¡Rampa arriba, Rampa abajo….los libros en la noche!

Aunque una insistente lluvia se hizo sentir en horas de la tarde de este viernes en el Vedado capitalino, no pudo empañar las ansias literarias y de disfrute de niños, jóvenes y adultos que se sumaron a La Noche de los Libros.

Como cada año, esta iniciativa-organizada por el Centro Provincial del Libro y la Literatura y el Instituto Cubano del Libro- hace de la avenida 23 el lugar ideal para conocer gente nueva, mientras se leen viejos y nuevos títulos.

“Rampa arriba, Rampa abajo, así vamos”, dijo Duniel Valdés, joven estudiante de Diseño, quien llevaba en sus manos algunos libros que en la pasada Feria no pudo alcanzar. “Esta es la mejor oportunidad…muy cerca de nosotros, mientras caminamos podemos buscar lo que necesitamos y de paso, encontrarnos con amistades”.

Su novia, Vanessa Avilés, estudiante de Medicina, mostró sonriente sus compras, entre las que se incluían revistas de moda y libros de colorear y de cuentos infantiles para su hermano pequeño, aunque “todavía me queda mucho por ver, a lo mejor encuentro algo más”.

El mismo espíritu invadía a Orestes Fraga, graduado de Informática, quien anotaba en su programa de actividades las presentaciones de libros que le interesaba… “Acabo de participar en la presentación del libro Cuentos Completos de Eduardo Heras León y voy en camino para la de Dos décadas de música anglosajona, de Joao Fariñas. Esto es lo que más me gusta de La Noche…que, por cierto, este año trae más novedades que la del año anterior”.

No solo para los ávidos de lecturas para este verano, la iniciativa es aplaudida. Quienes organizan las ventas y presentaciones también se sienten complacidos, en la medida en que sus instituciones se dan a conocer y contribuyen al recorrido por el conocimiento de los asistentes.

Desde la librería El sol de hoy, en el municipio Cotorro, llegó Ileana Darias, para quien le resulta “lo mejor del año” este despliegue de tesoros en una zona tan céntrica de la capital. Es la posibilidad que tiene nuestra librería de darse a conocer, dice, de vender libros que la gente aún busca y que en otras librerías ya se agotaron y la nuestra, por estar tan lejos, aún los posee.

La gente quiere diccionarios y títulos infantiles que no siempre tenemos pero les sugerimos otros, porque ese también es el trabajo del librero, comentó Gustavo Vega, administrador de la Librería Rafaela Chacón, de la Terminal de Trenes y “librero por vocación”.

“Esta relación entre el público y las librerías no puede perderse y, a veces por falta de tiempo, no acuden más clientes a nuestras entidades. La montaña también puede ir a Mahoma, y por eso estamos aquí, para ponerle el conocimiento al alcance de la mano y complacerlos.

“Lo mejor para nosotros es que los ganamos porque si brindamos buen trato y ante la ausencia de un libro, le sugerimos otros, ya ese es un usuario seguro de nuestra librería porque hasta ella llegará en busca de lo que en La Noche de los Libros se le ofreció”, aseguró Gustavo.

Las lecturas de poesía también atrapan, como le pasó a David Menéndez, recién graduado de Derecho. Yo traigo las mías, afirma, para ver si en algún momento puedo leerlas, porque en este tipo de actividad informal, nosotros no solo participamos del lado de acá, sino que podemos estar también del lado de allá…”Eso me gusta, tenemos un espacio también”.

Esta oportunidad es necesaria para el trazado de estrategias de venta más prósperas, comentó Ana Luisa Vega, de la librería Centro Cultural Habana, del boulevard de San Rafael, pero también porque la gente necesita no solo comprar libros sino preguntar y adquirir, de primera mano, como sucede en algunos, aquellos que están “sacaditos de la imprenta”.

Tal es el caso de Dos décadas de Música Anglosajona, Corazón Helado y otros títulos de la Editorial Arte y Literatura, también presente en La Noche de los Libros. “Es bueno que nos conozcan-afirma Víctor Malagón, Premio Nacional de Edición-porque integramos el gran equipo que elabora un volumen, ese gran ejército anónimo que hace posible que se hilvanen las líneas, con los párrafos, con las páginas y las ilustraciones para beneficio de los lectores”.

Deseoso de encontrar novelas policíacas estaba Reinier Lorenzo, quien clasificó de espectacular una propuesta tan completa en la que, desde las presentaciones de libros, los cocteles literarios, las ventas de ejemplares muy demandados y otros nuevos y las lecturas colectivas de poemas y cuentos, al compás de los acordes de una guitarra, todos pueden divertirse, cultivarse y socializar en una noche que no solo es de libros. 

“Y encontrarnos en el parque Mariana Grajales, en el concierto de Raúl Torres, para sentir que dejamos una huella en esta iniciativa como la deja todos los años ella en nosotros”, dijo, entre sonrisas de convite.