//

sábado, 23 de noviembre de 2024

5 septiembre 1957: monumento al pueblo cienfueguero

La lucha en las ciudades contra la dictadura de Fulgencio Batista tuvo en el levantamiento armado cienfueguero uno de sus hitos más importantes, donde brilló el heroísmo y la valentía de los jóvenes revolucionarios de la Perla del Sur…

Narciso Amador Fernández Ramírez en Exclusivo 05/09/2022
0 comentarios
5 de septiembre de 1957
El Colegio San Lorenzo fue foco de la mayor resistencia revolucionaria. La foto es del propio día de los sucesos

Hace ahora 65 años se produjo en la ciudad de Cienfuegos uno de los actos de heroísmo más relevantes de la lucha en las ciudades: el levantamiento armado del 5 de septiembre de 1957 contra la dictadura de Fulgencio Batista, acción que por unas 24 horas mantuvo en jaque a las fuerzas represivas del tirano y día en que la libertad anduvo por las calles de la hermosa urbe cienfueguera.

Lamentablemente la falta de sincronización impidió cumplir los objetivos de la acción, pero marcó un hito y ratificó la voluntad del pueblo cubano de luchar con todas sus fuerzas y al costo que fuera preciso, para derrocar la feroz dictadura entronizada en el país tras el Golpe de Estado del 10 de marzo de 1952.

El levantamiento armado debía realizarse de manera coordinada a nivel nacional con el ataque al Palacio Presidencial, madriguera del tirano Batista, y la toma del Estado Mayor de la Marina, ambas acciones en la capital de la República, apoyada por otras similares en Cienfuegos y Santiago de Cuba.

El 3 de septiembre hubo una reunión en La Habana donde participaron los oficiales de Marina de mayor graduación, involucrados de última hora, quienes deciden de manera unilateral posponer las acciones previstas para dos días después. Ese mismo día, Julio Camacho Aguilera, miembro de la dirección provincial del M-26-7 en Las Villas, se encontraba en La Habana, recibiendo órdenes detalladas de Faustino Pérez y contactando con el teniente de fragata Dionisio San Román para realizar la acción del día 5.

La falta de comunicación con los dirigentes del M-26-7 y los oficiales de la Marina impidió que la noticia llegara a tiempo a los revolucionarios cienfuegueros.

El 5 de septiembre de 1957 la urbe cienfueguera amaneció bajo los tiros. Un artículo de Miguel A. García Alzugaray, publicado en el periódico 5 de Septiembre, cuenta al detalle los sucesos de aquel día: «Alrededor de las 5:20 a.m. del 5 de septiembre, el cabo Santiago Ríos Gutiérrez pone en marcha el plan acordado para tomar Cayo Loco, importante base naval del distrito sur. Tomada la base, se dio paso a los jefes de las acciones y a los milicianos del 26 de julio, que permanecieron acuartelados, y acudieron a buscar las armas ocupadas, parte de las cuales se entregaron al pueblo.

«Se tomaron además las estaciones de la Policía Marítima y la Nacional, acción esta última en la que cae mortalmente herido Gregorio Morgan, el primer mártir de esa gesta».

Ya a las 9:00 de la mañana, el dirigente del 26 de Julio y jefe político de las acciones, Julio Camacho, se percata que ha fallado la simultaneidad y le propone a Dionisio San Román marchar hacia el lomerío del Escambray y desde allí continuar la lucha. La idea es desechada y ambos dirigentes concuerdan en seguir los combates en la ciudad sureña, conscientes del riesgo que asumían.

Por el mediodía los combates arrecian en el Colegio San Lorenzo, el Ayuntamiento, la estación de Policía y en los alrededores del parque Martí. Comienzan a llegar refuerzos desde Santa Clara y Matanzas y la situación se torna cada vez más difícil para los revolucionarios. En horas de la tarde la aviación del tirano bombardea la estación naval de Cayo Loco.

La superioridad militar obliga a dejar poco a poco la resistencia armada. A partir de ahí se inicia la feroz represión del tirano Batista: «No quiero ni heridos ni prisioneros», fue su orden expresa.

Dionisio San Román es tomado prisionero y llevado a La Habana donde fue asesinado tras sufrir terribles torturas. Los sublevados del Colegio San Lorenzo mantienen los combates durante horas, pero ya el día 6 por la madrugada se rinden. Todos sus defensores, encabezados por el alférez Dimas Martínez Padilla, fueron asesinados.

Solo la solidaridad del pueblo cienfueguero -que abrió sus casas para ocultar a los revolucionarios- impidió que la masacre fuera aún mayor. Dentro de los que logran sobrevivir estuvo Camacho Aguilera, quien alcanzaría con posterioridad los grados de Comandante del Ejército Rebelde y se mantiene como roble casi centenario en defensa de la Revolución que ayudó a construir.

El propio Camacho Aguilera, en informe valorativo de los sucesos del 5 de septiembre, escrito pocas semanas después de los sucesos, afirmaría: «Las acciones se desataron en cadena por la ciudad en un hecho sin precedentes, el pueblo estaba respondiendo al 26 de Julio que armó a las milicias y al pueblo cienfueguero, los que combatieron dando vivas al 26 de Julio, viva a Cuba libre y a Fidel. [...] la Revolución fue dueña absoluta de la ciudad de Cienfuegos».

Justo es significar que hubo otros pequeños focos insurreccionales ese día en Santa Clara, la capital de la antigua provincia de Las Villas, cuyos revolucionarios intentaron impedir que la dictadura enviara refuerzo desde el Regimiento 3 «Leoncio Vidal».

Ese propio día 5, fueron capturados y asesinados, los revolucionarios santaclareños Laureano Anoceto March, su hijo Eduardo Anoceto Rega, y Rubén Carrillo Sánchez (Carrillito).

Fidel, al enjuiciar esos hechos de heroísmo y en ocasión de conmemorarse el aniversario 20, afirmó: «No pudimos mantener entonces el Cayo, no pudimos mantener el Colegio San Lorenzo, ni el Ayuntamiento, ni el parque Martí, ni la ciudad (…) No lo tomamos entonces, pero lo tomamos después, y lo tiene nuestro pueblo ahora definitivamente y para siempre. Y hoy somos dueños de nuestra Patria, no solo porque supimos conquistarla, sino porque supimos también defenderla digna y heroicamente».

Este 5 de septiembre, a 65 años de aquellos sucesos, el pueblo cienfueguero volverá a homenajear a sus héroes y mártires. Se efectuarán asaltos simbólicos y actos en escenarios principales de los hechos: Distrito Naval Central de la Marina de Guerra, (hoy Museo Histórico Naval), Ayuntamiento Municipal (sede del Gobierno Provincial) y Colegio San Lorenzo (escuela secundaria básica urbana 5 de Septiembre).

Mientras la actividad central se realizará a partir de las 7 de la mañana en el Parque José Martí, otro de los lugares donde ocurrieron acciones significativas.

Un día para recordar glorias pasadas, las que al decir de José Martí, permiten sacar fuerzas para adquirir las glorias nuevas.


Compartir

Narciso Amador Fernández Ramírez

Periodista que prefiere escribir de historia como si estuviera reportando el acontecer de hoy


Deja tu comentario

Condición de protección de datos