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sábado, 16 de noviembre de 2024

Mercosur: ni más, ni menos (+Audio)

La reciente cumbre número 60 del Mercado Común del Sur auguró cambios coyunturales en el mecanismo de integración regional...

Clara Lídice Valenzuela García en Exclusivo 25/07/2022
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Cumbre de Mercosur
Voces de especialistas, como la uruguaya Marina Grey, consideran que la antesala de la Cumbre y en su propia médula, resulta una fricción pasajera, pero que los miembros del Mercosur, expresó, deben estar preparados para enfrentar los desafíos presentes y futuros (Foto: Tomada de Legión Media).

La 60 cumbre de jefes de Estado y gobierno del Mercado Común del Sur (Mercosur) no exenta de tensiones, mostró la necesidad de que ese bloque regional valore nuevas fórmulas integracionistas con las que, sin perder sus esencias fundacionales, permitan mayores aperturas mercantiles en la recuperación de sus economías.

Esa fue la primera cumbre presencial luego de la aparición de la pandemia de COVID-19 en las Américas (2019), la cual dejó en el plano económico inconsistencias negativas, como son mayores índices de pobreza y desempleo y, ante el conflicto bélico de Rusia con Ucrania, desabastecimiento e inflación.

De ahí que esta reunión en el Centro de Convenciones de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), de Luque, en Paraguay, -a unos 10 kilómetros de Asunción, la capital-, no podría ser una más. Su propósito fue dejar sentada la actitud ante la reorganización de la geopolítica internacional. Mercosur está integrada por Brasil, la locomotora de la economía latinoamericana, Argentina, también con peso notable en la región, Uruguay y la sede anfitriona.

El encuentro comenzó el pasado miércoles con la reunión de cancilleres que prepararon los temas que un día más tarde analizaron y debatieron los dignatarios.
La reunión llegó precedida de dos acontecimientos importantes.

Por falta de consenso –explicó Paraguay- no fue invitado el presidente de Ucrania, Vladímir Zelenski, líder del nazifascista país que mantiene un conflicto bélico con Rusia, apoyado por Estados Unidos (EE.UU.)

Analistas consideran que Washington ordenó ahora la presencia de Zelenski, como antes, en 2020, la de la presidenta de facto de Bolivia, Jeanine Añez. Mercosur recibió a Áñez, a la que rindió honores por su rol en la destitución del mandatario Evo Morales, lo que mostró la entonces tendencia derechista del grupo.En esta ocasión, la negativa a recibir a Zelenski y permitirle hablar –tal como él solicitó-  demuestra que aunque tres de los países del bloque eligieron a sus líderes gubernamentales durante la ola derechista del lustro pasado, ahora cortaron la narrativa occidental en torno al conflicto ucraniano.

Tal decisión puede verse como una desobediencia de antiguos aliados de la Casa Blanca –así lo demuestra la ausencia del presidente brasileño Jair Bolsonaro quien sostuvo una entrevista personal con el líder ruso Vladímir Putin en Moscú poco antes de estallar la guerra- y los cambios en las alineaciones fanáticas del liderazgo del cono sur latinoamericano.También parecía antes de su celebración, que la 60 cumbre del Mercosur demostraría las distintas líneas de pensamiento, sin posible reconciliación, al interior del bloque.

Uruguay y su presidente Luis Lacalle Pou defendieron su futuro Tratado de Libre Comercio con China –indicador de las nuevas condiciones internacionales- luego de que culmine un estudio de factibilidad para el inicio de negociaciones.La posición de Uruguay levantó protestas de Argentina, cuyo mandatario, Alberto Fernández, defendió la unidad del Mercado y la suscripción de acuerdos conjuntos y no por separado.

El presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou, defendió su Tratado de Libre Comercio con China, mientras afirmó a un medio internacional que ¨Estados Unidos ya no mira al sur¨. En la foto aparece primero a la izquierda, el mandatario chino Xi Jiping al centro, y Joseph Biden a la derecha. (Foto: Tomada de El Universal).

Fernández fue incisivo en la necesidad de buscar un acuerdo con China, tal como lo exigen los estatutos del mecanismo: "Que no nos ilusione, precisó, la idea de separarnos, que no nos ilusione la idea de buscar soluciones individuales (…) de salir con un proyecto propio".

Sin embargo, observadores entienden que las naciones, más las de pequeña economía como Uruguay, tratan de ser pragmáticas (al igual que hace Washington al solicitar petróleo de su declarado enemigo Venezuela) y salvarse ante la coyuntura mundial actual, con sus consiguientes crisis energética y alimentaria sin precedentes.Al dar a conocer los avances con sus pares asiáticos durante una rueda de prensa, Lacalle Pou ratificó la pertenencia de Uruguay al Mercosur, pero manifestó que su país "debe abrirse al mundo y debe establecer todo tipo de acuerdos con distintas naciones". China es el principal socio comercial del Mercosur, con una participación del 29 % en el total de exportaciones del bloque, y el 25 % de las importaciones en su conjunto.

