Evidentemente se acabó el largo estira y encoge. Por boca de míster Mike Pompeo, Secretario norteamericano de Estado, el gobierno de Donald Trump decidió finalmente activar el Título IIII de la Ley Helms Burton, que abre la puerta a que los presuntos perjudicados por las nacionalizaciones cubanas de bienes foráneos establezcan querellas judiciales contra La Habana en los tribunales gringos.
Por 22 años las anteriores administraciones estadounidenses se abstuvieron de hacer efectivo ese acápite por muchas razones, desde su carácter extraterritorial y los conflictos que desde su anuncio acarreó con algunos de los socios occidentales de Estados Unidos con inversiones en la Isla, hasta el desbarajuste legal que una posible avalancha de oportunistas reclamaciones generaría en el sistema judicial gringo, sin descontar, desde luego, que quien quiera materializar sus viejos anhelos de retomar propiedades en nuestro suelo tendrá que hacerlo por encima de toda una nación dispuesta a no ceder un ápice en sus prerrogativas.
De hecho, y vale recordarlo una vez más, las nacionalizaciones en la Mayor de las Antillas estuvieron siempre acompañadas de una sensata y objetiva propuesta de indemnización, y nunca los “perjudicados” ni las autoridades de Estados Unidos aceptaron negociaciones lógicas al respecto, como suele acontecer cuando se mira al resto del mundo con ojos prepotentes y soberbios.
Según míster Pompeo, “al fin se hará justicia” a quienes fueron “víctimas de las confiscaciones en Cuba” , incluidos aquellos personajes que en aquel instante no eran ciudadanos norteamericanos, es decir, batistianos y magnates criollos exiliados en Miami que con el tiempo adquirieron la nacionalidad gringa, un elemento inédito en toda práctica internacional.
Por último, el señor Secretario de Estado (no podía ser otra la actual retórica global gringa) advirtió a las empresas extranjeras con negocios en Cuba que deben “tomar nota” de lo que les puede venir encima, como si desde que se promulgó semejante engendro más de dos decenios atrás, no se hubiese levantado una ola internacional de protestas y medidas legales defensivas ante las pretensiones extraterritoriales de semejante legajo.
Lo cierto es que para los cubanos nada de esto resulta sorprendente ni alarmante, y es que quien ha enfrentado y resistido permanentemente el acoso, las amenazas, el terrorismo y un férreo bloqueo económico y comercial cargado de carencias y limitaciones, ciertamente ya está inmunizado frente a cualquier otra tropelía.
Seguramente las preocupaciones más serias corresponderán ahora a los tribunales gringos, que tendrá no solo que escuchar y acumular las diatribas de los carcamanes que se erijan en “demandantes”, sino además dictaminar decisiones sin respuesta tangible por los siglos de los siglos.
Ello sin descontar que apenas conocido el “anuncio” de míster Pompeo, la ministra canadiense de relaciones exteriores, Chrystia Freeland, expresó su decepción por la medida norteamericana.
Añadió la titular que ya estaba al habla con la Unión Europea sobre el asunto, y que contactó “con empresas de Canadá para reafirmar que defenderemos completamente los intereses de nuestros ciudadanos que realizan negocios e inversiones legítimas con Cuba“.
Mientras, la ministra portavoz del Gobierno español, Isabel Celaá, enfatizó que Madrid “respaldará absolutamente” a sus empresarios con negocios en Cuba y manifestó su seguridad de que la Unión Europea hará lo mismo.
Nuestro gobierno- precisó- “rechaza enérgicamente la Ley Helms-Burton” y pedirá a la UE que acuda ante la Organización Mundial del Comercio para denunciarla.
Sin dudas, son los primeros disparos de una guerra que Washington ha desatado al destapar una verdadera olla de grillos, decisión que tendrá sin dudas fuertes costos al interior del propio escenario gringo.
SíxCuba
17/4/19 15:42
La conducta de odio visceral del enemigo, no puede tener otra respuesta que la unidad de TODOS los cubanos por la Patria. Es tan evidente e irracional la agresividad, que a los que aman a Cuba no nos queda margen de discrepar sin cometer traición. El riesgo de manipulación, escalada y guerra está ahí a la vista. Ante un enemigo rabioso y poderoso, que nos desprecia, rendirse es peor que resistir. Unidad, sí por Cuba.
economico@pienso.grm.minag.cu
23/5/19 18:08
Los cubanos estamos mas unidos que nunca, y apollamos a nuestro gobierno en cualquier situación. Los Cubanos no renunciaremos a las conquistas logradas. Y defenderemos nuestra tierra al precio que sea necesario. Como nos enseño nuestro Fidel. Viva Cuba.
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