La salsa cubana quizás data de aquellos areítos precolombinos, de los indocubanos, en los que participaban hasta mil asistentes (más que en el Palacio de la Salsa), donde se baila toda la noche, con todos los meneos de sus cuerpos, en frenesí colectivo, con bebidas incluidas.
Ya en tiempos modernos, después de más de cuatro siglos, Cuba es la máxima productora de ritmos americanos: habaneras, congas, rumbas, sones, boleros, mambos.
En el inicio del siglo XX ya se habla de la salsa (“más salsa que pescao”), “échale salsita” y el Benny Moré terminaba sus presentaciones diciendo “Se acabó la salsa”.
Desde 1964 se organiza la compañía Fania All Star, que acuña más adelante el nombre de la salsa para tocar la música prestada de Cuba. Por tanto, la salsa no nace en Nueva York, como algunos publicaron. La salsa nace en Cuba y se reproduce en muchos países, pero eso es hecho en Cuba o “made in Cuba”, para que se entienda en otro idioma.
Los músicos cubanos, a partir de 1988, comienzan a utilizar poco a poco la palabra salsa, tomando en cuenta que es una palabra con una música a lo cubano.
- Consulte además: Continuidad de la salsa cubana
Desde 1964 se organiza la compañía Fania All Star, que acuña más adelante el nombre de la salsa para tocar la música prestada de Cuba. Por tanto, la salsa no nace en Nueva York, como algunos publicaron. La salsa nace en Cuba y se reproduce en muchos países.
De manera espontánea, el 4 de abril de 1988 se funda NG La Banda con la dirección de José Luis Cortés y una banda all stars (todos estrellas). Ellos crean un nuevo concepto, timbre, estilo y sonido (son, guaracha, mambo y rumba), aderezado con otros timbres caribeños y jazzísticos. Aquello fue una mezcla invencible, algo así como lo que hizo el Dámaso Pérez Prado en los inicios de la década de 1950.
Súper Salsa Opina 35 Años
Casualmente —todo llega junto—, en 1988 se organizó en La Habana el Súper Salsa Opina, evento que catapultó el bum de la salsa cubana en esa fecha y se organizó para presentarse en la Ciudad Deportiva.
Participaron la banda líder NG La Banda, “la que manda”, Revé, Aragón (Con Pepe Olmo y Felo Bacallao), Miriam Bayard y Habana Son (del Chino Lam); Los Van Van (que crearon el tema del evento Qué pista, cantado por Israel Sardiñas) Dan Den (dirigido por Juan Carlos Alfonso y la voz de Paulo FG, Alfonsito y el Pichy); Los Latinos, El Caney, La Ritmo Oriental, La Banda Meteoro, Juana Bacallao, la pareja de baile de Gladys (González) y Antonio (Sánchez), del entonces Instituto Cubano de Radio y Televisión; Los Fonomemecos y la presentación especial de Pello el Afrokán. Trabajaron modelos de La Demanda Interna y se organizó una descarga con Pedrito Calvo, Paulo FG, Tony Calá y José Luis Cortés.
- Consulte además: Los Van Van, Juan Formell y su concepto musical
Se efectuaron tres conciertos a lleno total, con más de 50.000 asistentes. A partir de entonces, afortunadamente comenzaban los conciertos multitudinarios de la música bailable cubana. Este súper concierto fue el preludio del gran bum de la salsa cubana.
Mi Salsa en TV y la radio en salsa
En 1986, Isaac Delgado se reunió en una casa en el municipio habanero de Playa con Leonardo Acosta, Helio Orovio, Rafael Lam y Sirio Soto, director en la Televisión Cubana. El objetivo era proponer un programa de salsa para la televisión.
En aquellos momentos existía cierto prejuicio con la salsa latina. Era tabú hablar de una música que había saqueado los ritmos cubanos. En 1989 ya la fruta estaba madura. Solamente faltaba concretar un proyecto audiovisual que canalizara el poder creativo de las agrupaciones bailables.
En enero de 1989 salió al aire, en el Estudio 19 del Edificio Focsa, el programa Mi Salsa, con un objetivo experimental y un paquete de 12 programas solamente. El estreno corrió a cargo del Charangón de Revé y participaron algunas de las grandes figuras de la música bailable: Juan Formell, Pedrito Calvo, Cándido Fabré e Isaac Delgado. Como tema de presentación se creó la canción Mi salsa tiene sandunga, grabada con un verdadero trabuco, una especie de Todos Estrellas, con los metales de NG La Banda. En el intermedio se realizaba un debate musical muy enriquecedor.