Lacalle Pou bajó el tono y sostuvo que la idea es "avanzar en conjunto" con el resto de los países del Mercosur, mientras el Ministerio de Comercio de China afirmó que está "abierto a negociar con "otros miembros" del Mercosur.En 2021, el valor total del comercio entre China y América Latina y el Caribe aumentó 41,1 % respecto a 2020, registrando un nuevo récord en las transacciones, por valor de 451 591 000 000 de dólares, según datos oficiales.

En una entrevista a la BBC, el jefe de gobierno uruguayo afirmó, a finales de mayo, Lacalle afirmó: "Piensan que desde la frontera en México hasta Tierra del Fuego tenemos todos los mismos problemas y las mismas necesidades (…) Hoy el Gobierno de EE.UU. no está mirando al sur¨.No obstante, la unidad exigida por el dignatario argentino plantea la continuidad del bloque como un ente integracionista unitario, y defendió la actuación conjunta, que animó siempre el espíritu del Mercosur.Algunos economistas, como el paraguayo Efraín Montero, indicaron a la prensa internacional que si el Mercosur no se despliega de manera bilateral y explota las oportunidades resultantes de la nueva condición mundial podría tender a debilitarse. Pero Montero defendió la supervivencia del bloque.

El mandatario de Argentina, Alberto Fernández, ratificó su postura sobre la necesidad materializar un comercio que vincule a todos los miembros de Mercosur (Foto: Tomada de Página 12).

Es en ese contexto que el pasado jueves Paraguay se vistió de gala, y aunque la cita no tuvo el brillo de las anteriores, sí sirvió para que cada miembro expusiera sus criterios en estos nuevos tiempos.

Cierto es que el presidente paraguayo Mario Abdo Benítez, el más alineado del grupo con la política estadounidense, no mostro capacidad ni maniobra política para la toma de decisiones para redefinir o reimpulsar al Mercosur. Lacalle Pou, quien es su aliado ideológico, no apoyó la declaración final, con lo que abrió otra controversia.Además, Bolivia y Chile, en proceso de adhesión, con una estabilidad económica notable, no fue punto importante en la agenda. Ni los mandatarios Luis Arce ni Gabriel Boric viajaron a Paraguay. Tampoco hubo representación de Venezuela, que era  miembro pleno y fue suspendida en 2017 durante el auge derechista en el bloque.

Pero las condiciones han cambiado de manera intempestiva, y 30 años después de su fundación, el Mercosur está obligado a posicionarse ante los nuevos desafíos, sin que constituya un descrédito que algún país gestione de manera bilateral sus negocios con el mundo.Hay que considerar que la unipolaridad defendida por EE.UU. ya es inexistente en la práctica, y la emergencia de nuevas potencias comerciales, como China y Rusia, dan al mundo un distinto relieve.

La participación de Brasil en el Brics (grupo de economías emergentes, integrado además por Rusia, India, China y Sudáfrica) le permite desalinear su política comercial con EE.UU. y estrechar alianzas con quienes antes consideró sus enemigos.

Recientemente, el presidente Bolsonaro declaró su interés en no acatar la línea de sanciones contra Rusia y su neutralidad en el conflicto. Ciertamente, el BRICS levanta más expectativas que muchos otros grupos de integración por las fuentes de financiamiento y apertura de mercados.

Algunos economistas indican que el reciente tratado comercial firmado por el Mercosur con Singapur supone una puerta de entrada concreta en el mercado asiático. Los acuerdos arancelarios logrados en la cita también pueden aumentar fluidez en el comercio entre los países miembros. Una vuelta de la izquierda en Brasil podría implicar un reavivamiento del grupo como instancia también geopolítica.

Voces de especialistas, como la uruguaya Marina Grey, consideran que la antesala de la Cumbre y en su propia médula, resulta una fricción pasajera, pero que los miembros del Mercosur, expresó, deben estar preparados para enfrentar los desafíos presentes y futuros.También el paraguayo Félix Alzíbar señaló que el Mercosur no debe desaparecer, y mencionó que si gana en octubre próximo la izquierda en Brasil, es muy probable que el grupo crezca, pero con nuevas visiones de integración.
Los tiempos políticos, precisó, son diferentes y aunque las naciones no renuncien a sus principios de soberanía, urge una mirada más abarcadora para que organismos como el Mercosur sobrevivan a favor de sus ciudadanos.En esta cumbre, Paraguay dejó la presidencia pro tempore del organismo, que fue asumida por Uruguay.


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Clara Lídice Valenzuela García

Periodista


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