En un país donde se sabe que el talón de Aquiles es la economía, Estados Unidos ha decido “apoyar” (y estamos hablando de millones de dólares) “a personas y organizaciones no gubernamentales independientes en favor de los esfuerzos de democratización de Cuba”. Es por eso que son muy bien pagados entrevistas, videos, libros… sobre transiciones a la democracia, derechos humanos y economías de mercado. Cabría preguntarse si estamos hablando de movimientos ideológicos reales o de mercenarios que ya han fijado su precio.
Con la Helms-Burton han venido nuevas medidas, pero la finalidad siempre ha sido la misma de una administración a otra en Estados Unidos: un cambio político en Cuba que favorezca sus intereses. No se trata de derechos humanos, de democracia, de libertad…, sino de una relación de sumisión.
Al respecto, el especialista del Centro de Estudios Hemisféricos y sobre Estados Unidos, Luis René Fernández Tabío ofreció sus consideraciones en exclusiva para Cubahora: “El financiamiento a una contrarrevolución por parte del Gobierno de EE.UU. ha sido siempre parte de sus instrumentos para restablecer la dominación económica y política en Cuba. Las bandas terroristas, los sabotajes, la guerra sucia contra Cuba de la CIA como principal agencia en funciones de esa política llevaron a la derrota en Girón a los mercenarios”.
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LA TENDENCIA DE TRUMP ES MÁS AGRESIVA
“Estados Unidos ha desarrollado instrumentos y formas de apoyar estas fuerzas más sutiles e indirectas, mediante la Usaid y desde la Fundación Nacional para la Democracia (NED) para ocultar en lo posible la participación directa del Gobierno de Estados Unidos. Lo han hecho de modo sutil, a través de organizaciones e instituciones hasta de terceros países, supuestamente independiente; pero enfrascadas en los “programas Cuba”, que son aquellas que pagan por fuentes informáticas, páginas web y todo tipo de artimaña para propagar sus campañas contrarrevolucionarias con distintos disfraces de jóvenes luchadores, prensa independiente, etc.”, dijo el investigador cubano.
A pesar de esa aparente sutileza, con Trump las artimañas se han vuelto más agresivas: “El financiamiento directo e indirecto a toda esa actividad de propaganda y de acciones subversivas no se detiene con el gobierno de Trump, aunque no es la tendencia de su preferencia, que como se sabe son los instrumentos de fuerza. Actualmente se conoció se han aprobado, como es usual, más de 20 millones de dólares anuales para estos menesteres.
“Sin embargo, el actual gobierno con su despiadada e inhumana política, que daña las vías legales de emigración y viola el convenio en esta esfera con Cuba, obstaculiza los viajes y las relaciones familiares, afecta a todos los sectores de la sociedad, incluyendo el no estatal, aunque pretenda decir lo contrario, deja muy claro cuál es la fuente del mal y los problemas coyunturales por los que atraviesa el país”, agregó.
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LA RESPUESTA ANTE TANTAS AGRESIONES
—La Lista Restringida de Entidades y Dependencias cubanas, con las que las instituciones y personas naturales o jurídicas estadounidenses tienen prohibido realizar transacciones ya llegó a 209 y crece constantemente, ¿cuál será la alternativa para esta puntual agresión?
—La extensión de la lista pone cada vez más en claro la falsedad de la política, supuestamente dirigida a privar de financiamiento a los órganos de la seguridad y la defensa. No se les puede pedir que entiendan la realidad cubana, pero al incluir más empresas, cada vez es más frágil la mentira. El objetivo es dañar empresas importantes para la economía cubana.
“¿Qué puede hacerse? Más allá de las experiencias de tantos años en el enfrentamiento del bloqueo contra Cuba, es obvio que estas empresas y toda la economía deben fortalecer los encadenamientos productivos y de servicios internos. En el sector externo deben buscarse con intensidad e inteligencia la diversificación de las relaciones económicas con otros polos económicos con intereses de negocios en Cuba y no subordinados a los dictados de EE.UU., sin descartar a Europa, China y Rusia, que son opciones muy claras, pero debe extenderse y diversificarse todo lo más posible”.
—En muchas ocasiones se ha hablado de la ley antídoto contra el bloqueo, donde el aislador resulte aislado, ¿cuánto es posible esto, conociendo las características del escenario internacional actual?
—Debe distinguirse a los Estados, los gobiernos de países, incluso cercanos aliados de Estados Unidos que por defender su soberanía aprueban leyes para apoyar y asegurar a sus nacionales en disputas extraterritoriales que pudieran surgir al calor de esta ley puesta en práctica desde mayo pasado. Sin embargo, aunque es una expresión positiva, las empresas y nacionales de otros países valoran sus participaciones en Cuba en función de riesgos y beneficios, y la parte cubana es fundamental en ofrecer incentivos y garantías superiores a las amenazas que supone la ley estadounidense.
“La práctica ha demostrado que ello es posible y real, y se ha observado en algunas empresas. Por lo tanto, es aconsejable extender experiencias en este sentido a partir de las leyes cubanas y el marco regulador que brinde la mayor confianza y garantías de ganancia a esos futuros intereses económicos extranjeros en Cuba”.
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