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martes, 3 de diciembre de 2024

Todavía hay muchos Pablos en el mundo

Entrevista con el joven Javier Díaz Varona, quien debuta como protagonista de la ópera prima "Pablo"...

Maya Ivonne Quiroga Paneque en Exclusivo 08/12/2012
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Omar Franco y Javier Díaz
Javier Díaz y Omar Franco en una de las escenas del largometraje "Pablo"

Para el camagüeyano de 14 años Javier Díaz Varona, quien actualmente cursa el noveno grado en la escuela Noel Fernández, el nombre "Pablo" significa su primer protagónico en el séptimo arte.

Anteriormente había participado en algunos cortometrajes de ficción y en la televisión. Su primera aparición en el cine se debe a un casting en el que participó con la esperanza de ser el elegido.

Finalmente su sueño se hizo realidad y, dos años después su rostro aparece en la pantalla grande a propósito del estreno, durante la XXXIV edición del Festival del Nuevo Cine Latinoamericano, del largometraje "Pablo", ópera prima del realizador Yosmani Acosta.

La conversación con Javier se produce en estos invernales días de diciembre, unas horas antes de la presentación especial de "Pablo" en la sala de proyecciones del capitalino Pabellón Cuba.

En la sede que el Comité Organizador dedica a los jóvenes este año, la expectativa entre el público era tal que los responsables de la proyección tuvieron que organizar una función extra para los espectadores ansiosos de enfrentarse con un filme duro pero muy necesario.  

Javier insiste en que no deje de poner en la entrevista el agradecimiento a quienes lo apoyaron en el reto que significó para un niño de apenas once años darle vida al sufrido "Pablo", víctima de la violencia familiar.

“Quiero agradecer a mi familia, en especial a mi hermano Jadiel, que interpreta el papel del "Pablo" de cinco años, a todas las personas que hicieron posible este estreno en el Festival de Cine y a Sonia Pérez Álvarez, la especialista en relaciones públicas del filme y en quien mi mamá depositó toda su confianza todo este tiempo”, dice sonriente.

SUS PASOS POR LA ANDARIEGA

El colectivo La Andariega ha sido parte de los sueños e ilusiones de Javier Díaz desde que tenía ocho años. La Andariega dirige su labor a todo tipo de público y en él actúan niños y adolescentes (desde ocho hasta 14 años de edad).

Este grupo, emblemático en el trabajo comunitario y que se caracteriza por simultanear el teatro callejero, el teatro de relaciones, de arena, de enfrentamiento, la danza teatro y las presentaciones en salas teatrales, celebra su aniversario 15 durante el 2012.

“En los últimos tiempos La Andariega se rige por un riguroso reglamento. Antes de los ensayos para las funciones tenemos una hora de clases de ballet y preparación física. Luego vienen los ensayos, que duran desde las 5 y 30 hasta las 8 y 30 de la noche”, comenta el joven histrión.

Sin perder el vínculo con La Andariega, Javier se sometió a los rigores de un rodaje. Y agrega en tono de confesión: “Participaba en el rodaje cuando no tenía ensayos con el grupo. Luego recibí un taller de dos meses donde me familiaricé con el rol de Pablo. Eran muchas horas de trabajo a tiempo completo pero el sacrificio valió la pena”.

Javier es un adolescente muy seguro de sí mismo. Aunque tiene la posibilidad de continuar en el grupo juvenil de La Andariega, él ya sabe lo que quiere hacer con su futuro profesional:

“Quiero entrar en la escuela de circo en la Academia Vicentina de la Torre y después estudiar actuación en el ISA (Instituto Superior de Arte). Me gusta el circo porque la acrobacia me puede proporcionar fuerza física. En la vida hay que saber de todo un poco.”

-¿Cómo preparaste el personaje de Pablo?

-Fue bastante difícil, pues no vivo ninguna de esas situaciones en mi familia. Tuve que adentrarme en el mundo interior y en la lógica del personaje para saber de dónde viene, hacia dónde va y cómo es Pablo: un niño de once años, maltratado, marginado, apartado de la sociedad. Su padre siempre tiene el pie arriba de él. Para mi es un esclavo de su padre.

-¿Cómo fue la relación profesional con el actor Omar Franco?

-Fue una experiencia magnífica. Entre nosotros había una gran química, contrariamente a lo que sucede con los personajes de la película. Durante el rodaje me ayudó mucho para lograr  la interacción necesaria y lo que el director quería de nosotros como actores.

-Tres años después del rodaje de esta película, ¿cuánto sientes que te ha aportado el personaje de Pablo en el plano personal?

-Me enseñó lo que no debo hacer cuando tenga mi familia en un futuro y las consecuencias a las que conduce la violencia. Es duro saber que aún existen personas que viven historias similares a las de Pablo. Todavía hay muchos "Pablos" en el mundo.

-¿Qué esperas del público cuando salga de la sala cinematográfica luego de ver la película?

-Lo que más deseamos es que la película sea disfrutada por el público, que se alcance gran éxito y su mensaje llegue a todos. El rigor con que preparé el personaje me da fe para creer que eso es posible.

-¿Y hay alguna propuesta nueva en el cine?

-Yosmani ya tiene en mente el rodaje de una nueva película. Pero no me va a regalar el personaje. Tendré que ir nuevamente al casting y ganarme el papel demostrando lo que puedo hacer.


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Maya Ivonne Quiroga Paneque

Periodista, locutora, guionista y directora de radio y televisión


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