lunes, 23 de septiembre de 2024

Pescadores de nubes

Según el Informe sobre Desarrollo de los Recursos Hídricos 2015, si todo sigue igual para el 2030, habrá un déficit global de agua del 40 %...

Linet Perera Negrín en Exclusivo 12/07/2015
2 comentarios

La Organización de Naciones Unidas alerta continuamente sobre la enorme escasez de agua a la que se enfrenta la humanidad. Su Informe sobre Desarrollo de los Recursos Hídricos 2015, destaca que si todo sigue igual para el 2030, una fecha no tan lejana, habrá un déficit global de agua del 40 %.

De igual manera, el documento subraya que todavía hay en el mundo 748 millones de personas que no tienen acceso a fuentes de agua no contaminadas.

El agua, un elemento indispensable para la vida y cualquiera de las actividades humanas (economía, agricultura, salud y medio ambiente), experimenta una demanda creciente de una población cada vez más numerosa.

Por lo tanto, la búsqueda de alternativas más allá de su manejo adecuado -una acción necesaria también-, debe ir orientada a nuevas fórmulas o técnicas para aprovechar mejor los recursos hidráulicos.

En este contexto, uno de los últimos experimentos es “cosechar la niebla”. Con lugares en los que no llueve casi nunca, montañas o zonas costeras donde es difícil hallar agua para el consumo o la agricultura, pero la niebla se produce todos los días, atrapar esa agua flotante podría ser una solución.

Desde hace algunas décadas, investigadores de varios países han estado desarrollando atrapanieblas. En Alemania, la Fundación Agua, en conjunto con la Universidad de München, crearon tras varios años de pruebas y diferentes materiales un sistema atrapaniebla de máxima eficiencia: el “Cloud Fisher” (pescador de nubes).

El modelo, que podría abastecer a países de numerosas regiones, es bastante simple: una combinación de mallas de polietileno sostenidas por tubos de acero inoxidable como grandes paneles.

Su construcción es muy sencilla porque solo se necesitan dos herramientas comunes para su montaje y su mantenimiento. Además, no requiere de energía para su funcionamiento.

El nuevo material, que resiste vientos de hasta 120 kilómetros por hora, tiene una estructura parecida a una telaraña. Se coloca como una especie de pared a la niebla, que asciende con la noche. En ella se depositan minúsculas moléculas de agua, que van formando gotas. Las propiedades del material hacen que escurran muy rápido hacia un colector que está abajo.

Según experimentos, el  sistema logra recolectar hasta un 50% más que los antiguos atrapaniebla.

El Cloud Fisher recoge diariamente entre cuatro y catorce litros de agua por metro cuadrado de superficie. Un módulo puede proporcionar entre 36 y 126 litros de agua al día. Sus resultados dependen de la región y la época del año.

Una cualidad muy importante en este proyecto es que el agua recolectada es potable debido al tipo de material. Por tanto, el agua es potable, sin necesidad de tratamiento.

La Fundación Agua explica la existencia de algunos lugares que reúnen las condiciones ideales para este sistema. Es decir, las regiones que están cercanas a la costa con alto ingreso de neblina.

Por ejemplo, Chile, Colombia, Perú, España, algunos sitios de Norteamérica, Sudáfrica, Australia, Etiopía, Eritrea, Irán, Marruecos, Namibia, Omán y Nepal.

Precisamente, en Chile los atrapanieblas son utilizados desde hace más de cuatro décadas y en ciudades como Lima, Namibia y Omán se han puesto en práctica recientemente estos instrumentos.

Uno de sus problemas eran los efectos del sol y el viento, que provocaban que los tejidos habituales se rompieran rápidamente.  Por tanto, en algunos países donde se instalaban los atrapanieblas,  sus ciudadanos no tenían los medios para probar otros materiales.

Sin embargo, los científicos alemanes destacaron que el Cloud Fisher presenta grandes mejoras tecnológicas: es más eficiente y resistente.

La experiencia de la institución alemana “cosechando niebla” abre un mundo de posibilidades para aquellas zonas donde se hace casi imposible encontrar agua.

En este contexto, la Fundación Agua comercializa el Cloud Fisher para el riego de viñedos y otras actividades. Así reúne fondos para más proyectos de este tipo en zonas necesitadas de América Latina o África.

Sin dudas, los pescadores de nubes son una buena alternativa a la escasez de agua. Un proyecto que debe estar acompañado de estrategias de conservación, programas contra su uso indiscriminado, políticas gubernamentales y conciencia ciudadana.


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Linet Perera Negrín

Se han publicado 2 comentarios


Montelio Morales
 30/7/15 12:38

No hay dudas que ante el creciente deficit de agua que estamos afrontando a nivel mundial hay que considerar todas las posibilidades, esta idea sin dudas: Puede Salvar Vidas.

Lucia
 16/7/15 18:13

Es un tema muy interesante, no sabía que existían este tipo de alternativas para un problema tan grave como la sequía. Este trabajo es muy interesante por abordar este tipo de temas desconocidos, pero importantes por el gran impacto que pueden tener estos instrumentos.

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