Un jonrón de cubanía

Una vez más Alexander Abreu le pone voz y ritmo al sentir cubano;  ese orgullo cocinado y sentido que es la cubanía, esa “cubanidad plena, sentida, consciente y deseada: cubanidad responsable, “cubanidad con las tres virtudes —dichas teologales—, de fe, esperanza y amor”. Esa que ha enaltecido por estos días nuestro equipo de pelota, con su  arrojo  y su voluntad de avanzar en el V Clásico Mundial.

Este viernes 17, el trompetista  y líder de Havana D’ Primera compartió  por las plataformas digitales la canción y el video de “#TeamAsere”, un tema para enaltecer la actuación de  nuestros peloteros y  como expresión  del agradecimiento por ponernos otra vez a soñar, como hace 10 años en la apertura de este certamen.

La había anunciado el pasado lunes en sus redes sociales. Informó  que trabajaba en la idea y que estaba abierto a la colaboración de los colegas que quisieran unirse al proyecto. El propio músico reconoció que trabajaba bajo intensa presión para sacar la canción antes de la próxima presentación del equipo, fijada para el próximo domingo en la ciudad estadounidense de Miami, donde existe una gran comunidad de cubanos emigrados y exiliados. “Un trabajo muy muy fuerte para q ustedes tengan esto y para q ese equipo se inspire aún más”. 

Dos días más tarde, el músico cienfueguero publicó la letra en el perfil de Facebook de la agrupación

"Así le puse a mi Team/ Porque vine a darlo todo

Soy el cañón de estos tiempos/ Que con el bate en la mano

Levanto en peso a mi Cuba/ Y te aseguro que gano."

Y la letra comenzó a circular por las redes, de cubano a cubano, sin importar las diferencias.

“Ahora es que voy a dormir, estoy muy cansado, pero valió la pena. Un trabajo muy muy fuerte para que ustedes tengan esto y para que ese equipo se inspire aún más. Háganles saber a esos hombres que estamos agradecidos por la historia que hoy están haciendo”, escribió el trompetista después del estreno del videoclip dirigido por Yoharis Alling.

El tema fue grabado en los estudios Abdala y se sumaron cultivadores de la música popular bailable como los intérpretes Issac Delgado, Mario “Mayito” Rivera, Alaín Pérez, Abdel Rasalps (El Lele), Rubén Bulnes y músicos como  Giraldo Piloto, Maikel Blanco, Oliver Valdés, Yasser Ramos y El Negro Hérnández.

Una canción de telúrico patriotismo y arraigo popular, el musicalizado sentir de un pueblo que ha madrugado para ver a su equipo levantarse después de dos derrotas  y ganar los decisivos hasta llegar a las semifinales. Escrita por un hombre de bien, que ha sido víctima del linchamiento mediático de los odiadores  y machadiscos que anuncian aplastar bates y pelotas;  por el simple hecho de seguir  creando   música  en la tierra que lo vio nacer,  expresar su sentir como mejor lo sabe hacer y prodigar con alegrones a su gente. Por eso dice el Coro:

"Córrete un tin pa allá/ Déjate de cizaña

No me rompas el equilibrio/ con tu mala maña, asere."

Un  tema espontáneo que recuperara el “asere” de origen africano y fuerte arraigo en nuestros barrios,  que significa “compañero” y por extensión y similar raíz "el que hace el bien". Abreu devuelve  al pueblo su fraseología marcada también por el argot de la pelota. Es la voz de los aseres, los nagües  y los compays, dondequiera que estén: “Es que no importa el país/ Donde hoy pueda estar viviendo/ Lo que importa es que soy cubano/ Reyoyo de nacimiento”.

Sabrosura y honestidad,  fertilizadas con sensibilidad y empatía. Forma y contenido, resonando en  una conga timbera,  sencilla y eficaz para trasmitir este  mensaje de orgullo y optimismo. Para refrendar el valor de la cubanía que activaron las emociones emanadas del terreno, en Taipé y en Japón, como pasará el próximo domingo en La Florida.

Y aunque no ganen, ya tiene una medalla, la de los agradecidos y patriotas:

"Con medalla y sin medalla, / ya ganaste la batalla.

Son bate que rompen bola,/ son bola que rompen talla."

Nuestros team de peloteros  protagonizaran un  hecho histórico, por vez primera  jugará en Miami  “un equipo de Cuba integrado por cubanos diversos”. Y, cual declararon los  de Puentes de Amor, “Todos estarán hermanados, defendiendo nuestros colores y nuestra bandera. Todos, estaremos jugando en cuerpo y alma el mejor béisbol que conocemos: ese que es puro corazón en el terreno y en el espíritu del pueblo cubano”.

Un espíritu aglutinador, de genuina cubanía, que fluye en “TeamAsere”,  como en aquel otro himno que fue “Me Dicen Cuba”, incluido en el disco La vuelta al mundo y para el que también invitó un trabuco de músicos e intérpretes.

Y es que nuestro sentir cubano ha rodado anudado a la  pasión beisbolera.  La pelota más que un deporte o entretenimiento ha sido  prolongación de nuestra cultura. Desde que se forjó la nación al  fragor  de las guerra independentistas.  Como afirmó Louis Pérez Jr.,  para los cubanos de mediados del siglo xix el beisbol no solo era signo de modernidad, sino que se convirtió en un símbolo anti español, “agudizó las distinciones entre cubanos y españoles cuando estas asumían implicaciones de carácter crecientemente político”.

Lo apuntó la hija de uno de nuestros Cinco Héroes : “La pelota, algo que parece tan pequeño, tan insignificante, se ha convertido en estos días en el símbolo supremo de cubanía. La pelota ha demostrado que el cubano de verdad, donde quiera que esté, como quiera que piense, lleva en el pecho un trocito de malecón, y en un bolsillo algo de tierra del Turquino. La pelota ha dejado claro que la identidad no se reniega por la distancia, o por las dificultades. Que los que la pierden por esos motivos, sencillamente jamás la tuvieron.

“El deporte-añadió  Ivette González Salanueva- ha logrado que aquellos que decidieron partir, que tienen su vida resuelta bien lejos de este pedacito de Isla, se sientan de nuevo como cuando pasaban las tardes montando carriola, comiendo churros o empinando papalote. Ha conseguido que los que seguimos aquí, peleando cada día por salir adelante, olvidemos por un segundo los problemas y nos concentremos en una sola cosa: ver a Cuba triunfar”.

Las jugadas de estos héroes, los batazos de Despaine y  Moncada, Mujica y Guibert, el fildeo de Roel Santos y el ponche de Raydel al cuarto bate australiano…,  se grabarán en la memoria con la  banda sonora creada por Abreu y sus aseres.  Como las del I Clásico nos regresan por estos días  con otra conga, la de  Sur Caribe.

Nuestros peloteros irán por más al ritmo de esta conga, como sus compatriotas  por una Cuba más próspera y soberana, más democrática e inclusiva. Porque como muchos  cantamos:

"Vamos

No subestimes mi historia/ Que de las derrotas se aprende

a creer en la victoria./ Sin aguaje y guapo

To’ el mundo sabe mi hermano/ Que tiembla la tierra fuerte

Donde pisan los cubanos..."