sábado, 18 de mayo de 2024

Virgilio o la posibilidad de seguir siendo joven

El filme de Tomás Piard Si vas a comer, espera por Virgilio, basado en el texto homónimo del dramaturgo cubano José Milián, llegará a los cines de estreno a partir del 4 de abril...

Maya Ivonne Quiroga Paneque en Exclusivo 29/03/2013
0 comentarios
"Si vas a comer espera por Virgilio"
Si vas a comer espera por Virgilio, próximo estreno de Tomás Piard.

Hace poco más de tres lustros tuve la oportunidad de asistir al estreno de la pieza teatral Si vas a comer espera por Virgilio, texto de José Milián —dramaturgo y Premio Nacional de Teatro—, considerado como medular dentro de la dramaturgia cubana contemporánea.

Ahora, como parte de las celebraciones por el aniversario 54 del Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC) y en saludo al centenario de Virgilio Piñera, llega al circuito nacional de estreno un audiovisual a cargo del director de cine Tomás Piard (La Habana, 28 de julio de 1948).

“En realidad fue un encargo de la comisión por el centenario del autor de Electra Garrigó (1912-1979)”, confiesa el también director de Espectros.

Piard no conocía la pieza que Milián llevara a las tablas con su compañía Pequeño Teatro de la Habana en 1997 y que ha retomado en otras oportunidades más recientemente.

“Cuando la leí pensé que era la obra que debía hacer. En el centenario de José Lezama Lima pude rodar Trocadero 162, una película poco conocida.

“Para mí, Lezama Lima y Virgilio Piñera son las dos columnas fundamentales de la cultura cubana en el ámbito de la literatura. En ese sentido me siento privilegiado por haber podido filmar Si vas a comer, espera por Virgilio.

”Una condición que tenía que respetar era la fidelidad absoluta al texto de Milián. A pesar de que no se alteró ninguna palabra y los diálogos de Milián están íntegros, lo que cambia es mi concepción de la puesta en pantalla dentro del cuadro. No tiene nada que ver con su puesta en escena”.

CONCIBIENDO ATMÓSFERA EXPRESIONISTAS

Cada obra de Tomás Piard es una clase magistral en cuanto a la visualidad, la composición, el encuadre. El destacado director y guionista cubano posee amplios conocimientos de historia del arte, saberes que puso nuevamente en práctica en Si vas a comer…

En este audiovisual sobresalen, de manera particular, los acápites relativos a la dirección de fotografía y de arte.

“Me siento muy satisfecho. Tanto el director de fotografía (Raúl Rodríguez) como el camarógrafo, Alan González, formaron un equipo íntimamente vinculado. Algo inusual, por lo menos para mí. Tuve la suerte de contar con un camarógrafo que, a la vez, es director de fotografía y que deseaba mucho trabajar con Raúl Rodríguez por la admiración que le tiene.

”Ambos se integraron y pudieron realizar un trabajo muy difícil, aunque no lo parezca. La imagen, aparentemente, es muy sencilla, pero, en realidad, tiene una gran complejidad. Están muy bien representados los dos planos narrativos: la figura y el fondo.

”Se logró una atmósfera expresionista que era la que yo deseaba desde el punto de vista de la dirección de arte (a cargo de Nelson García) y la escenografía (Roberto Hernández).

”La pieza de Milián se desarrolla en los años 70, una época que a mi juicio tenía un equivalente con la postguerra, después de la Primera Guerra Mundial.

”Durante esa postguerra se produce una gran decepción de los artistas con respecto a la realidad. Por eso surgió el expresionismo. Me pareció el estilo más adecuado para la película, porque los años 70 fueron tremendamente duros para nosotros los cubanos”.

PUNTO Y SEGUIDO PARA EL VESTUARIO

Piard seleccionó para esta especialidad a dos reconocidos diseñadores cubanos vinculados al mundo de las pasarelas pero también del teatro y los medios audiovisuales.

“Estoy muy feliz de haber trabajado con Abraham y José Luis Rodríguez en el vestuario. El vestuario, sobre todo el del personaje de la muerte (Ella), va transitando por diferentes estadios. Creo que se logró realmente lo que yo quería”, advierte.

