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domingo, 24 de noviembre de 2024

La empresa estatal tiene que ser capaz de resolver sus problemas de ineficiencia

Como sujeto principal de la economía cubana, en los últimos 10 años se le han aprobado un grupo de medidas en aras de fortalecer su papel y aportes,  y ahora va camino a contar con una ley, que en diciembre deberá aprobar la Asamblea Nacional del Poder Popular

Fidel Benito Rendón Matienzo en Exclusivo 22/02/2023
2 comentarios
Empresa estatal socialista
Tal cual afirmó en Santa Clara el Presidente cubano "hay grupos de trabajo, multidisciplinarios, trabajando en la concepción de la Ley de Empresas", proceso que encabeza el Ministerio de Economía y Planificación (Foto: Granma).

A tanto de repetir que la empresa estatal socialista es el principal sujeto de la economía cubana, tal cual se recoge en la Constitución de la República y en otros documentos rectores del país, muchos damos por hecho ese concepto sin que medie la necesaria argumentación.

Por eso el domingo 19 de febrero, cuando en el programa televisivo Cuadrando la caja dedicado al tema de Las empresas y el socialismo la Licenciada Ivonne Rodríguez, directora jurídica del Ministerio de Economía y Planificación (MEP), abrió el debate explicando por qué lo es vimos en sus palabras una explicación oportuna y convincente.
“Constituye el actor principal –aclaró- porque ella es la que gestiona y administra los medios fundamentales de producción de bienes y servicios, la que provee los servicios básicos esenciales a nuestra sociedad; es el cimiento fundamental de la prosperidad, del bienestar del país; es el gestor, el ente que genera los mayores empleos en Cuba; es, además, donde se realizan las mayores y más importantes inversiones en la nación, donde incluso tiene mayor presencia la investigación, el desarrollo, la innovación, y es el entorno  donde mayormente la ciencia se transforma en bienes y servicios de muy alta estándares de calidad, en función de ese bienestar social”.
Para quienes aún pudieran tener dudas, el Doctor en ciencias Eulogio Pimentel, vicepresidente del grupo empresarial BioCubaFarma, ante la pregunta de cómo constatarlo en el día a día, respondió con estas palabras: 

“En el contexto del entramado de empresas –incluidos todos los actores económicos-  en Cuba la empresa estatal socialista es incluso un mandato constitucional y es consecuencia sustantiva del propio sistema social que tenemos; es la encargada de garantizar los servicios básicos.  ¿Cómo se puede entender un sistema de salud sin en el soporte, el apoyo de un sistema empresarial que haga posible ese  beneficio social a través de aportes económicos? ¿Cómo se puede entender un sistema educacional sin un sistema de empresas estatales que  contribuyan  con su rendimiento al Estado y, en consecuencia, permitan la financiación en su gran mayoría de estos servicios? En fin, es la encargada de garantizar los servicios básicos de la población y el desarrollo del país”, sentenció el directivo.

PREJUICIOS, FALTA DE CULTURA  EMPRESARIAL Y DE CAPACITACIÓN

En todos estos años de duro batallar no han faltado quienes se inclinan más a favor de los emprendimientos del sector privado por considerarlos sinónimo de eficiencia, mientras critican todo –o casi todo- lo que provenga del sector empresarial estatal como si la esencia de ser eficiente radicara en el tipo de propiedad,  y no en la capacidad de gestionar correctamente los procesos productivos o de servicios, ya sea un sujeto jurídico o natural.

Pero en una nación como la nuestra, sitiada por el imperio más poderoso del planeta, y donde se procura pensar como país, por la unidad de todos los cubanos, la integración de sus fuerzas, el encadenamiento entre todos los actores económicos,  pues a fin de cuentas uno complementa al otro, axiomas o encasillamientos como esos forman parte de la cruzada anticubana de considerar a la Revolución y sus instituciones como un “estado fallido”.

Entonces como sujeto principal de la economía cubana sobran razones para transformarla y fortalecerla; y ese ha sido el propósito de las 43 medidas implementadas en los últimos 10 años, que le otorgan más facilidades para negociar, buscar soluciones y crear alianzas, que les dan más autonomía y facultades a los empresarios, sin dejar de reconocer que han tenido que crecerse en condiciones muy adversas, de crisis externas e internas, de obstáculos bien diversos y complejos, empezando por el recrudecido bloqueo estadounidense.

Pero todavía existen prejuicios en acercarse a una forma de gestión no estatal, en el necesario encadenamiento para  complementar el ciclo o proceso productivo, o de servicio.

Lo primero es lograr la conciencia, la cultura en el sistema empresarial o en los empresarios cubanos, y eso ha faltado.
“No basta con que la norma salga en la Gaceta Oficial de la República. Hace falta capacitar. A veces nos preguntamos por qué en el país no se da la carrera de Licenciatura en Administración Empresarial porque muchas veces quien está al frente de la empresa es un licenciado en Español, un abogado, un ingeniero, un médico …sin demeritar la labor que realizan, pero dirigir una empresa es un arte, eso requiere una  capacitación y formación. Son de las cosas en que hay ir trabajando”, opina la directora jurídica del MEP.

UNA LEY DE EMPRESAS PARA PONER LAS COSAS EN SU LUGAR

Para Ernesto Guzmán, miembro fundador de la cooperativa no agropecuaria Crea Entorno, “el  cambio de mentalidad y la preparación de los empresarios ha sido un eslabón a tener en cuenta que enlentece toda la voluntad política de lo que se quiere hacer.

