//

lunes, 25 de noviembre de 2024

Darnos vida más allá de una fecha

Cada joven debe analizar qué significa Girón para él, y no limitarse a escuchar y recordar una historia que quizás no deja explícito todos los detalles de la gesta cubana...

Yoelvis Lázaro Moreno Fernández en Exclusivo 16/04/2014
2 comentarios
girón_
Cada joven debe pensar qué significado tiene en la actualidad los sucesos de Playa Girón.

Abril nos amuralla la razón. Y lo logra una y otra vez. Y lo alcanza desde esas marcas que se aventuran en el calendario a ser contadas, a reeditarse como novedad, entre proféticas y reales, entre vedadas y variopintas, entre sabidas y por saberse. ¿Qué no conocemos de Girón?, ¿qué más se puede decir que no nos hayan dicho?, se cuestiona desde un aula de preuniversitario un alumno que, al parecer, se aísla de la capacidad de los asombros, que vulnera las lógicas del redescubrimiento, que se resiste a renarrarse, a reformularse historias, que no quiere ser más lo que fue, es y será, y punto.

El alumno, o mejor, este alumno, que pudiera reproducirse al calco en no pocos confines de esta Isla, no es una invención, no está exilado en lo raro, no es capricho que se abstiene a no creer. Pensemos que a veces, aunque nos duela, las historias nos suenan archiconocidas, nos saben a teque liviano y soso. Y no es que hayan dejado de ser lo que fueron, porque al fin y al cabo son historias, sino que no siempre vamos buscando cómo trascender los hechos, cómo no quedarnos en el descriptivismo de aconteceres de los que quizás —aunque no me atrevo a afirmarlo con absolutismo—  ya sabemos algo.

Por estos días en  que, para bien, hablamos de Girón, de lo que fue la proclamación del carácter socialista de la Revolución por nuestro Comandante en Jefe, de lo que es la primera derrota del Imperialismo yanqui en América, se hace algo tendencioso acunarnos a la sombra de los mangles de la ciénaga y verter en ráfagas lo que fue aquello, lo que fue un hecho del que ya existen cientos de monografías, relatos y artículos historiográficos que reseñan lo sucedido. Y que, si fuéramos a darles un realce, como debiera plantearse en todo material periodístico que se conciba en su integralidad, no serían más que esos complementos que, sin yuxtaposiciones o sumatorias de última hora, se conviertan en un recurso de consulta, en una expresión que nos ayude a comprender mejor.

Pero lo primero, si buscamos irnos a la fecha o andar por ella, es contextualizarla, es decir, verla desde uno, llevarla desde nosotros, entenderla desde lo que es para cada cual, porque de lo contario perdería toda fuerza de la emoción, toda energía para inspirarnos a crear y creer en ella. Lo digo porque a veces siento que en no pocos casos nos diluimos en retóricas impensadas o miméticas que nos mueven hacia la agonía, hacia la repulsión, y no nos damos chance al disentimiento sano, no  abrazamos la oportunidad de darles sentido a las cosas más allá del que algunos les confieren o nos enseñaron a tributarles.

Para mí Girón, al tratarse de buscar un concepto, un método, una explicación que me lo ilustre, me lleva a pensar más de lo que algunos se imaginan. Y lo digo sin extremismos verbales ni miradas ostentosamente situadas en la profundidad. Más bien acudo a la nobleza con que un vecino, que formó parte del primer batallón cienfueguero que llegó a la ciénaga en aquel abril de 1961, me preguntó una vez por qué cada cual no se debate qué es para sí Girón, pues él, que estuvo en medio de la furia bélica, que sintió en carne propia el peso de la pólvora, la metralla blandiendo cerca, no es de los que se regodea en creer que «había que estar allí para saber de verdad lo que fue aquello».

Y creo en el hecho, en la hazaña, en la hora y el grito ante tantos estrépitos. Creo en la sangre y el salitre curtido de tantas tristezas, creo en el derrame de las nostalgias, las desesperaciones. Creo en demasía en quienes estuvieron, en quienes armaron la epopeya y la dignificaron en aquella hora en que madrugó Cuba con sus libertades ya emprendidas dos años antes.

