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domingo, 22 de diciembre de 2024

Cuidado Obama, no resbales con el jabón

El Premio Nobel de la Paz Barack Obama, quien contradictoriamente clama por la guerra en Siria, podría cometer un grave error si lanza un ataque contra el gobierno de Damasco...

Néstor Pedro Nuñez Dorta en Exclusivo 02/09/2013
4 comentarios
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Obama ha dicho que posee las prerrogativas oficiales para ordenar un ataque contra Siria.

El jefe de la Casa Blanca, curiosamente premiado con el Nobel por la Paz a inicios de su bullanguero primer mandato, ahora clama por la guerra contra Siria… de todas, todas.

En efecto, Barack Obama ha dicho con rostro severo que posee las prerrogativas oficiales y hasta divinas para ordenar personalmente una acción armada contra el gobierno de Damasco, no importa si la opinión pública local o la comunidad global tienen otros criterios, o se oponen rotundamente a semejante paso.

La voz cantante corresponde únicamente a los “elegidos” del país para el que inexorablemente solicitan la bendición de Dios luego de cada discurso público.

Sin embargo, ni la explicación presidencial en torno a que ahora no se  trata de una guerra a largo plazo, sino de una “sencilla operación de castigo”, ha logrado mitigar las dudas y las aprensiones en torno a la “rotunda” decisión ejecutiva.

En primera instancia, numerosas figuras del Congreso han advertido al primer mandatario que antes de dar una orden de esa magnitud se necesita la aprobación del Capitolio, y dentro de ese grupo existen quienes consideran una verdadera locura remitir tropas y pertrechos a un nuevo frente de combate, por cierto, a todas luces mucho más potente e incontrolable en materia de respuesta ante una agresión externa.

Así, indicaron varias fuentes de prensa, no menos de ciento cuarenta miembros de la Cámara de Representantes firmaron una carta en la que emplazan a Obama a  discutir con el Congreso una posible guerra contra el gobierno sirio.

“Involucrar a nuestras fuerzas militares en Siria- dice la misiva- cuando no existe ninguna amenaza directa a Estados Unidos, y sin una autorización previa del Capitolio, violaría la separación de poderes claramente establecida en la Constitución”.

Por demás, ochenta por ciento de los norteamericanos, según las últimas encuestas, consideran que el presidente no debe actuar sin la aprobación del poder legislativo, al tiempo que otras indagatorias precisan que apenas una cuarta parte de los entrevistados apoyarían acciones militares en el escenario sirio.

Todo, además, en medio de la expresa negativa de numerosos aliados occidentales y de la propia dirigencia de la OTAN, la Organización del Tratado del Atlántico Norte, de involucrarse en un nuevo conflicto liderado por Washington.

Por si fuera poco, en el exclusivista Consejo de Seguridad de la ONU, fue rechazada la peregrina y servil solicitud del gobierno de Londres para iniciar acciones armadas “internacionales” contra las autoridades de Damasco por el pretendido uso de armas químicas contra su propia población civil, al tiempo que en la zona mesoriental y centroasiática no faltan voces que aseguran que una invasión norteamericana a Siria implicaría un conflicto regional de consecuencias imprevisibles.

No por gusto, en una carta al congresista demócrata Eliot Ángel, el presidente de la Junta de Jefes de Estado Mayor de Estados Unidos, general Martin Dempsey, se opuso a acciones armadas contra Siria, porque aún con un carácter limitado, “llevarían al país a una guerra sin perspectivas”.

El alto cargo aseguró rotundamente que “las proyecciones políticas de los líderes de las bandas armadas que intentan derrocar por la fuerza al gobierno de Damasco constituyen un peligro para los intereses estadounidenses”, lo que invalidaría incluso el posible pretexto de que la Casa Blanca únicamente intenta reforzar las posiciones de los “luchadores por la libertad” que ha armado, entrenado y pagado en toda la región de Asia Central y Oriente Medio desde hace decenios.

De manera que si finalmente el presidente norteamericano decide resbalar, que no culpe luego a lo inclinado y hondo de la pendiente.


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Néstor Pedro Nuñez Dorta

Periodista

Se han publicado 4 comentarios


Ivan
 3/9/13 22:27

Por anos las diferentes administraciones de los Estados Unidos de Norteamerica se han adjudicado el papel de veladores de la paz mundial y para ello utilizan los pretextos mas disimiles para justificar sus intervenciones en países pobres que poseen recursos minerales y petrolíferos.

Tábano
 2/9/13 12:31

ABRÁ EN EL MUNDO SUFICIENTE DECORO PARA PROMOVER UN LLAMADO PARA QUE LE RETIREN EL INMERECIDO PREMIO NOVEL DE LA PAZ A ESTE ENERGUMENO DEVENIDO PRESIDENTE DEL 1% DE LOS N/A?. SERÁN CAPACES LOS PAISES ARABES NO ALINEADOS A LOS YANQUIS DE RIPOSTAR CON RIGOR A ISRAEL ANTE UN ATAQUE A SIRIA, PARA QUE SE ACABE DE UNA VEZ EL PROBLEMA Y NO SIGAN MIRANDO DESDE LA CERCA LA TERCERA TEMPORADA DE LAS MASACRES EN ESA PARTE DEL MUNDO: AFGANISTAN, IRAK, LIBIA, EGIPTO, EL PUEBLO PALESTINO, LIBANO Y AHORA SIRIA.

Arístides
 2/9/13 11:11

La oposición a una agresión armada contra la República Árabe Siria es tan grande en Estados Unidos, que hasta me sorprendió ver en la televisión ayer a la floridana congresista anticubana-americana, dando su opinión contraria. Ella, siempre tan defensora de las malas causas, poniéndose de parte de la mayoría del pueblo estadounidense y de la opinión pública mundial, ¡Increíble! Y eso no creo ocurra porque sea figura destacada en Florida del partido supuestamente en la oposición, el Republicano, y crítica consuetudinaria de las decisiones del señor presidente Obama. Es porque hasta los más estúpidos y cretinos se dan perfecta cuenta que tal paso sería muy perjudicial para la nación, e indiscutiblemente un baldón más que colgarle al ya muy maltrecho prestigio de la que se vanagloria en reconocerse como la nación líder del mundo, y más allá. ¡QUE TODOS LOS PODERES DE LA NATURALEZA, Y HASTA DE LO DESCONOCIDO, NOS LIBRE DE SER TESTIGOS DE TAMAÑA METEDURA DE PATA!

Luis Manuel Gutierrez Moreno desde FB
 2/9/13 10:55

grave no diría yo. un bárbaro error portque es asesinar gentes inocentes.

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