“Hemos tocado algunas puertas y lugares donde hay quienes te dicen nosotros no trabajamos con Cooperativas no Agropecuarias, o con particulares.  Entonces  en lo personal uno se siente un poco triste, como también hay que fortalecer los aparatos jurídicos de las empresas porque en espera de que aparezca el abogado  muchas veces se demora el contrato o no se realiza.

“Recuérdense que todo esto que se está haciendo (en materia de transformaciones)  partió de aquel discurso memorable del  General de Ejército Raúl Castro, que se llevó a consulta popular, generó más de 750 mil planteamientos y derivó en Los lineamientos y es lo que estamos hoy implementando una década después(…) Creo que  ambos sectores (incluidos el privado), pero sobre todo el sector empresarial debe requerir permanentemente de una actualización de leyes, de normas y de saber hacer ¿No? Y de estar a tono con todo”, señala el destacado cooperativista.

En tal sentido desde hace un tiempo se viene hablando de una Ley de Empresas, la cual será sometida a su aprobación en diciembre próximo por la Asamblea Nacional del Poder Popular.

“Dentro del cronograma legislativo estamos insistiendo en que podamos llegar a ella este año. Hay grupos de trabajo, multidisciplinarios, trabajando en la concepción de la ley, dijo el viernes 17 en Santa Clara, municipio por el cual es candidato a diputado, Miguel Díaz-Canel, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, en un encuentro con representantes del sector de la construcción.

Efectivamente, desde el 2022 se trabaja en la elaboración de las bases del anteproyecto, que será enriquecido en todo el país con los aportes de directivos, trabajadores, especialistas y académicos, y que sin dudas ayudará a definir, unificar, regular, en fin, a establecer las reglas del juego en torno a la empresa estatal socialista.

“¿Cuál es el modelo de empresa que necesitamos” se preguntó hace unos días en La Habana Alejandro  Gil Fernández, vice primer ministro y titular del MEP, y precisó que esa nueva normativa ayudará a poner en su lugar muchas cosas asociadas a las misiones, la gobernanza, las Juntas de gobierno, las Osde (Organización Superior de Desarrollo Empresarial), la asignación de recursos, las facultades para promover la inserción internacional, la creación de negocios con inversión extranjera, entre otros aspectos.

Una encuesta a 646 empresarios, en busca de los primeros consensos, abrió el proceso de discusiones, que deberá ser sobre el alcance, objetivos y principios de la nueva ley, y en relación con la empresa estatal lo referido a sus movimientos organizativos y descentralización, tipología, la integración, el patrimonio, las formas de asociarse o expandirse, el régimen económico, la autonomía, las relaciones financieras con el Estado, la participación de los trabajadores, los órganos de dirección, la responsabilidad social y el control y la auditoría interna.

De acuerdo con la directora jurídica del Ministerio de Economía y Planificación “se trabaja en ir clasificando las empresas,  que cada una tanto en política fiscal, tributaria, en materia inversionista, de precios y de incentivos, entre otros aspectos, tenga un traje a la medida porque en dependencia del sector o las ramas no todas son iguales.  
También existe una rigidez y una homogeneidad en la estructura empresarial, que va desde Osde, empresa, filial y UEB (Unidad Empresarial de Base). ¿Por qué no puede haber otras formas organizativas jurídicas de la empresa estatal? , se preguntó Ivonne Rodríguez.Ella es del criterio que en consecuencia con ello “ha habido una deformación del rol  y las funciones de las Osde, pues muchas veces asumen funciones de los directores de empresas”.

LA EMPRESA ESTATAL TIENE QUE SER CAPAZ DE RESOLVER SUS PROBLEMAS DE INEFICIENCIA

En su reciente encuentro en Santa Clara con representantes del sector de la construcción, en su condición de candidato a diputado por ese municipio, el Presidente cubano afirmó que la empresa estatal tiene que ser capaz de resolver sus problemas de ineficiencia.

Y alertó que algunas no quieren que sus Unidades Empresariales de Base (UEB) se les vayan, porque si se les van, es como si la empresa se derrumbara; entonces, en vez de pensar en perfeccionar la empresa, lo que están perfeccionando es un mecanismo administrativo que limita el desarrollo de la UEB”.“Hay trabas que nos las imponemos a nosotros mismos y que nos impiden aprovechar facultades que hoy tienen las empresas”, dijo el jefe de Estado, quien recordó cómo la dirección del país las ha exhortado a que amplíen el objeto social, a que ofrezcan todos los servicios posibles a la población.“Los directores de empresa tienen que asumir que la mejor dirección que van a hacer es cuando den participación real a sus trabajadores en la toma de decisiones”, sentenció Díaz-Canel.
fin


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Fidel Benito Rendón Matienzo

Periodista con 40 años de experiencia, dedicado actualmente a temas económicos, merecedor en 2022 del Premio por la Obra de la Vida, durante 20 años ocupó diversas responsabilidades, además de ser tutor y miembro de Tribunales de Tesis de Grado e integrar jurados de concursos nacionales de Periodismo, de la UPEC y la ANEC.

Se han publicado 2 comentarios


LÁZARO GÓMEZ VERANO
 8/4/23 13:41

Si la Economía es una Ciencia entonces dirigir una Empresa no es un Arte,es una CIENCIA.Si esto no es así propongo a Alpidio Alonso como Ministro de Economía para que se apruebe en la próxima ANPP. Como dijo Camilo Torres hace muchos años en un cónclave de sacerdotes latinoamericanos: ¨No se trata de discutir si el Alma es mortal o inmortal,la que si es mortal es el Hambre¨

Ramón
 23/3/23 16:48

Excelente artículo respetado periodista.Sobre todo " ...como si la esencia de ser eficiente radicara en el tipo de propiedad, y no en la capacidad de gestionar correctamente los procesos productivos o de servicios, ... "

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