El regreso de TelArte a las pasarelas cubanas

Con grandes expectativas se espera el comienzo de la XXIV Feria Internacional de Artesanía (Fiart) 2022 luego del receso inevitable que trajo la pandemia de la Covid-19. Del 10 al 20 de diciembre, con el lema Arte, utilidad y oficio, la fiesta de la artesanía cubana vuelve al recinto ferial Pabexpo y suma como sede la Estación Cultural de Línea y 18, ya utilizada en otros tipos de expo ventas por el Fondo Cubano de Bienes Culturales (FCBC).

Según ha anunciado Martha Ibis Sánchez Ortiz, directora adjunta del FCBC y vicepresidenta del evento, se entregará nuevamente el reconocimiento Por la obra de la vida y como elementos novedosos, en relación con ediciones anteriores, la feria se dedica al reciclaje. En ese sentido se podrán encontrar productos llamados de segunda oportunidad.

Uno de los platos fuertes de Fiart son las actividades del programa cultural, con el estreno del documental Sosabravo. Su cuarta dimensión, de la realizadora Teresita Huerta; muestras de artes escénicas, música, artes visuales, aplicadas y diseño, donde se incluyen las pasarelas tan gustadas por el público, a cargo de reconocidos diseñadores como Maya Sierra, Annia Ferrer y Jesús Frías (Chuchy), con su proyecto Fresco.

Sin dudas, uno de los momentos más esperados será la pasarela del proyecto TelArte, prevista para el 17 de diciembre, a las tres de la tarde, poco antes de la clausura y premiación a los mejores productos y stands.

UNA INVERSIÓN PARA PENSAR COMO PAÍS

Del 14 al 24 de julio se celebró la XIII edición del evento de la moda Exuberarte, en la ciudad de Santa Clara. El FCBC anunciaba entonces la revitalización del proyecto TelArte.

En encadenamiento productivo con el Combinado Textil Desembarco del Granma, de Villa Clara, se lograron reproducir 21 diseños en telas y fueron recuperados viejos rodillos de Manuel Mendive, Tomás Sánchez, Frómeta, Jesulín, del proyecto Arteylla y Jorge Félix Díaz Urquiza “JotaF”. De igual manera se hicieron nuevos diseños de Oscar de la Portilla y Obniel García Manresa, con su proyecto Manos.

En Exuberarte se presentó la colección Mareas, sobre un Telarte de Mendive y su recreación de la simbología mágico-religiosa afrocubana en estampados, mientras que los diseñadores matanceros Alexander Rodríguez Castellanos y Juan Carlos Jiménez Huerta, estrenaron su colección Étnica Atemporal, inspirada en un Telarte de JotaF, donde se recrean elementos precolombinos. Esta última colección estuvo presente también en la Feria Arte en La Rampa, del Pabellón Cuba.

En su perfil de Facebook, Gisela Herrero García, directora de la Oficina Nacional de Diseño, calificó este desfile de modas del Pabellón como una muestra de creatividad, buen gusto, autoctonía y diversidad. “Esa es la ropa que debiera desbordar las calles cubanas. Esa es la manera de vestirnos, tan nuestra como nosotros mismos”, dijo.

El proyecto TelArte tuvo su génesis en los años 80 y fue una experiencia singular, auspiciada por el Centro de Desarrollo de las Artes Visuales y el FCBC. Al decir del crítico de arte Toni Piñera, logró “desarrollar la plástica, más allá de los estrechos límites de la galería y el museo para llevarla al seno del pueblo”, multiplicar las obras de los creadores cubanos “en estampados textiles y prolongar así su existencia en la industria, el hogar y en la calle”, como forma de arte en movimiento.

Al respecto reflexionó en su perfil de Facebook Chuchy, quien ha sido el máximo impulsor de este rescate de TelArte: “Los textiles utilizados como soportes de los estampados, por si solos, no tenían un valor comercial de importancia. La incorporación de los estampados fue lo que le aportó el valor agregado necesario para valorizar las telas”.

El diseñador y arquitecto, quien por muchos años dirigiera el desaparecido Taller Escuela Experimental de Diseño, acotó en otro momento a manera de recomendación:

“Retomar su producción nacional, amén de las materias primas, es factible, porque se cuenta con la tecnología necesaria. La nueva inversión estaría en la tecnología de impresión, la cual deberá ofrecer amplias posibilidades contemporáneas para trabajar. Creo que es posible encontrar mercado para estas telas en el entorno caribeño y latinoamericano, o en regiones de igual posición geográfica, por sus bondades bioclimáticas y su comunidad de identidades”.

Chuchy terminó haciendo un llamado al Ministerio de Cultura para retomar la “feliz y probada experiencia y compulsar a otras organizaciones para que podamos lograrlo. Pensar como país es también unidad”, concluyó.