jueves, 28 de marzo de 2024

Chile: otro mal momento para Piñera

Con el más bajo respaldo a su gestión y a pocos días de rendir cuentas de su tercer año de mandato, la gestión del presidente chileno Sebastián Piñera está en tela de juicio...

Clara Lídice Valenzuela García en Exclusivo 18/05/2012
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Sebastián Piñera
El presidente Sebastián Piñera afronta un rechazo popular a su gestión.

El presidente chileno Sebastián Piñera, un derechista multimillonario llevado al gobierno por la oligarquía interna y los errores de la anterior administración, sigue sufriendo este mes las protestas contra su gestión, las que encabezadas por el sector estudiantil arrastran consigo a otros estratos políticos y sociales.

Las manifestaciones estudiantiles, terceras de este año, recomenzaron el pasado martes, como antesala política a la rendición de cuentas anual del Mandatario, el próximo día 21.

En esta ocasión, al igual que ocurrió en el 2011, la presentación del jefe del Ejecutivo se verá opacada por dos razones: el rechazo popular a su gestión, y la imposibilidad oficial de hacer retroceder al pujante movimiento juvenil, tanto universitario como de alumnos de nivel medio, a los que se unen las agrupaciones políticas tradicionales y sociales de nueva constitución.

En la actualidad, el Mandatario apenas cuenta con un 26% de respaldo popular, considerado el más bajo recibido por un dignatario chileno en la historia contemporánea del país. El rechazo es aún mayor en la juventud: el 73% de los jóvenes cree que el sistema de Piñera es obsoleto y exige cambios políticos que ya rebasan los marcos estudiantiles.

La encuesta fue hecha por la empresa de opinión Adimark, vinculada a la línea oficial, por lo cual varias publicaciones consideraron que es absolutamente válida. Pero hay más: La investigación arrojó que la carencia de apoyo popular también relaciona a otras instituciones del sistema político, como el Congreso Nacional, cuya gestión tiene una aprobación de un 17 por ciento.

Este año, en el que también las protestas públicas son una vía para canalizar la posibilidad de transformaciones profundas en la política nacional, los líderes estudiantiles, además de continuar sus exigencias de una educación gratuita y de calidad, han radicalizado sus propuestas, en las que plantean, entre otros cuestionamientos al orden establecido, la redistribución equitativa de la renta pública.

El Estado chileno no se responsabiliza con la educación pública, —ni posee intenciones de hacerlo— tal como pretenden los estudiantes universitarios y de nivel secundario; por el contrario, mantiene la política neoliberal que ha llevado a las actuales revueltas sociales en diferentes regiones en busca de una mejor calidad de vida.

Para los jóvenes, las medidas propuestas por el Ejecutivo carecen de seriedad y constituyen una burla a sus pretensiones sociales, pues se trata de una reforma tributaria que castigará a los de menos recursos y, por ende, mantiene incólume las finanzas de los ricos.

De ahí que todavía no haya asomo de entendimiento entre los polos opuestos, a pesar de los planes presentados por la Confederación Nacional de los Estudiantes Chilenos, los cuales darían un vuelco de 180 grados a la política nacional, algo que resulta impensable para los intereses de los grandes grupos de capitales nacionales y foráneos asentados en el país austral.

Para el líder de la Federación Universitaria de Chile, Gabriel Boric, la juventud reclama la redistribución de la riqueza a toda la nación, de tal manera de realizar “una reforma educacional que reconozca ese derecho social universal para todos”.

Una de las críticas más severas al gobierno es que aunque hace más de un año que los estudiantes, sus profesores, familiares, junto a otros sectores políticos y sociales están movilizados, la única respuesta ha sido la represión de los Carabineros, un alto saldo de heridos y detenidos, negociaciones fatuas, y ni una medida aceptada por los manifestantes debido a la incompetencia de las propuestas oficiales.

MOVILIZACIONES SE EXTIENDEN

Las últimas manifestaciones públicas, que sólo en Santiago, la capital, congregaron a cerca de 100 mil personas esta semana, —también se reportan movilizaciones en otras localidades, como Valparaíso y Concepción—, dan cuenta, además, de la inconformidad de la sociedad chilena con su gobierno.

Mientras, la prensa chilena también reporta la convocatoria de la Asamblea Ciudadana de Calama, capital minera de Chile, a una marcha de protesta este viernes en todas las localidades cupríferas en la región norte del país. Se espera que millares de ciudadanos acudan a esas manifestaciones en rechazo el programa presupuestario que el Ejecutivo otorgó a esas municipalidades, de donde se extraen las grandes riquezas del país.

Fuentes oficiales indicaron que este año el Fondo de Desarrollo para el Norte, donde están ubicadas las 40 comunas mineras en la región de Antofagasta, a mil 500 kilómetros de la capital, dispone solamente de 225 millones de dólares para distribuir hasta el año 2025, lo cual es considerado como un acto de cinismo de Piñera y su equipo.

La cifra es risible si se tiene en cuenta que esas localidades, donde se produce el cobre, entregan al Estado casi cuatro mil millones de dólares anuales en utilidades, lo cual viene ocurriendo durante décadas. Sin embargo, por la cifra ofrecida por el Fondo puede comprenderse qué cantidad de esa gran riqueza queda para los productores directos, quienes viven en total pobreza.

La situación política puede enrarecerse aún más para el gobierno y su presidente, ya que el próximo día 21 las protestas podrían ganar más protagonismo en las principales ciudades del país, en protesta por el discurso que pronunciará Piñera y sobre el cual hay pocas expectativas.

Para observadores, la movilización convocada para este jueves por la Confederación de Trabajadores del Cobre —principal riqueza nacional— puede salir costosa en el orden político al Presidente, ya que los obreros de ese sector —que siempre ha acompañado a los estudiantes en sus reclamos— exigen mejoras laborales y respeto al trabajo de los Sindicatos.

La Confederación ha sustentado la necesidad de renacionalizar el cobre, ya que laboran y viven con sus familias en condiciones de pobreza, con peligro para sus vidas en las minas y sin que la estatal Corporación Nacional del Cobre escuche siquiera sus reclamaciones. Por el contrario, hay pruebas fehacientes, según los líderes de la CTC, de que esa entidad intenta despojarlos de los precarios beneficios logrados en la anterior administración nacional.

“Si la Corporación no atiende nuestras demandas, no excluimos la posibilidad de un paro en el sector cuprífero por tiempo indefinido”, afirmó un vocero de la organización.

Este es el panorama, a grandes rasgos, que se vive hoy en Chile, cuando apenas faltan cinco meses para que se efectúen elecciones municipales, en las que se elegirán alcaldes y concejales en 346 comunas del país. Estos comicios son considerados un balón de ensayo de las presidenciales del próximo año.

Como un fenómeno político se observa que tampoco la oposición logra beneficiarse de la baja popularidad de Piñera y su gobierno, pues hay que recordar que ahora hay otra visión política de la juventud —que no forma parte de los partidos tradicionales en su mayoría— y que se proyecta de una manera diferente, aun cuando los estrategas de la Concertación de Partidos por la Democracia piense llevar de nuevo a la ex presidenta Michelle Bachelet al Palacio de la Moneda el próximo año.


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Clara Lídice Valenzuela García

Periodista


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