La Habana respirará cine una vez más

Quien tenga la dicha de vivir o visitar La Habana sabrá que es una capital eminentemente cinematográfica. Semanas de cine extranjero se suceden junto a estrenos nacionales, para deleite de los numerosos amantes del llamado séptimo arte. Pero es en diciembre, durante el ya tradicional Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, cuando verdaderamente la ciudad vibra, resplandece y rebulle inquieta, con la fiebre del celuloide que se apodera de sus habitantes en forma de una leve locura, que encuentra remedio solamente ante la gran pantalla.

La Habana volverá a respirar cine cuando del 5 al 15 de diciembre próximos se inaugure la 35 edición de un evento que ya se ha afincado en la preferencia de cineastas y espectadores y que una vez más demuestra su poder de convocatoria, en su primera versión sin el que fuera su principal artífice e impulsor: Alfredo Guevara.

 LA PRESENCIA INDISCUTIBLE DE ALFREDO

Una de las tareas más difíciles fue cómo pensar, concebir y diseñar un Festival sin y con Alfredo, advirtió Iván Giroud, nuevo director general de la cita, durante una conferencia de prensa celebrada en el Hotel Nacional de Cuba, sede tradicional del certamen.

 “Es innegable su influencia en el pensamiento, la cultura y la cinematografía cubanas. Y descubrimos que aquí también pasaba lo mismo. Nos dimos cuenta de que en cada uno de los eventos que comenzábamos a organizar aparecía Alfredo”.

“Vamos a presentar seis emisiones —restauradas con ayuda del Instituto Nacional del Audiovisual de Francia— del Noticiero ICAIC Latinoamericano, el cual Alfredo tuvo la previsión de crear y apoyar cuando nadie pensaba en la región”.

“Este año celebramos el aniversario 20 de Fresa y Chocolate, estreno en el Festival de La Habana y un suceso que marcó un hito en la historia del evento. Esta obra está en el grupo de las 10 películas que él consideró imprescindibles en la historia del cine mundial, las que se van a proyectar como parte del homenaje especial a su figura”.

“Si pensamos en las exposiciones colaterales, casi en un 90 por ciento fueron concebidas y organizadas por él, entre ellas la exhibición de Servando Cabrera, de quien fue no solo su amigo personal, sino incansable promotor de su legado”.

El Festival y Alfredo son una misma cosa, un ente indivisible, dijo, al tiempo que, aseguró, tratarían de respetar su impronta y continuar la línea de acción y pensamiento de esta gran figura de la cultura cubana y universal.

También recordó a otros realizadores e intelectuales cercanos a la labor de la cita cinematográfica, fallecidos este 2013, entre ellos a Pablo Ramos, Camilo Vives y Daniel Díaz Torres.

 DE NOVEDADES Y PELÍCULAS

 Unos 400 títulos de más de 30 países participan en esta edición 35, que será inaugurada el día 5 en la noche con la proyección de Gloria, del director chileno Sebastián Lelio, aspirante al Coral en la categoría de mejor largometraje de ficción.

La selección en concurso abarca 22 cortos, 21 óperas primas, 30 documentales, 31 animados, 25 guiones inéditos, 33 carteles y 21 largos; este último apartado con dos filmes de directores cubanos: Boccacerías habaneras, de Arturo Sotto y Jirafas, de Enrique Álvarez Martínez.

Estos 35 años obligan a repensar muchas cosas, reflexionó Giroud, al tiempo que anunció cambios en la organización de las proyecciones de cintas, incluidas en el ámbito de la muestra “Latinoamérica en perspectiva”, que este año se dividirá en 15 temáticas.

Los ciclos están pensados para facilitar la orientación del espectador entre la extensa oferta que todos los años propone el Festival, que tiene la obligación de realizar una curadoría efectiva e inteligente.

Así, los amantes del género de fantasía y terror tendrán A Medianoche, A Sala Llena contendrá títulos taquilleros, Arte y Tradición exhibirá cintas dedicadas a exponentes de la cultura y el arte, Cuestión de Fe incluirá filmes relacionados con la religión, Éxodos, historias de emigrados y desplazados y La Hora del Corto proyectará medios y cortometrajes.

Completan la lista los espacios Ciudades y Otros Paisajes, Historias de Violencia, Los Colores de la Diversidad, Memoria, ¡Música, Cámara, Acción!, Para Todas las Edades, y Vanguardias.

Además regresarán las muestras de cine alemán, checo, canadiense, polaco, español y británico; a las que se unirá esta vez la de Corea del Sur.

También aparecerán secciones como Panorama Contemporáneo Internacional, Desde Otros Festivales, Documentales Independientes Norteamericanos y Panorama Documental.

Como parte del extenso programa, los especialistas podrán intercambiar durante dos seminarios: el 27 encuentro dedicado a “El Universo Audiovisual de la Niñez Latinoamericana y Caribeña” y “¿Nuevo? ¿Cine? ¿Latinoamericano?”, al tiempo que se sucederán presentaciones de publicaciones hasta completar los 24 textos.

Entre los momentos más especiales, el 35 Festival reservará el estreno mundial del documental Mercedes Sosa, la voz de Latinoamérica, del argentino Rodrigo Hernán Vila, y las proyecciones de La historia no contada de Estados Unidos, de Oliver Stone, y Serrat y Sabina: El símbolo y el cuate, para la cual ambos cantantes expresaron la voluntad de visitar el Festival si sus agendas lo permitían.