Durante años he esperado cambios en la política norcoreana y tal vez estén ocurriendo aunque en una dirección impensada. En lugar de distensión y apertura se percibe crispación y endurecimiento. Quizás la muerte de Kim Jong-Il y el ascenso de su heredero Kim Jong-un expliquen el traslado de los acentos de la reunificación pacífica a respuestas confrontacionales. Con razón Fidel Castro calificó la situación político militar en la península coreana como “…Un hecho increíble y absurdo…”
La habitual retorica y los aprestos en repuesta a las constantes y cada vez más peligrosas y provocadoras maniobras militares de Estados Unidos y Seúl, se tornó peligrosamente verosímil, cuando el 30 de marzo Corea del Norte declaró sin valor el armisticio conque en 1953 finalizó la Guerra de Corea, a la vez que puso en alerta máxima a sus tropas, realizó advertencias categóricas y desplazó cohetes de alcance intermedio a sus fronteras y costas.
Lo más sorprendente en la actual posición de Corea del Norte es que implica el abandono de la estrategia política promovida por el fundador del país y de la dinastía gobernante Kim Il Sung, para quien la meta histórica era la reunificación pacífica del país, política continuada por su hijo y sucesor Kim Jong-Il y al amparo de la cual se lograron resultados que, aunque no pudieron consolidarse, indicaban que aquel era el camino correcto.
En los años noventa, durante el gobierno de Bill Clinton, se llevaron a cabo negociaciones que en 1994 condujeron a compromisos según los cuales Corea del Norte ralentizó su programa nuclear, reduciendo las posibilidades para producir bombas atómicas; entre tanto, Estados Unidos, Corea del Sur y Japón se comprometieron a contribuir a la sustitución de los anticuados reactores atómicos, a aportar una compensación energética mediante suministros de petróleo y a otorgar asistencia alimentaria. Corea honró sus compromisos, occidente no.
Aquel ambiente fue favorecido por la administración del presidente surcoreano Kim Dae-Jung, continuada por su sucesor Roh Moo-hyun y por la moderación mostrada por Kim Jong-Il. No obstante las inconsecuencias norteamericanas, en junio del año 2000 se efectúo la Primera Cumbre entre el Norte y el Sur de Corea. La llegada de Bush a la Casa Blanca y la inclusión en 2002 de Corea del Norte en el “eje del mal” puso fin a lo que pudo ser una “luna de miel”.
No obstante en 2003 Corea del Norte accedió a participar en las “Conversaciones a seis bandas”: (Estados Unidos, Corea del Sur, Rusia, China y Japón) cuyos objetivos son el desarme nuclear norcoreano, la obtención de garantías de no agresión a Corea del Norte por parte de Estados Unidos, apertura al comercio y la colaboración y conversaciones sobre la reunificación. Por falta de consenso esas negociaciones fueran suspendidas en 2008.
En 2011 falleció Kim Jong-Il quien había designado sucesor al cuarto de sus hijos Kim Jong-un que en un rápido proceso ocupó todos los cargos de su predecesor, recibiendo además los desmesurados calificativos y elogios que habían sido prodigados a su padre y abuelo que pudieron legarle el poder pero no sus meritos, su talento y su autoridad.
Aunque se trata de un país de profunda tradición de gobierno unipersonal, no es verosímil que el jovencito Kim Jong-un, educado en Europa y al que se le calculan menos de 30 años y ninguna experiencia ni preparación política ni militar, comande al cuarto ejército más grande del mundo ni es admisible que sea su mano la que apriete el botón nuclear que puede decidir la suerte de la humanidad. Los próximos días serán decisivos; tal vez no sólo en el plano externo. Allá nos vemos.
Julio Jorge Torres
11/4/13 16:41
Cuando el periodista expone que el actual gobernante de Corea del Norte no tienen ninguna experiencia ni política ni militar yo entiendo que un "Don nadie", quien además en su niñes no salía de una perreta para entrar en otra y era supermalcriadísimo, tiene ahora en sus manos una potencia nuclear que no solo puede destruir a Corea del Norte, si no que también puede arrastrar al mundo a una tercera gerra mundial, de la cual solo las cucarachas saldrían como sobrevivientes. Es sencillamente un inepto con demasiado poder y muy poco cerebro.
Jomaro
11/4/13 14:45
Valiente articulo escrito por usted, primera vez que en la prensa cubana se publica algo tan real como la postura infantil e inmadura de ese joven que puede hundir al mundo en un holocausto nuclear.
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