Grandes expectativas trajo la XXIV Feria Internacional de Artesanía (Fiart 2022) después de la pausa impuesta por la pandemia de la Covid-19. Aunque originalmente estaba planificada entre el 10 y el 20 de diciembre en Pabexpo y la Estación Cultural de Línea y 18, el evento organizado por el Fondo Cubano de Bienes Culturales (FCBC) se extendió hasta el día 22, en la primera sede, y hasta el 28, en el nuevo recinto ferial vedadense.
Durante la apertura de Fiart se entregó el Premio por la obra de la vida. Asimismo, tuvo lugar una ronda de negocios y el evento teórico “Cultura, creatividad e innovación, agentes para el desarrollo sostenible”.
Como novedad se organizaron ferias comerciales en varias comunidades en transformación mientras regresaron a Pabexpo los anhelados desfiles de modas, en esta ocasión a cargo de Maya Sierra, Annia Ferrer, Jesús Frías (Chuchi) y el Proyecto FresKo.
Precisamente en Pabexpo conversamos con la diseñadora Alicia Soto, una de las representantes del Proyecto FresKo que mostró en su pasarela sayas elaboradas con el tejido conocido como guinga. Según la creativa, estas prendas tuvieron gran aceptación por sus diseños y el uso de telas apropiadas para el clima tropical.
Soto advirtió que este proyecto intenta vender nostalgias al rescatar la memoria de la década de los 80 en Cuba. En ese sentido, alude a la vida analógica, a través de pulóveres y bolsas con los personajes del animado polaco Bolek y Lolek, y el lobo y la liebre del ruso Deja que te coja.
La diseñadora indicó que esos y otros productos se pueden encontrar en el segundo piso de los almacenes de San José, en el puerto habanero, donde se ubica la tienda de FresKo y es posible disfrutar de sesiones fotográficas.
Otro de los stands que visitamos en Pabexpo fue el de la Industria de instrumentos musicales “Fernando Ortiz”, del FCBC. Su director, el ingeniero industrial Aldo Peña Díaz comentó que la fábrica está próxima a cumplir 50 años y desde el mes de julio se ha retomado la producción de instrumentos de percusión y de cuerdas. Como resultado de las sinergias con formas de gestión no estatal se han podido incorporar producciones secundarias como atriles y forros para guitarras y otros instrumentos.
En Fiart lanzaron su nueva marca comercial Ashé, un término que proviene de las religiones yorubas y se relaciona con la energía básica del universo, además de contribuir a mantener el equilibrio y el orden. “Con este nombre buscamos la bendición para salir adelante, teniendo en cuenta que dentro de cinco años aspiramos a que el producto líder exportable sean las tumbadoras, tan importantes dentro del folclor cubano”, explicó Peña Díaz.
La Industria radica a una cuadra del Estadio Latinoamericano, en el habanero municipio del Cerro. Allí se comercializan instrumentos musicales, de manera minorista y mayorista, fundamentalmente para las escuelas de arte.
Tanto en Pabexpo como en Línea y 18 encontramos el stand de Tejido Andino, de Perú. Su representante, Luz Hilderique Guadalupe explicó que proviene de Los Andes y que trabaja fundamentalmente con el algodón. Desde el año 2009 ha participado en Fiart y esta vez afirma que tuvieron gran acogida sus abrigos femeninos y masculinos, los conjuntos de blusa y pantalón y la ropa para niños.
ALGUNAS CONSIDERACIONES SOBRE LA FERIA
Según anunció en conferencia de prensa Martha Ibis Sánchez Ortiz, directora adjunta del FCBC y vicepresidenta del evento, precedido por el lema “Arte, utilidad y oficio”, la feria se dedicó al reciclaje y por eso se podrían encontrar productos llamados de segunda oportunidad, algo que en la práctica fue difícil de constatar.
A lo largo de su historia, Fiart se ha caracterizado por ser la mayor fiesta de la artesanía cubana e internacional. Sin embargo, en esta ocasión se le agregó el calificativo de Feria de Regalos. En ese sentido se notó la ausencia de artesanos de todo el país que, tradicionalmente, han estado presentes en estas prestigiosas citas previstas para el último mes de cada año.
En Fiart hubo un incremento de productos industriales, hecho que, en mi opinión, va un poco en detrimento de la esencia de esta feria cuyo propósito siempre ha sido mostrar lo mejor y más representativo de la artesanía nacional y foránea.
Por otra parte, en Pabexpo los clientes encontraron dificultades para acceder al dinero físico en el único cajero automático habilitado y dado que algunos artesanos no aceptaban el pago por transferencias electrónicas las ventas no fueron mayores. Esa situación se dio en menor medida en Línea y 18 donde había menos cantidad de productos, debido a las dimensiones más reducidas de ese espacio.
DENTRO DE LA ESTACIÓN CULTURAL DE LA CALLE LÍNEA
Aunque Fiart se extendió hasta el día 28 no se notó la misma afluencia de público que en otras ferias que realizó el Fondo a lo largo del año 2022. La mayoría de los encuestados coincidieron en que extrañaban a los artesanos de la India, Perú, México y España que en ediciones anteriores eran muy frecuentes en Pabexpo. Algunos usuarios manifestaron que no había suficientes ofertas para los hombres, como camisas y pantalones de salir.
Sonia Valladares, apostó por esta sede porque era más fácil acceder a ella, debido a las dificultades con la transportación en la capital. En general, se sintió satisfecha con la feria, aunque considera que los precios eran excesivos. Para ella, lo más económico fueron los aretes y los juegos de sábanas, pero lamentó que no le hicieran una rebaja a pesar de estar interesada en adquirir varios de estos últimos productos mencionados.
Julián Peralta, viajó desde Marianao hasta El Vedado en dos ocasiones para comprarse un cinto de cuero, de muy buena calidad, y dos pantalones elastizados. “Me hicieron una oferta. Si compraba dos me rebajaban 500 pesos en cada uno. Me salieron los dos pantalones en 9 mil pesos. Trabajo en la empresa Aguas de La Habana y mi salario es menor de 6 mil cup. Esperamos que para la próxima feria los productos sean más económicos para poder comprar más cosas”, dijo.
Por su parte, Mercedes Santos adquirió una sobrecama de color blanco, un llavero y un portaincienso y Carmen Baker fue en busca de mochilas para sus hijas. Ambas encontraron los precios apropiados teniendo en cuenta el reordenamiento económico que enfrenta el país y piden que se mantenga este evento.
En tanto la joven Amanda Pereira confiesa que llegó a la feria con muchas expectativas y no encontró lo que estaba buscando. “Antes había mucho más variedad de zapatos y ahora son pocos. En años anteriores para participar en Fiart los artesanos presentaban su proyecto a un comité de selección. Eso se debe retomar. Faltan productos como las cerámicas esmaltadas de Los Fonte. Se siente la diferencia”.
Geraldine Simpson también extrañó a los expositores extranjeros y a las grandes familias de artesanos cubanos. “He visto muchos productos industriales. La mayoría de las personas buscamos vasos, copas, sábanas, fundas y en mi caso, un abriguito para la niña. Son productos que no se pueden encontrar en otros lugares. Sugiero que haya más artesanía y que no sea la misma que vemos en las tiendas del Fondo durante el resto del año, sino que se muestren productos más especiales, como se hacía antes”.
juan garcía prieto
3/1/23 13:21
MUY A TONO CON LO QUE PARECE HABER SIDO LA FERIA DE ESTE AÑO. CRÍTICO. BUENOS COMENTARIOS DE ENTREVISTADOS Y SUYOS PROPIOS. BUEN REPORTAJE.
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