Un poco a la sombra del Foro de la Sociedad Civil y otros importantes acontecimientos que acapararon la atención de los medios nacionales trascurrió El Foro Empresarial, uno de los eventos cardinales que acogió la Cumbre de la Américas y sobre el cual vale la pena repasar algunos elementos.
El escenario se planteó como un momento ideal para el debate sobre cuestiones de interés común como la logística, la distribución, cuestiones relacionadas con la gestión de las fronteras, los tratados bilaterales en Centroamérica, servicios financieros así como la inversión extranjera, quizás el tópico que más interés generó para nuestro país.
Cuba asistió al evento con una delegación encabezada por el ministro del Comercio Exterior y la Inversión Extranjera (MINCEX) Rodrigo Malmierca Díaz y que incluyó a miembros de empresas estatales pero también una representación de cooperativistas y trabajadores por cuenta propia.
De esta forma, el país reconoció una vez más la importancia que confiere a dicho sector de la economía nacional y se sumó a la intención del foro de promover el establecimiento de un diálogo continuo para la cooperación público-privada con actores de la región sobre la base del análisis de experiencias de Cumbres anteriores.
La ocasión fue excelente para una nueva presentación de nuestra Cartera de Negocios que en conjunción con la Ley 118 de Inversión de Extranjera y la Zona Especial de desarrollo Mariel conforma hoy el anzuelo principal con el que nuestro país pretende atraer la atención de los inversionistas internacionales.
El titular cubano expuso en su presentación que la Cartera cuenta actualmente con 246 proyectos distribuidos por todas las provincias y representa un total de 8 710 millones de dólares que significarían una inyección de capitales sobre once sectores entre los que destacan la energía renovable, el sector agroalimentario, la minería, la industria, la construcción y el turismo.
Las relaciones entre Cuba y EE.UU fue otra de las temáticas abordadas por la delegación cubana. En este sentido se abordaron una vez más las afectaciones del Bloqueo norteamericano a la Isla y la importancia de la cooperación económica entre las dos naciones como parte del desarrollo de una nueva fase de la inserción de Cuba en el escenario económico internacional.
Uno de los momentos fundamentales estuvo marcado por la reunión que a puertas cerradas sostuvieron Malmierca Díaz y otros miembros de la delegación cubana con delegados estadounidenses y representantes del Departamento de Comercio de ese país, encuentro que se ratifica la voluntad de ambas partes en establecer un diálogo económico y cerró otro capítulo del que hasta el momento ha sido el principal punto de atención de la Cumbre: La presencia de Cuba y la relación de estas dos naciones.
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