Mirelys Echenique y Coralia Veloz.
Otro de los méritos de la cinta es revelar la belleza de los campos cubanos y sus pobladores. Según ha reiterado Rigoberto Jiménez en diversas declaraciones a la prensa, entre los objetivos de esta película está dar a conocer la importancia de la toma de decisiones y cómo el ser humano es capaz de escoger la soledad por convicción.
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24/2/16 12:35
seras amor un largo adios que no se acaba
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24/2/16 12:23
lo bueno del cafe amargo, que buen titulo
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