domingo, 22 de septiembre de 2024

Duaba: la odisea de contar la historia

Una de las mejores series televisivas transmitida en los últimos tiempos...

Giselle Morales Rodríguez en The Guardian 29/11/2013
4 comentarios
Duaba_Odisea del Honor
Una de las escenas de Duaba, la odisea del honor.

En este punto de la narración televisiva, ya muerto sin remedio Flor Crombet y Antonio Maceo escapando milagrosamente, una y otra vez, de los indios de Yateras; en este punto de la historia bien sé que no conseguiré escribir sobre Duaba, la odisea del Honor sin que se me note el deslumbramiento.

Era de esperar. De hecho, me preparé para el deslumbramiento: aguardé con paciencia de asceta a que terminara la insípida programación de verano —que, para mí, fue más de lo mismo—, sacudí cualquier distracción posible de esa media hora de los sábados y me dispuse a disfrutar de la teleserie histórica con la seguridad de que una producción de semejante envergadura, dirigida por Roly Peña y con guion de Eduardo Vázquez, no podía resultar sino una obra maestra.

Cierto es que tuvo el respaldo financiero del Instituto Cubano de Radio y Televisión, del Ministerio de Cultura y las Fuerzas Armadas Revolucionarias, una tríada para nada desdeñable; que se filmó en las locaciones reales, viajes a Costa Rica mediante o a los más recónditos parajes de Oriente, y que no se escatimó en recursos para ambientaciones de época o artilugios de posproducción; pero tampoco sería la primera vez en Cuba que un apuntalamiento similar en las manos equivocadas terminara en una producción audiovisual de vuelo estético cuestionable. En Duaba…, por suerte para el espectador, se impuso el talento.

El guion, sustentado en una profusa indagación histórica, no se limita al relato anecdótico o la entrevista a expertos —resortes tan manidos en nuestras vueltas al pasado—, sino que construye una realidad en varios planos temporales que se yuxtaponen, se bifurcan y vienen a convergir en un propósito ulterior: la interpretación de la historia como lo que en verdad es, una epopeya de trascendencia nacional que se origina en un amasijo de relaciones a escala humana.

Y es que lo mejor de Duaba…, más allá de los impecables tiros de cámara, la selección de un elenco que acentúa la verosimilitud gracias al parecido físico y al no estar “quemado” en la televisión nacional; más allá, incluso, del desempeño atinado y coherente de la mayoría de los actores, lo que habremos de agradecerle siempre a este docudrama es la osadía de mostrarnos a aquellos hombres en sus circunstancias; de llevar a escena, junto al heroísmo que ensalzan los libros de Historia, las desavenencias de carácter y criterio que suelen soslayar los defensores a ultranza de la unidad monolítica del proceso.

Tal vez la culpa no la tengan los libros de Historia, porque tan publicados están los manuales que apenas esbozan causas y consecuencias como los apuntes de los generales y sus jefes de Estado Mayor, en los cuales se narran combates y escaramuzas personales con similar lujo de detalles.

La culpa debe caer como un mazazo sobre los enfoques reduccionistas que terminan haciéndonos creer en la absoluta bondad de los buenos y la perversión del bando malo, un pecado capital que impide valorar en su justa medida a las personalidades históricas y del que, por suerte, se ha salvado Duaba.

El José Maceo que nos presenta Roly Peña no es exactamente un dechado de virtudes, sino un oficial violento e irascible que estuvo a punto de batirse a duelo con Flor Crombet por un lío de faldas mientras vivían en el exilio y que, no obstante los rencores de antaño, aceptó subordinársele durante la expedición que los traería a ambos y a Antonio Maceo a las costas de Oriente. Tampoco es un general manso el Titán de Bronce que recibe a Martí en Costa Rica con suspicacia y sobre quien, una vez en los campos de Cuba libre, escribiría el Apóstol en su diario de campaña: “Me habla cortándome las palabras (…). Lo quiero, me dice, menos de lo que lo quería”.

Aún está por verse si Duaba… llegará a narrar las páginas oscuras de La Mejorana, si conseguirá desgranar las razones inmanentes de aquella tirantez y cómo conciliará la postura de Maceo con la de Martí. Sería, en definitiva, lo de menos. Que la serie haya sorteado, como los expedicionarios de la goleta Honor, los riscos y desfiladeros de nuestro pasado para devolvernos una odisea casi perdida en el mare mágnum de fechas e interpretaciones maniqueas sobre la Cuba de ayer me parece, sin dudas, más que suficiente.


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Giselle Morales Rodríguez

Se han publicado 4 comentarios


Mayra
 5/12/13 8:11

Duaba: la odisea... es una serie muy interesante pues aborda pasajes de nuestra historia patria casi desconocida por los cubanos, deberían seguir haciendo series como esta para el bien de todos.

Alexander
 3/12/13 14:57

Considero que este serial es muy importante no solo para saber lo que verdadeamente ocurrió con Antonio Maceo sino para que los jovenes que están entre los 10 y 20 años de esdad conoscan lo que sucedio. además se puede tener este material como medio de enseñanza para todos los estudiantes. ahora considero que más que se va narrando debía haber más dialos entre los actores para que pudiera considero yo llegarle aún más a todos los televidentes.

Guisver Rolando
 2/12/13 16:31

La verdad que esta muy instrutivo, nos da a conocer mas de cerca la figura de los Maceos y otros grandes patriotas, mas que eso nos cuenta con lujos de detalles cosas que desconociamos de nuestra propia historia, creo que deben de reflexionar y editar nuevos libros de historia donde argumenten y fundamenten mas sobre el pasado de nuestra lucha de indepedencia... felicidades a los relizadores y todo el que hizo posible la realización de este programa.

cubanum
 29/11/13 15:27

Hurra por Duaba, la Odisea del... Conozco varios amigos, que aunque están peleados con los documentales de la historia de Cuba, por las mismas cosas de siempre, que ahora se han enganchados con esta Serie. Mi propio sobrino de 12 años, que no tiene mucha paciencia para con la TV sino hay mucha acción, está esperando los sábados este programa.

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