Los subsidios que se entregarán desde el próximo lunes a personas de poca solvencia para construir, reparar o rehabilitar sus viviendas constituyen la confirmación de aquella reciente advertencia de Raúl de que “nadie quedará desamparado”, en una sociedad que se modifica y perfecciona, pero cuya naturaleza socialista pone al ser humano en el centro.
La jefa del Grupo de Otros asuntos globales de la Economía de la Comisión Permanente de Implementación y Desarrollo de los Lineamientos, Raquel Rodriguez, subrayó en una comparecencia televisiva que esa es la primera medida de subsidio a personas naturales y no a productos.
Explicó que ese será un proceso gradual, dirigido a ayudar a personas que tienen disposición y no tienen solvencia económica para emprender la construcción, reparación o mantenimiento de su vivienda.
La funcionaria recordó que antes se liberó la venta de materiales con precios sin subsidio, luego se aprobaron los créditos a particulares para pagar la construcción y la mano de obra y después se rebajaron los precios de 122 materiales de construcción, lo que, subrayó, constituye una medida que favorece a los más necesitados.
Los nuevos subsidios, que se otorgarán sólo por una vez y no tienen que ser devueltos, tienen la finalidad de financiar la compra de materiales y el pago de la mano de obra.
De este modo se cumplen los Lineamientos 173 y 299, aprobados en abril último por el VI Congreso y relacionados con la eliminación de gratuidades indebidas y subsidios excesivos, así como con la construcción de viviendas por esfuerzo propio y la ayuda a las personas necesitadas.
Tendrán prioridad las familias afectadas por catástrofes naturales -ciclones, inundaciones, deslizamientos de tierra, incendios y otros considerados como tales-, cuyos inmuebles sufrieron pérdidas totales o parciales y hoy tienen un avanzado estado de ejecución.
También los casos sociales críticos, en particular quienes habitan en condiciones vulnerables, y demuestren que por falta de solvencia económica no pueden asumir las acciones constructivas.
Otro miembro de la Comisión, Miguel Limia, agregó que los gobiernos municipales son los encargados de otorgar los subsidios que, aclaró, no son un préstamo pero constituyen un compromiso moral y jurídico de ejecutar la obra.
“Es un financiamiento a una persona con desventaja socio-económico para un objeto de obra específico, por lo tanto exige la iniciativa y responsabilidad personal y familiar para resolver los problemas de viviendas”, apuntó tras destacar el papel que tendrá el contrato que establece las obligaciones y derechos de las dos partes.
La fuente de esos subsidios son los impuestos sobre las ventas de materiales de construcción, cuyo 40 por ciento será entregado a los gobiernos provinciales y otro 8,5 por ciento a la reserva central del estado que tendrá la facultad de decidir casos puntuales.
El director general del Presupuesto, Adalberto Carbonell, explicó que los fondos disponibles se modificarán según la economía presupuestaria de cada provincia y las necesidades locales.
El funcionario del Ministerio de Finanzas y Precios adelantó que para el presente 2012 ya se cuenta con un fondo de 167 millones de pesos para las provincias, aunque si se cumple el plan de producción y venta de materiales se podrá llegar hasta unos mil millones de pesos.
La directora Económica del Instituto Nacional de la Vivienda, Loyda Obregón, explicó que la solicitud de subsidio se hará en las Oficinas de Trámites de las Direcciones Municipales de la Vivienda, y donde estas no existan, en las Unidades Municipales Inversionistas (UMIV) de la localidad donde reside el interesado, quien deberá presentar el proyecto con el listado de materiales y la licencia de construcción.
Esas instancias dispondrán de 15 días hábiles para preparar el expediente que, además, contendrá la evaluación integral de la situación económica de los solicitantes, realizada por especialistas de las direcciones de Trabajo.
Después el documento será puesto a consideración del Consejo de la Administración Municipal del Poder Popular, órgano que tendrá otros 30 días laborables para aprobar o no la petición de hasta 80 mil pesos para una vivienda de 25 metros cuadrados.
De recibir autorización, las compras de los materiales se realizarán mediante un cheque de gerencia, a los precios oficialmente aprobados, formulado por la entidad bancaria a favor de la Unidad de Venta Minorista.
En caso de incluir el pago de la mano de obra, dicho documento será emitido a nombre del trabajador por cuenta propia que ejecutará las labores, cuya ejecución según los plazos establecidos en el contrato será controlada por la UMIV.
Ante cada solicitud de subsidio, se hará una investigación socioeconómica del solicitante para evaluar ingresos, gastos y problemática del núcleo familiar, acotó Yusimí Campos, del Ministerio del Trabajo y Seguridad Social.
Por su parte, la viceministra de Comercio Interior, Bárbara Acosta, añadió que los casos aprobados por los Consejos de la Administración Municipales, podrán ir con su contrato a las tiendas que ofertan materiales de construcción, reservar los productos por cinco días y con un certifico ir al banco donde abrió la cuenta, el cual emitirá el cheque de gerencia para recoger los materiales, incluidos los que se ofertan en divisas.
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