El Julito de esta entrevista no es pescador, sino coordinador de los trabajadores por cuenta propia integrados al Sindicato Provincial del Transporte. Humorista de profesión, este hombre sabe bien cuándo es momento de hablar en serio.
Con una mirada que desafía el mito del camionero insensible, nos contó del donativo que realizan estos trabajadores cada año a las salas de Oncología y de Hematología del Hospital Pediátrico de Camagüey, Eduardo Agramonte Piña. “Lo preparamos todo desde principios de año: les regalamos juguetes y un cumpleaños colectivo con payasos y todo”.
No esperaba una noticia semejante. ¿Camioneros que hacen una ponina voluntaria y regalan juguetes a niños con cáncer? Pues sí, ruedan en Camagüey todos los días y están seguros de que en la unión está la fuerza.
“Dentro de nuestro sindicato hacemos reuniones periódicas para escuchar las preocupaciones de los trabajadores y para intercambiar; no damos nada porque no tenemos nada, pero sí podemos gestionar la solución de necesidades, agrupar intereses, educar y orientar.
Decidimos organizarnos en el sindicato desde finales de octubre de 2010, cuando la apertura a gran escala del trabajo por cuenta propia, y ya hoy el 95 % de los transportistas particulares de este territorio se han afiliado: nos dimos cuenta que así logramos más y tenemos mejores oportunidades de participar en las decisiones que nos incumben…pero también escuchamos las opiniones de los que aún no se han afiliado. El objetivo es que paulatinamente vayan reconociendo las ventajas de la organización y se nos sumen.
- ¿Cuánto han hecho ya en materia de organización?
“Las resoluciones 399 y 368 del Ministerio del Trasporte, y la llamada oferta y demanda, permitieron a los transportistas operar con una licencia nacional, sin restricciones de rutas, horarios ni precios, sin embargo nosotros, a través del sindicato, abogamos por mantener la organización que en este sentido se había logrado en Camagüey, apoyando las rutas establecidas del transporte urbano e intermunicipal.
Mientras todo subió de precio, el pasaje en los coches, el combustible… nosotros seguimos cobrando un peso en el servicio urbano, y fijamos tarifas para las rutas intermunicipales atendiendo a la clasificación en cortas, medias y largas, entre 5 y 20 pesos. Esto fue posible gracias al consenso de la mayoría: entendimos que mientras más caro cobráramos más impuestos debíamos pagar entonces, y al final ese era un dinero que salía del bolsillo del pueblo, por tanto era mejor para todos mantener tarifas estándar.”
Aunque se han logrado muchos avances en el terreno organizativo, Julito reconoce que aún hay trabajo por hacer.
“Tenemos muchos camiones cubriendo las rutas de Santa Cruz, Florida y Vertientes, mientras tanto comunidades como La Sacra, Cuatro Compañeros, Batalla de las Guásimas y La Tomatera han quedado desprotegidas.
Tampoco hemos estado solos. Siempre contamos con el apoyo del Sindicato Provincial de Trabajadores del Trasporte, de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), en los niveles provincial y nacional, y del Partido y el Gobierno que siempre escuchan nuestras preocupaciones.
- ¿Cuáles son las principales preocupaciones?
“Quisiéramos que la Oficina Nacional de Administración Tributaria (ONAT), revisara el sistema de impuestos porque por ejemplo, se calcula la ganancia de cada viaje sobre la base de la capacidad máxima de los vehículo, y muchas veces el camión sale de su origen lleno pero regresa a media capacidad, o viceversa…
Necesitamos también un mercado mayorista donde se nos venda el combustible, gomas y piezas de repuesto a precios diferenciados. De igual forma estamos pidiendo la habilitación de una base con servicios de lavado, engrase, pintura, chapistería, etc.; y que se nos ofrezcan facilidades para adquirir las piezas y partes de los ómnibus que causan baja y se entregan como materia prima.
Aquí mismo en esta terminal (Terminal Ferro-Ómnibus de Camagüey) no podemos guardar los camiones por las noches, y eso afecta sobre todo a los que hacen los primeros viajes de la madrugada; que se nos permitiera parquear aquí en horario nocturno sería beneficioso para todos: además de ganar en eficiencia nosotros, aportaríamos a la recaudación de la Empresa Provincial de Transporte mediante el pago del servicio.”
Camagüey tiene una situación sumamente difícil con la disponibilidad de ómnibus, algo “visible” en las calles de la ciudad más allá de cualquier estadística. Sin embargo en el territorio hay más de 200 camiones del sector cuentapropista, y siempre se ha dicho que una cifra igual de ómnibus resolvería categóricamente los problemas del trasporte. Todo está en el manejo, en optimizar los recursos: poner la tuerca donde hace más falta y donde va a rendir mejores provechos.
Este es, por tanto, un buen ejemplo de la necesidad de integrar a plenitud las nuevas formas de empleo en nuestro modelo económico y de gestión empresarial. Trascender la burocracia y los viejos esquemas no es faltar a la legalidad, menos si se hace por el bienestar de la gente. Julito está convencido: “las 200 guaguas que hacen falta en Camagüey están aquí mismo, no tienen que llegar de ninguna parte”.
Ruslán Olivares Cúcalo desde FB
12/10/12 14:10
Anda... ¿Será verdad? Quién dijo que todo está perdido.
Lorenzo Crespo Silveira desde FB
12/10/12 14:05
Son acciones propias de cada cubano y cubana de esta tierra.
Maria
12/10/12 9:19
muy buena solución al problema del trasporte
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