Pero, ¿acaso no será mejor estimularnos a repasar Girón a la luz de estos tiempos, sujetar la fecha a la Cuba de las mil cotidianidades y los cambios que se hacen  cruciales en esta circunstancia precisa? ¿Cómo hacernos solo del Girón de hace más de cinco décadas sin que veamos la continuidad en los caminos de hoy, en los entresijos, en los desafíos de quienes, sin haber conocido la guerra, como yo —ni quererla conocer tampoco— andamos comedidos, atentos, en suspenso, ante las veleidades de otros tipos de campaña, ante ruidos que no suponen el verdadero «zunzuneo» de un ave tan criolla como el zunzún que aman los niños, ante los desaguisados de otras beligerancias y esterilidades que se operan a esta hora desde campos renovados, diferentes, «tecnológicamente» modernos?

Abril nos amuralla la razón, pero nos invita a mirar lejos, a divisar más allá, a no quedarnos en la épica de la gesta, a no solo trasladarnos a la mera relatoría, a no albergar lo que es, en términos exactos, y ya.  Cada cual puede deliberar Girón, y si, como nos dice Silvio en su canción de engendros y maravillas, amamos la arcilla que va en nuestras manos, ahí está para todos la hazaña mejor, las respuestas siempre presumibles e inagotables al alumno que, dudoso y ávido de sentirse emprendedor, se ha preguntado: ¿Qué no conocemos de Girón?, ¿qué más se puede decir que no nos hayan dicho?



Compartir

Yoelvis Lázaro Moreno Fernández

Joven periodista que disfruta el estudio del español como su lengua materna y se interesa por el mundo del periodismo digital y las nuevas tecnologías...

Se han publicado 2 comentarios


Yoelvis Lázaro
 17/4/14 17:34

Me parece interesante todo lo que usted plantea, estimado lector. Creo que por ahí se mueve la tesis del trabajo: en que hay que buscar atractivos para aprender más de Girón. No significa que nos lo sepamos todos, que sea este un inventario temático cerrado al que nos debamos sumar novedades, hechos insólitos, maneras diferentes de ver el acontecimiento. La idea es acercarnos con el empoderamiento emotivo y fáctico que cada cual puede hacer de una gesta que forma parte ineludible de la historia patria. Gracias por sus consideraciones. Seguimos en contacto.

senelio ceballos
 16/4/14 10:25

Hola Yoelvis!! ..QUE MAS PODREMOS DECIR SOBRE GIRON?..Estimado periodista, falta mucho por hacer y decir sobre esos momentos historicos... ..Ud conoce cuantos museos PANORAMICOS. existen en el mundo?... ..Cuales son los razgos caracteristicos de esos museos? ..Donde estan los mas importantes? Mirad Ud..con solo responder estas preguntitas...Podemos escribir varios tomos sobre GIRON.. Si me permite Ud y el colectivo cubahora..Les dire que el mas grande esta en EU..Sabre la batalla determinante de las tropas del sur y del norte ..[ es un lugar que quisiera conocer] El segundo esta cerca de Moscu..Cuando las fuerzas del imperio ruso..decidieron quemar a la ciudad antes de entregarla a NAPOLEON..[ caso muy parecido a nuestro Bayamo] Hoy alli vienen miles de ciudadanos franceses a colocarle sus flores a sus familiares muertos alli.TAMBIEN visitan ese CAMPUS-PANORAMICO, miles de rusos para ponerles flores a su heroes muertos alli..Curando heridas de ambas partes!! Creo que aun se ha hablado/escrito poco sobre el papel historico que jugo Giron, en el mundo latino de hoy..y lo que debemos hacer...PARA AYUDAR A CURAR HERIDAS DE LAS FAMILIAS CUBANAS!!! Aqui en la ciudad de STALINGRADO tenemos el tercer PANORAMICO, cada anno visito el lugar con chicos extranjeros y cada vez estoy mas seguro que NUESTRO GIRON / COVADONGA..necesita uno bajo esos criterios... va!! LIC.MORENO HERNANDEZ y equipo de jovenes..aqui tienen TELA POR DONDE CORTAR..Dicen los guajiros-carboneros de nuestra querida cienaga!! Exitos y espero vuestra resplica!!! Yo siempre listo!!! ?????? ?????!!!!?omo los pioneros a los cuales ud dedico su trabajo periodistico ..GIRON.. aun incompleto!!

Deja tu comentario

Condición de protección de datos