Si buscamos en los anaqueles virtuales de la Real Academia de la Lengua Española el significado de la palabra anormal, la recurrida enciclopedia devuelve el siguiente resultado: Que es distinto de lo general o de lo común o se aparta de su estado natural o de las condiciones que le son inherentes. Alejado de la norma, pudiera ser otra interpretación del término. Contracorriente, carente de argumentos, de esencia.
Aprehendido el concepto tratemos de ejemplificar. Busquemos, en todo aquello que nos circunda, un atisbo de la anomalía. Pero busquemos bien, porque a veces, lo que no es normal cuando se vuelve práctica puede llegar a asumirse como algo común, habitual, repetido… Incluso algunos se acostumbran y transforman la anomalía en nuevas maneras de hacer, sortean obstáculos y los más osados pueden llegar a obtener un beneficio.
Por ejemplo, en Cuba es normal que cada lactante antes de arribar a su primer año de vida haya sido inmunizado contra seis enfermedades inmunoprevenibles, a través de un esquema de vacunación que el Ministerio de Salud Pública vela para que sea cumplido al pie de la letra.
Lo que no es normal es que una familia cargue para siempre en el pecho el dolor por la muerte del ser amado, porque debido a las restricciones del bloqueo comercial y financiero contra Cuba la compañía estadounidense ABIOMED no accedió a la comercialización del dispositivo IMPELLA, especializado para la asistencia circulatoria a pacientes en shock cardiogénico e insuficiencia cardiaca terminal.
En cada familia cubana es normal, una vez que nazcan los hijos, la habitual preparación de los infantes en el camino a la escolarización. Del prescolar al sexto, la secundaria, el pre-universitario, y hasta la universidad, habrán transcurrido muchos años en los que únicamente han tenido un deber fundamental, el de estudiar, sin costo alguno, para luego ser hombres y mujeres de bien.
Lo que no es normal es que a pesar de los esfuerzos que realiza este país para la instrucción de personas con necesidades educativas especiales; la formación de profesionales de la carrera de Educación Especial, en pregrado y posgrado, se vea afectada porque por ejemplo a la Universidad de Sancti Spíritus le fue imposible adquirir 20 máquinas de escribir SMART BRAILLER y los aditamentos auditivos que comercializa la compañía PERKINS, ambas tecnologías de fabricación estadounidense.
Cada año es normal que en Cuba los comentarios sobre los precios de los productos agropecuarios sea tendencia dentro la opinión pública. Que están caros, que son pocos, que el bolsillo del cubano no aguanta pa' más. Es normal. Como tampoco es un secreto que la producción de alimentos es uno de los programas más beneficiados en el plan del presupuesto del Estado.
Lo que no es normal es que, las afectaciones al sector de la alimentación en Cuba se deriven también de la imposibilidad de colocar los productos cubanos en el mercado estadounidense.
Es normal que ante los ojos del visitante extranjero, Cuba se presente como una especie de paraíso raro, único y tan seguro como pernoctar en los muros de un Malecón que nunca duerme. Mezcla entre las cualidades de su geografía, la cordialidad de su gente, su cultura…
Lo que no es normal es que a pesar de tener que lidiar con los estragos que deja cualquier fenómeno meteorológico, inherentes a nuestra condición insular, el turismo cubano tenga que convivir con el recrudecimiento permanente de una política dirigida a obstaculizar los viajes de estadounidenses. Que ya no lleguen a puertos los colosales cruceros o que la ausencia de un vuelo directo te impida llegar a tiempo para el último abrazo.
Más que normal, lo establece la Constitución de la República de Cuba, en su Artículo 79, cuando dicta que “todas las personas tienen derecho a participar en la vida cultural y artística de la nación”. En Cuba, cada individuo, sin importar su condición social, su raza, su sexo, su religión, una vez esté lista para ello podrá probarse como atleta, bailarín o cantante.
Lo que no es normal es decir no al intercambio cultural entre ambos países lo que resulta evidente con el brutal ataque contra artistas cubanos harto reconocidos en los escenarios internacionales como Hayla María Mompié o Gente de Zona, por el único hecho de querer vivir en su país o dar un concierto para su público natural. Tampoco es normal que en junio último la Comisión de la ciudad de Miami aprobara una resolución para pedir al Congreso de este país vetar la contratación de artistas cubanos.
