Domingo de Misiones: Un rayo de luz y esperanzas (+Fotos)

Amanece en los  altos cerros pobres de Caracas y es Domingo de Misiones. Los pasos serenos pero firmes de los colaboradores cubanos de las misiones médica, deportiva, cultural y educativa, entre otras, llegan junto a autoridades venezolanas hasta los lugares más recónditos e intrincados. Los pobladores de las comunidades se despiertan recibiendo en sus casas una mano amiga y una sonrisa contagiosa.

Esta podría ser la historia de una aventura de ficción o de un cuento de hadas, pero aquí no hay varitas mágicas imaginadas y sí mucha realidad, deseos de llegar, sembrar, ofrecer y construir dentro de las comunidades que más atención necesitan en las regiones apartadas de la geografía venezolana, en la que todavía son evidentes los índices de pobreza.

Cada domingo los llamados “misioneros” tocan las puertas de los más desposeídos para diagnosticar y realizar un levantamiento que caracterice de forma real y concreta las condiciones de vida de los pobladores de estos lugares y, a la vez, realizar acciones comunitarias de gran impacto, a las que se suman también miembros de la Misión Barrio Adentro, Misión Rivas, Misión Robinson y el Frente Francisco Francisco de Miranda, entre otros.

Autoridades comunitarias, ministros y representantes de las alcaldías y gobernaciones participan de manera directa en cada una de las actividades que se realizan, acompañados también por miembros de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), unidos todos en una sola misión: ofrecer atención y velar por el mejoramiento de la calidad de vida de los habitantes de estas zonas.

CON LOS HOMBRES Y MUJERES HUMILDES DE LA PEDRERA

Junto a los vecinos de “La Pedrera”, comunidad perteneciente a la Parroquia “Antímano” del Distrito Capital de Venezuela, compartimos el pasado domingo 6 de julio un día de acciones integrales entre las que se destacan los servicios de salud gratuitos de Medicina General Integral y especialidades como Cirugía, Cardiología, Gastroenterología, Traumatología, Medicina Interna y vacunación.   

Hasta las casas de las personas  más humildes llegaban las manos amigas de los médicos cubanos y venezolanos que comparten las pesquisas para detectar enfermedades crónicas y realizar acciones de atención primaria de salud. A estos servicios se unen los artistas de las Brigadas de Instructores de Arte, el Circo del Sur, los profesores y entrenadores deportivos, atletas y artistas destacados del país, así como aficionados y posibles talentos que se captan en las propias comunidades. 

Allí conocí a Yenisel Carvajal, joven especialista en Medicina General Integral proveniente de la provincia de Villa Clara, que con apenas 30 años presta servicios desde hace seis meses en esta hermana nación, dejando en Cuba a sus dos pequeños hijos, en quienes se inspira para realizar su labor. Para Yenisel, “queda aún por avanzar en la organización y la orientación de los coordinadores de las comunidades para que las acciones tengan el impacto que se espera, pero convivir, conocer y compartir con los que más lo necesitan, es la obra más humana que podría hacer una verdadera Revolución como la bolivariana”.

Según nos cuenta esta doctora, en días como estos siguen siendo las consultas de Estomatología y Oftalmología a las que más se acude, pero en las casas de los habitantes de estas zonas, se detectan también otras patologías por las que algunos nunca han sido atendidos, entre ellos la diabetes mellitus y las afecciones respiratorias.

Así, mientras Yenisel atendía a sus pacientes, dos jóvenes cubanas convertidas en payasitas hacían reír a pequeños que, desde las primeras horas del día, se acercaban un poco tímidos al lugar que centraba las actividades fundamentales. Ellas eran Yuriselis Rodríguez y Adelín Martínez, quienes apenas en seis meses han compartido con miles de niños de la parroquia Antímano, de lo cual hablan con la satisfacción y el compromiso de saberse defensoras de la alegría.

Imposible dejar de mencionar entonces a los jóvenes músicos que, guitarra en mano, acompañaban a los médicos durante sus acciones casa a casa, mientras entonaban un ritmo contagioso que nos decía “Yo quiero estar contigo /para compartir/un cielo estrellado”, a la animadora que leía poemas y cuentos de la literatura venezolana; o a los promotores de Barrio Adentro Deportivo con sus torneos de boxeo infantil, como parte del “Plan Nacional de Recreación para el Vivir bien”.

Junto a los niños nos descubrimos también leyendo poesía, asombrados con las peripecias de los artistas circenses, pintándonos imágenes o banderas en los rostros con los jóvenes de la plástica, regalando libros a las familias, compartiendo un dulce, un café o una canción popular venezolana. Solo una cosa nos unía al final: ser útiles allí donde están aquellos a los que el proceso bolivariano les ha dado voz y mejores condiciones de vida, pero aún queda mucho por hacer.

SUEÑOS, REALIDADES Y EL RENACER DE LAS MISIONES

La tarde comienza y se reúnen todos los implicados en este “Domingo de Misiones” para hacer un resumen de las acciones del día. Solo en “La Pedrera”, dicen las autoridades comunitarias y de la Misión Médica cubana,  fueron visitadas ese 6 de julio más de 600 viviendas y beneficiados más de 2870 pacientes, a los que se suman los  posibles talentos artísticos y deportivos captados. Algunos casos de salud requerirán seguimiento, otros, traslado inmediato hacia otras regiones de la capital caraqueña para ser atendidos por otros especialistas u hospitalizados.

La gran Misión Vivienda también ha detectado los casos más críticos para poder establecer prioridades en la solución de este problema vital, mientras las Milicias Bolivarianas, el Frente Francisco de Miranda, junto a miembros de la gobernación del Distrito, comienzan a diseñar otras acciones que en lo adelante tendrán que ejecutarse.

Así transcurre uno de estos domingos, en los que apenas en un mes el Programa de Misiones Socialistas ha atendido a más de 947 255 familias pertenecientes a 579 comunidades de todo el país. Alguien recordó al final que todos juntos son como una gran brigada para la paz y la atención a las familias, los protagonistas de lo que el Comandante Hugo Chávez llamaría en el Plan de la Patria la extensión de las Misiones Sociales.

Este 13 de julio los llamados “misioneros” volverán a tocar puertas, a intentar entrar en las casas y en los corazones de los venezolanos más humildes, no importa donde haya que ir ni en qué condiciones. No hay derecho para el cansancio, para parar, para ser complacientes ante las vicisitudes.

Vendrán entonces muchos otros “Domingo de Misiones” y allí estará la obra enorme de quienes defienden la vida y luchan porque renazca, allí donde parece más oscuro, un rayo de luz y de esperanza para todos, en la tierra de Bolívar y Chávez.