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lunes, 25 de noviembre de 2024

Polito Ibañez: Sigo siendo el hombre que he querido ser

El cantautor cubano quiere ser recordado como Matamoros o Sindo Garay, y ante todo, defiende su idea de ser honesto con el arte que ofrece...

Ana María Domínguez Cruz en Exclusivo 28/01/2024
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Cantautor cubano Polito Ibañez
Sigo creyendo en la reencarnación pero más que nada, como fenómeno de la cultura, expresó el trovador Polito Ibañez. (Malú Vilasa/ uclv.edu.cu)

En el año 2015 me dijo Polito Ibáñez que si lo ataban de manos y pies, parafraseando el título de uno de sus discos, tenía trucos para escapar. Sin embargo, cuando nos vimos hace unos días, me reveló que ya no lo toma de esa manera.

"Tienes buena memoria. En aquel momento tenía menos entrenamiento para el truco pero más alma para enfrentarlo. Ahora, al cabo de los años, el truco tiene un precio. Sabes que empleas recursos, que no siempre son espontáneos, y uno se autovigila. Pienso mucho las cosas ahora, y quizás uso las trucos hasta para hacer canciones. Lo que sucede es que el paso del tiempo te hace pensar que no siempre eres totalmente honesto porque usas recursos y no tanto trucos. He cambiado los vocablos, pero en esencia es la misma cosa".

-¿Algo más después del disco reciente De gente buena y mala?

-Uno se revisita en determinados momentos de su vida. José Martí decía que algo nuevo es realmente muy costoso. Uno tiene un rango que tiene que ver con las experiencias emocionales para crear y pasan por la limitación de ser personales, y no generales para toda la humanidad. Eso hace que el arte que hacemos tenga sus límites.

"Ahora siento que estoy revisitándome en mi obra, con mayor experiencia y sabiendo que en ese proceso, lleno algunas lagunas que en otro momento se dejaron, y en forma de canción digo ahora lo que no dije antes. Otras vivencias me han aportado para hacerlo".

-¿Sigues creyendo en la reencarnación?

-Sigo creyendo en la reencarnación pero más que nada, como fenómeno de la cultura. Significa para mí actualmente quedar en la cultura cubana de los siglos.

"No tengo la posibilidad ahora, como la tiene un artista joven, de hacer un lanzamiento a nivel mundial. Lo peinan, lo visten y lo convierten en una figura...

"La trascendencia de los Rolling Stones, por ejemplo, se debe, entre otras cosas, a que no han cambiado. Lo más importante, considero, es mantener un discurso, un lenguaje, una manera de ser y si no te da la fama mundial, te da la posibilidad de dejar un legado".

-¿Cómo quieres que te recuerden?

-Que me recuerden como un Matamoros, un Sindo Garay, un Lecuona...como uno de los grandes que han dejado huellas en nuestra cultura.

-Hablemos de este disco reciente...

"Es un disco con un espíritu muy especial porque es la primera vez que dejo que participe alguien en la producción musical y formal de las canciones, de cómo estructurarlas. La idea y los textos son míos pero me permití no ser tan egoísta.

"En principio, solo haría canciones con tres personas en el mundo: Carlos Varela, Silvio Rodríguez y Sting. Aunque con David Torrens y con Raúl Paz lo haría y lo disfrutaría. Pero con ellos tres, con sus proyecciones, siento que tengo muchas cosas en común para crear. Eso le da al disco un aire novedoso, con una cualidad añadida a diferencia de los discos anteriores.

"Le hace reverencia al estilo que me definió Pucho López hace tiempo, que fusiona al trovador de la guitarra con la banda que tiene elementos del pop y el rock.

"En el disco reúno las ideas antagónicas de lo bueno y lo malo, de lo amargo y lo dulce, de lo tierno y lo brusco. Así es la vida, así surgen las grandes tragedias y las grandes conquistas. Todo es relativo y en este mundo tan polarizado, y con tanta inmediatez para desplazarse de un ángulo ideológico, todo es más complicado".

-Tiempo atrás hablamos de un disco de jazz que anhelabas hacer...

-Aquel proyecto de jazz lo tenía en un disco duro que se echó a perder. Y eso me provoco un profundo pesar. Recordemos que soy actor, no soy músico, no hago partituras. Yo iba grabando búsquedas armónicas, de estilo jazzístico, iba mejorando en la computadora y solo un jazzista pudiera entenderlo, de la manera en la que lo hice. Me frustré mucho con esa pérdida de la información en ese disco, ya sabes...En estos tiempos tenemos todo lo importante en un disco duro, en la computadora o en el celular, y si se rompe, perdemos todo.

"Por ejemplo, otra tristeza la tuve con el disco de poetas cubanos que  nunca salió. Con 22 años leí un poema de Eliseo Diego, lo musicalicé y casi 30 años después hice aquello. Grabé con la Sinfónica y Colibrí nunca lo sacó. Quizás con el proyecto de jazz sucede lo mismo".

—Y de las condicionantes del mercado...

—La honestidad se renueva mucho. Cada época de la vida te añade valores del aprendizaje natural, y las actitudes van de la espontaneidad a lo consciente.

"Lo comercial te ata en dependencia de las disqueras, que no tienen otra opción que hacerte comercial. Las concesiones del mercado varían como la temperatura, pero es normal que suceda en la vida de un artista".

-¿Proyectos actuales?

-Empiezo con Ernesto Fiallo y Tamara Castellanos a trabajar en tres canciones para tres personajes de una nueva telenovela cubana: Una actriz, una abogada y una doctora. Me va bien haciendo canciones por encargo y mi hijo Simón me acompañará en el trabajo. Pensé, incluso, que pudieran incluirme en algún personaje para retomar mi formación.

"Quiero organizar un concierto en el Teatro del Museo Nacional de Bellas Artes y recordar mis canciones de los 80. Convocaré a los que compraron el disco de papel de ese momento para que estén ahí y reciban un regalo de mi parte".

-¿Sigues siendo el hombre que has querido ser?

-Sigo siendo el hombre que he querido ser desde que tomé la decisión hace más de 30 años. La vida es un camino, dirían mis padres, y escogerlo bien es parte del reto, con todo lo que podemos encontrarnos en él.


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Ana María Domínguez Cruz

"Una periodista cubana en mi tercera década de vida, dispuesta a deslizar mis dedos por el teclado".


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