En Cuba es normal que cuando se hable de deporte estemos apelando al derecho de todo un pueblo a ejercer una práctica que aboga por la diversidad, la inclusión social y el no rotundo a la discriminación racial, de género o de religión.
Lo que no es normal es que a inicio de este 2020, la Confederación de Béisbol Profesional del Caribe (CBPC) informe a la Federación Cubana de Béisbol (FCB) que no podrá garantizar la presencia del equipo ganador en la 59 Serie Nacional en la Serie del Caribe, en San Juan, Puerto Rico, y que para ello aluda a supuestas dificultades con el tiempo disponible para tramitar los visados estadounidenses, necesarios para viajar a Puerto Rico.
Es normal cuando termina un año en Cuba que desde la comunidad internacional se haga gala de los logros obtenidos en materia de ciencia e innovación en este país. Que un antiviral creado por cubanos esté entre los fármacos usados para atacar el nuevo coronavirus en China, es normal.
Lo que no es normal es que los científicos cubanos, mujeres y hombre de pueblo, un día tienen que lidiar con un transporte público que no da abasto, y al otro con las interminables colas en los puntos de gas licuado, porque ya no es tan fácil como antes adquirir las codiciadas balas. Y todo esto porque sencillamente no es normal que este país, hace más de seis meses, haya tenido que decretar fuertes medidas económicas como resultado de la manía de la administración estadounidense de actuar como legítima pirata del Caribe que se ha propuesto perseguir a cuanto barco de combustible intenta llegar hasta Cuba.
Como no es normal que en su obsesionada persecución EE. UU. sancionara injustamente a la Corporación Panamericana S.A., empresa creada en la década de los 90, y a la cual se le había contratado el suministro de Gas Licuado del Petróleo (GLP) que garantizaría sin afectaciones el consumo de la población.
Y frente a esta lista interminable de las “anomalías” de Cuba, para el gobierno de EE.UU lo único que no resulta normal es que, en casi 60 años de bloqueo económico y financiero, a pesar de todos los ataques, acciones subversivas con la más sofisticada tecnología, ahogos financieros y amenazas a otros países para que no comercien con nuestro país, los cubanos continuamos resistiendo y saldremos adelante como siempre.
Edgar González Pupo
21/2/20 12:46
Muy refrescante su comentario Giselle, para todos esos que andan flotando fuera de la realidad que tenemos y que se hacen olas de comentarios nada alentadores que al final se desbaratan contra los arrecifes de la verdad, de la dignidad y de la pureza de las conquistas alcanzadas y que esten claro todos que hasta con nuestro tuetano la defenderemos. Vamos por más. A su autora le pido permiso para compartir su articulo con mis seguidores en las redes sociales. Gracias.
Mimisma
20/2/20 12:38
Estoy en lo mismo Carlos, es un buen artículo para compartir, gracias Giselle por mostrar de una formal normal, lo anormal de los politicos americanos.
carlos
19/2/20 19:16
Quiero compartir el artículo en redes sociales. No encontré cómo.
CUBAHORA
20/2/20 9:36
Buenos días Carlos, el sitio digital está en proceso de perfeccionamiento y de momento la opción de compartir en redes sociales está inhabilitada. Puede poner el trabajo en Facebook copiando el link directamente en su perfil. Muchas gracias por el comentario
Elena
19/2/20 16:12
Qué novedosa manera de explicar el bloqueo. Felicidades. Estos norteamericanos sobre todo Trump hace lo indecible pero aquí estaremos ??seremos anormales?
Rafa
19/2/20 11:32
Excelente, muy lindo trabajo. Se me apretó el pecho leyendo, hay cosas que sencillamente, no pueden ser normales
Raul
19/2/20 10:25
Son impotentes, criminales y sobre todo miedosos con el ejemplo de Cuba. Verguenza les debiera dar ante el mundo que el pais mas poderoso del mundo dedique su día a día a hacer la vida imposible a un pequeño pais. Nada que son unos ratones que tienen miedo a apostar a que si nos quitan el bloqueo Cuba podrá demostrar si su socialismo es eficiente o no.
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