La historia pasada en el béisbol solo pesa para los estadísticos y algún que otro pronóstico. Quizás por eso, la semifinal que comienza este domingo 26 de mayo entre Sancti Spíritus y Matanzas pueda clasificar como la más pareja, aunque la mayoría de los especialistas confieran privilegio a una mordida de los “cocodrilos” de Víctor Mesa por encima del canto de los “gallos” de Yovani Aragón.
Los espirituanos terminaron segundos en la tabla de posiciones y han tenido un rendimiento muy estable en todos los renglones de juego desde la primera fase. Superaron en el enfrentamiento particular a los yumurinos 6-3, pero tienen todavía en su corazón la eliminación propinada por los propios matanceros en cuartos de final de la pasada edición tras siete peleados juegos.
El bateo de los yayaberos es inferior al de sus rivales (273 por 277), pero son mejores desde la lomita (3.08 PCL), en tanto la defensa sigue siendo la preocupación mayor y constante de su mánager, pues 105 errores son demasiados y puede comprometer una victoria en cualquier momento. Sin embargo, la tropa central está consciente de que este puede ser el todo o nada para una provincia que espera por un título desde 1979.
Ismel Jiménez, con par de victorias sobre Matanzas, Norge Luis Ruiz (ganó también un choque) y Ángel Peña serán las cartas de triunfo para buscar dos éxitos como anfitriones en el estadio José Antonio Huelga, aunque Yamichel Pérez no está descartado, pues se anotó par de sonrisas esta campaña con los medallistas de bronce de la pasada edición.
La tríada Yulieski Gourriel-Frederich Cepeda- Eriel Sanchéz tendrá que demostrar de una vez y por todas que son capaces de echarse un equipo encima y llevarlo a la cima de un campeonato, luego de diez postemporadas consecutivas, en las que no han podido pasar del tercer escaño (2005-2006), en tanto la plata del 2002 parece igualmente lejana.
¿Con qué armas cuentan entonces los discípulos de Víctor Mesa para frenar esas ambiciones? Primero, con la motivación, cohesión y gallardía que le imprime su director, quien sabe que no tiene la profundidad necesaria en el pitcheo, pero ya demostró una vez que se puede ganar un play off con solo dos lanzadores. Y ahora tiene un Joel Suárez inmenso (14 victorias y solo una derrota), junto a su talismán del pasado año, Jorge Alberto Martínez.
Ariel Sánchez, José Miguel Fernández, Yadier Hernández y Yurisbel Gracial integran un cuarteto capaz de decidir partidos y cuyo mayor deseo es dar el salto hacia el trono que su provincia festejó por última vez en 1991, cuando Henequeneros se alzó con el máximo premio.
Quizás la velocidad en función de la ofensiva, el juego contra toda lógica que muchas veces impone Víctor, el factor sorpresa en cada jugada y los rápidos cambios de lanzadores sean desencadenantes de nuevas victorias en este play off, que debe extenderse a siete desafíos, pues una barrida no está en los cálculos del más atrevido especialista.
Será entonces la guerra deportiva entre un mánager debutante como Aragón y otro con mucha más experiencia como Víctor, que busca nuevamente un oro nacional que le fue esquivo al frente de Villa Clara en cuatro años y de Matanzas en la pasada edición. Sin desconocer o subestimar a ninguno de las dos selecciones semifinalistas, una mordida de los cocodrilos parece más cerca que el canto de los gallos. Cualquier posición contraria, bienvenida sea al debate desde este domingo.
Términos y condiciones
Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.