Divergente: Donde una chica corre 80 km por hora (+Trailer)

Basado en un best seller juvenil de la escritora Verónica Roth, Divergente es la adaptación al cine de la primera parte de una trilogía que se completará con Insurgente, en el año 2015, y Lealtad, en el 2016. Tanto en la obra literaria como en su adaptación cinematográfica, la protagonista es una linda y capaz adolescente que lucha por sobrevivir en el distópico mundo que le rodea.

Copiando algunas fórmulas no muy secretas de Los juegos del hambre, cinta también basada en un best seller (escrito por Suzanne Collins), Divergente, dirigido por Neil Burger (director de El ilusionista, 2006 y Sin límites, 2011), propone un filme de ciencia-ficción -con cierta dosis de acción y romance- dirigido especialmente al público adolescente femenino.

La historia de Divergente (Divergent en su título original) se desarrolla en un mundo en el que, para garantizar la paz y la armonía de la sociedad, el gobierno agrupa a las personas de acuerdo a una característica de su personalidad. Así, esta sociedad está dividida en cinco grupos. Verdad (para los que tenga inclinación por la sinceridad), Abnegación (para los altruistas), Osadía (para los valientes), Cordialidad (para los pacíficos) y Erudición (para los inteligentes). Dado que ya ha cumplido los 16 años, Shailene Woodley (Beatrice), la protagonista de la película, tiene que elegir a qué grupo quiere pertenecer.

Este argumento –que en ciertos puntos recuerda la manera en que estaban catalogados los Pitufos, o los mismísimos enanos de Blancanieves- exige que se pase por alto demasiados cuestionamientos. ¿Por qué una persona no puede manifestar más de una cualidad a la vez? Si eres cordial y osado, o abnegado y sincero, representas un peligro para la sociedad y el gobierno te mata. Se simplifican las cualidades de las personas hasta el máximo, hasta el punto de convertirlos en pitufos: ¿Podía un pitufo ser a la vez fortachón y bromista? No, o era Pitufo Fortachón o era Pitufo Bromista.

Así, cuando Tris descubre que es divergente, -según las definiciones de la película, que tiene más de un rasgo predominante en su personalidad-, debe ocultarlo, a pena de que el gobierno decida matarla. Un silogismo un poco endeble, pero que Burger apenas se molesta en apuntalar, tan preocupado como está en mantener la tensión sexual entre la protagonista y el actor británico Theo James (Four).

Y este no es el único aspecto cuestionable de la adaptación cinematográfica. El filme subsiste por entero resentido de la credibilidad más nimia. Para empezar, la acción de la cinta transcurre en un futuro ilógico, donde los ferrocarriles no tienen estaciones, y los trenes no se detienen nunca, lo que obliga a la gente a correr a su misma velocidad -¿ochenta kilómetros por hora?- para abordarlos. Hasta Kate Winslet –supuesta villana sin escrúpulosde la cinta- se comporta demasiado amable, y no resulta ni siquiera amenazante.

Si bien es difícil dejar a un lago la cuestión de la verosimilitud del filme, -el eje argumental no se sostiene- si se logra se puede disfrutar de Divergente como lo que es: una correcta cinta de pura evasión y entretenimiento.

Neil Burger recrea con oficio la ambientación del filme, -el uso de la luz y las sombras en la sede de Osadía contrasta con los locales de Abnegación y Erudición-, y crea unas escenas visualmente poderosas (como aquellas de los saltos desde el tren en marcha).

Lástima que este director estadounidense no haya tenido interés por identificar al espectador con la denuncia social que tiene implícita la película. Divergente es, a grandes rasgos, -y tan solo- un filme que versa sobre la búsqueda de identidadde una adolescente.