París… no vale una misa

Un par de frases históricas, muy conocidas, se han adueñado parafraseadas de las pantallas en nuestras dos últimas notas de judo. La primera fue “Todos los caminos… no conducen a Roma” (porque la preparación, o ruta crítica, de los cubanos no pasará por ahí). La de hoy es: “París… no vale una misa”.

Bueno, quizás hasta le podríamos cambiar el título a una novela de Ernest Hemingway. Y escribir: “París no era una fiesta”.

Vamos ya al grano: se acaba de disputar allí, en la Ciudad Luz, su tradicional Grand Slam (al que se le acostumbra a calificar de “un mundialito”). Y la verdad, para calificarlo sin demora, no vaya a ser que los lectores piensen estamos tratando de esconderles la pelota, o el kimono, es que a los judocas cubanos no les fue bien. Pero, según pienso, aunque ello se debe tener en cuenta no hay que encender las alarmas. Le puede suceder a los de casi cualquier país (¿menos a los de Japón?).

Bueno en este caso, pero esa no es la última verdad, los de Ciudad Luz, quedaron por encima de los de la Tierra del Sol Naciente: Francia terminó con cuatro medallas de oro, una plata y dos bronces. En tanto Japón lo hizo con 2-2-2. Pero…muchas veces hay un pero, y en este caso parece haberlo:

• Consulte además: Todos los caminos… no conducen a Roma (+Video)

Ya sabemos que los padres del judo se reservan en muchas competencias. No se tiran con todas sus primeras figuras ni con todo su poder, como sí ocurrió con aquellas dos terribles bombas atómicas que en 1945 Estados Unidos lanzó sobre las ciudades de Hiroshima y Nagasaki. La primera mató a unas 140 000 personas, incluyendo aquellas que fallecieron por las heridas y los efectos de la radiación en los días y años siguientes. Y la segunda les costó la vida a unas 70 000 personas.

Claro, a la hora de pronosticar qué ocurrirá en el judo de los Juegos Olímpicos de París 2024, que verán acción del 26 de julio al 11 de agosto, se debe pensar que el himno nacional que más se escuchará es el de Japón, llamado "Kimi ga yo", lo cual significa "Que tu reinado perdure por siempre".

¿QUÉ PASÓ?

Los dejamos con unos datos contundentes de porque al Grand Slam de París se le dice “mundialito”: se inscribieron 621 figuras, de 107 naciones, atraídos por el poderoso imán de la segunda parada del World Judo Tour. Y, claro, por supuesto, también porque París montará ya dentro de pocas semanas los Juegos Olímpicos.

Y fíjense si lo que escribo parece ser muy serio, eso de que cualquiera puede tener un traspiés, que ello le sucedió no hace mucho al francés Teddy Riner, quizás el mejor judoca de la historia, quien reapareció ahora ganando el Grand Slam de París. Y a él le pasó en una “hora cero”: los Juegos Olímpicos de Tokio. Pero eso puede ser tema de otro comentario…

¿Qué pasó con nuestros ocho compatriotas en París?

Lo mejor esta vez lo aportó Maylín de Toro (división de los 63 kilogramos), ganadora antes de dos medallas de plata y dos de bronce en Grand Slam, una figura en ascenso de la cual pueden esperarse buenas noticias, al avanzar al repechaje de su división, fase en la cual no pudo conseguir la victoria y quedó en séptimo lugar. En ella, pese a ser en teoría la favorita, cedió por ippon contra Gankhaich Bold, de Mongolia, quien terminó con una de las medallas de bronce, en su mejor resultado de por vida.

Las mayores probabilidades, teniendo en cuenta sus palmarés, recaían en los hombros de Andy Granda (+100), campeón mundial de Taskent 2022, y en Iván Silva (90), medallista de plata en el mundial de Bakú 2018, por solo mencionar sus mejores resultados históricos.

Granda cedió en tercera ronda contra el kazajo Yerassyl Kazhybayev, ya en Regla de Oro (a los 50 segundos), quien terminó con bronce, también su primera medalla en un Grand Slam.

El camino de Silva solo tuvo un combate: perdió en su debut con el griego Tselidis Theodoros, con quien se repitió la situación que acabamos de mencionar con el kazajo: finalizó con una de las preseas de bronce, también su primera en Grand Slam.

LOS DEMÁS

Quizás lo más sorprendente fue lo que le ocurrió a Magdiel Estrada (73), eliminado por el argentino Facundo de Lucía, quien no aparece en el ranking IJF y no participaba en competencias de este tipo desde marzo del año pasado. A lo mejor en los planes de Magdiel, incluidos los olímpicos, haya sido bueno este corrientazo tan sorprendente.

• Consulte además: Otra radiografía al judo de Cuba (+Video)

Otros de nuestros compatriotas que no pudieron, en circunstancias diferentes, fueron Jonathan Charón (60), Orlando Polanco (66), Idelannis Gómez (70) y Lianet Cardona (78).

Sí, falta más…

Bueno, no puede olvidarse que no se puso su judogui la carta más segura del judo cubano durante los últimos años: la muy respetada Idalis Ortiz, de +78, ganadora en Juegos Olímpicos de una medalla de oro (Londres 2012), dos de plata (Río 2016 y Tokio 2020), una de bronce (Beijing 2008), quien aspira a la hazaña de poder subir al podio también en los de París 2024.

“La idea siempre fue, aunque llegamos días antes bases de entrenamientos en Europa, que Idalis no participara en el Grand Slam de París, como parte de una estrategia para que fuera aumentando su forma deportiva”, nos dijo Rafael Manso, comisionado nacional, para los lectores de Cubahora.

“Sí debe competir ya en el Grand Slam de Taskent, que será del primero al tres de marzo”, agregó el también presidente de la federación cubana.

Otros puntos, durante estas giras, y bases de entrenamiento, en la agenda de los cubanos serán el Gran Premio de Austria (8-10 marzo), el Grand Slam de Georgia (22-24 marzo) y el Gran Premio de Turquía (29-31 marzo). También tendrán el Open de Varadero (4-5 abril).

Y voy a terminar con una pregunta entre tantas:

¿Hace falta recordar que los justificados sueños olímpicos del cubano Andy Granda, que, vamos a repetirlo, ya fue campeón mundial, se darán en la división en la cual el mandamás ha sido Teddy Riner? ¿Y si se vieran frente a frente en la final..?