Abraham estuvo a cargo de los diseños: “Recreamos la época, pensando cómo Virgilio veía su muerte, con esa fantasía que él tenía en la manera de vivir, de escribir. José Luis y yo trabajamos juntos. Él como asistente se encargó de que la realización, en los talleres de la televisión cubana, fuera lo más fiel posible a mis bocetos”.

En ese sentido acotó José Luis: “La concepción base fue de Abraham. Después Tomás nos unió y a partir de ahí hicimos un estudio de la época, porque queríamos representar una muerte con glamour, como la merecía Virgilio. Tratamos de captar la idea al más mínimo detalle”.

ACIERTO EN LA DIRECCIÓN DE ACTORES

El rol de Virgilio Piñera recayó nuevamente en Iván García, actor que debutara en ese papel para el teatro en el año 2004.  García encarnó al dramaturgo con un acierto digno de mencionarse, dotando a su personaje de la mordacidad característica del maestro pero debió desprenderse del acento teatral. Al respecto cuenta Piard:

“La dirección de actores comenzó desde el trabajo de mesa, en el cual acotamos y delimitamos las intenciones, los subtextos, que son los que le dan sentido al guion. Iván tenía la experiencia de la puesta teatral durante cinco años, con la cual obtuvo varios premios y reconocimientos. Dejé que corriera el tiempo y que durante los ensayos fuera entendiendo esta otra manera de expresarse en el cine. Así fue desarrollándose orgánicamente el tono que yo necesitaba. Fue un constante descubrimiento de un día para otro. Iván es un actor muy sensible, muy inteligente y muy profesional”.

Iván confiesa que la primera vez que encarnó el personaje para la puesta de Milián lo hizo de una “manera ingenua” pues había tenido “poco tiempo para estudiarlo”. Al cabo de cinco años le había incorporado “grandes gestos, grandes acciones”.

“El código de Milián es emplear la música alta y, por encima de ella, la voz de los actores. Piard me pidió que disminuyera las acciones físicas y la reverberación de la voz para contener esa furia, esos excesos de temperamento. Era un lenguaje que no conocía, pues básicamente trabajo en el teatro. Pero al cabo de cuatro meses de ensayo logré lo que él me pedía”.

Al igual que en la puesta teatral, el audiovisual de Piard se caracteriza por la sobriedad y descansa básicamente en los recursos histriónicos. Acompañan a Iván García en esa difícil empresa los actores Javier Casas (joven Pepe) y una sorprendente Valia Valdés en el rol de Ella.

“Cuando vi el Hamlet de Javier para el teatro me impresionó mucho por la fe y el sentido de la verdad que tenía. Su actuación en el papel de Pepe era justamente lo que esperaba de él”, dijo Piard.

Valia ya había acompañado al director en la realización de El viajero inmóvil, dedicada a Lezama Lima. “Valia y yo nos entendemos muy bien desde 1990. Ella supo asimilar el concepto de la muerte. Su personaje es muy polisémico dentro del texto de Milián.

”En la película están representados varios tipos de muertes: la muerte de cada día, la prevalencia en la mezquindad de esa mujer; la muerte de los sueños.

“Ella representa la época de la “parametrización”, que recuerdo desde afuera como espectador, aunque tuve grandes amigos que la vivieron, sobre todo del ámbito teatral, a los que admiraba muchísimo.

“La intolerancia de esa época no ha cesado. Mientras la dirección del país pide un cambio de actitud, todavía hay dirigentes con mentalidades reaccionarias. Me duele mucho que eso sea así. La obra de Milián tiene una lectura muy actual”.

El audiovisual pone en la palestra conceptos como el enfrentamiento entre lo viejo y lo nuevo, dos valores que, al decir de Piard “se ubican en la mente, donde existe la posibilidad de seguir siendo joven”.

Por eso cita a Virgilio: “‘Muchas gentes llevan la prehistoria a cuestas’. Algo que no necesariamente tiene que ver con la edad física y biológica”, acotó el realizador.

Y si vas a comer, espera por mí, por Virgilio, nos repite el dramaturgo desde la distancia, como quien no quiere que lo olviden. Ahí están, con la misma vigencia de siempre, sus obras ya imprescindibles: Electra Garrigó, Aire frío, Las furias o su poema Solicitud de canonización de Rosa Cagí.


Compartir

Maya Ivonne Quiroga Paneque

Periodista, locutora, guionista y directora de radio y televisión


Deja tu comentario

Condición de protección de datos