“Buscando el sonero” fue una innovación de espacio mensual dentro del contexto del programa Mi Salsa. Víctor Torres ideó esta variante para fortalecer el espacio.
Mi Salsa pasó por varias etapas 1ª: 1989-1992; 2ª: Mi Salsa entre músicos, reducido a cuarenta y cinco minutos; 3ª: 1994-1995 y 1996-1997.
“Buscando el sonero” fue una innovación de espacio mensual dentro del contexto del programa Mi Salsa. Víctor Torres ideó esta variante para fortalecer el espacio, ante algunos que no entendieron lo positivo de esta experiencia cultural.
La sección “Buscando el sonero” seleccionaba cuatro figuras al mes, que sumaron 48 al año. Los certámenes anuales se celebraban en el Teatro de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) y en el Teatro Nacional (1996). La experiencia fue totalmente positiva ya que aparecieron voces de enorme utilidad para las más importantes bandas salseras.
Mi Salsa llenó un capítulo valioso en el bum salsero y de las agrupaciones tradicionales de todo el país. Soy de los que piensa que, en la TV no puede faltar un programa de música “salsera”, vale decir: música bailable, rítmica, popular. Es nuestra música más representativa, el “alma de la cultura cubana”, al decir del profesor Guillermo Rodríguez Rivera.
Parece ser que fue 1989 el año desde donde se va creando la plataforma de despegue de la radio salsera. La primera renovación aparece con la idea de la venezolana Lil Rodríguez, que trae cargamentos de discos para producir un espacio llamado Club Caribe (12 pm a 5 am), en Radio Rebelde, y colabora en el espacio la voz de Roilé Rodríguez.
Por otro lado, Leo Mesa presenta un proyecto y prepara en Radio Metropolitana el espacio Radio, La Súper Cadena Latina (8 a 12 pm); una de las locutoras era Iraida Mesa. El programa todavía se mantiene con el nombre de La Súper Cadena Latina, dirigida por Guille Rivero de la Rosa.
Posteriormente asume la dirección Federico Wilkins (mi colega de los años, quien ahora se encuentra de productor en Televisa), y experimenta con diversas voces hasta que aparece el estelar locutor Roilé Rodríguez, el mejor de la salsa cubana. Wilkins comenzó a hacer inventos, entre ellos, creó el Bar de la Medianoche (10 pm), donde daba la sensación de estar trasmitiendo desde un bar salsero. Wilkins fue el primero a finales de siglo XX en hacer una verdadera explosión musical, al igual que lo hizo después Ramón Cañizares en Radio Taíno.
Parece ser que fue 1989 el año desde donde se va creando la plataforma de despegue de la radio salsera. La primera renovación aparece con la idea de la venezolana Lil Rodríguez, que trae cargamentos de discos para producir un espacio llamado Club Caribe.
Más adelante Wilkins se trasladó a Radio Ciudad de La Habana y produjo Disco Fiesta 98. Lo sustituyó Marcos Castillo, a quien le siguió Lázaro Sarmiento. En Radio Taíno, Juan Cañizares creó El Cóctel y De 5 a 7 (En otro momento cambió su nombre por El Exitazo). Cañizares también realizó el espacio Aché. Rafael Lam dirigía el programa El Gran Musical, en el que se difundieron por primera vez los bailes populares de La Tropical. ¡El imperio del baile de la salsa en la radio!
El bum de la salsa cubana se generó durante la primera Feria Cubadisco, con la participación del Nobel colombiano Gabriel García Márquez. Cuba impone récord Guinness con el son más largo del mundo en 1997 (no homologado por no estar Cuba dentro de la industria musical). El fenómeno musical se logró con cien agrupaciones, miles de músicos, cinco días y cien horas. Se organizó el Dream Team (Team Cuba de la salsa). En 1998 Juan Formell decide bautizar la salsa cubana como la timba.
- Consulte además: Isaac Delgado: Soy compositor de rumbas
Se crearon o rehabilitaron nuevos salones de baile como La Tropical y El Palacio de la Salsa. Algunos se reprodujeron en ciudades de Europa.
Esta es grosso modo la trayectoria de la salsa cubana en el fin del siglo XX. Una verdadera revolución musical, como lo fue en lejanos tiempos la Camerata Florentina. La salsa no muere y, como dijo Ralp Mercado, “se escuchará hasta en la Luna”.
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