viernes, 27 de septiembre de 2024

En la casa, en el trabajo, en la calle… ¡No quiero fingir!

La no discriminación les permitirá a las personas LGBTHI integrarse más a la sociedad...

Ana María Domínguez Cruz en Exclusivo 17/05/2014
4 comentarios
Jornada contra la homofobia1
Lo importante es ser feliz, sin fingir y disfrutar nuestra sexualidad tal cual la sentimos.

Mayriennis nunca ha entendido por qué su familia no la entendió. “Mis padres me enseñaron desde chiquita a valorar a las personas por su esencia y no por lo que tenían o el dinero que llevaran en los bolsillos. Con ellos aprendí también que negro, blanco y chino era una misma cosa; y que tener una pareja de mucha más edad tampoco era un problema. Crecí en un ambiente en el que todo se hablaba con todos, y en el que no fue una ofensa anunciar un día que quería dejar de estudiar Medicina para empezar de cero con Filología, pero el día que les dije que me gustaban las mujeres… ardió Troya de nuevo”.

La conozco hace unos años y, como todos sus compañeros de clase, sabía cuál era su orientación sexual. Se sabía además que no vivía con su familia porque desde aquel día su padre determinó que tenía que irse de la casa. “Hasta mi mamá guardó silencio y me miraba como si fuera un bicho raro… Jamás pensé que estaría tanto tiempo sin verlos, perdiéndonos las cosas de la vida”.

Ella siguió estudiando y ahora trabaja. Es feliz, en una relación estable hace cinco años “con alguien que me hace sentir plena”. No obstante, reconoce que aún las miran con malos ojos si se dan la mano al caminar, se abrazan o se besan. “La gente que me mira así me recuerda a mi familia”.

Historias como esta pueden escucharse en muchas bocas, si es que “descubrieron” un día que tenían la orientación sexual que no se esperaba de ellos. Y es triste que se sientan aislados, desamparados, rechazados, marginados, ignorados, incomprendidos.

“Es la familia, como los centros de trabajo, un espacio de extrema vulnerabilidad para los LGBTHI (lesbianas, gays, bisexuales, trans e intersex), y por ella hay que diseñar acciones e implementar políticas que la tengan como centro”, expresó Mariela Castro Espín, directora del Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX), en la Mesa Redonda ofrecida a raíz de la VII Jornada Nacional contra la Homofobia y la Transfobia, dedicada a la familia de manera especial.

“En toda familia existen contradicciones, y la búsqueda de soluciones debe hacerse desde el diálogo, sin quitar derechos ni oportunidades. Muchas personas tienen la suerte de ser comprendidos por sus familiares o por algunos de ellos, pero muchos otros sufren la no aceptación y salen a buscar ese apoyo fuera”, añadió.

Ser madre y padre es un proyecto muy difícil, se aprende con el tiempo, y los hijos pueden compartir un día su “diferencia”, sin que ello signifique la declaración de una guerra. “Sucede que persiste la discriminación en nuestra sociedad, no solamente hacia los homosexuales. En la familia se siembra esa fobia a todo lo contrario. Más tarde en la escuela se puede profundizar o no, pero en la célula fundamental de la sociedad se siembra esa semilla”, añadió.

Por fortuna mucho se ha avanzado ya en el país, asevera Castro Espín. “La Revolución instituyó desde el inicio valores inquebrantables y el respeto a la diversidad sexual tiene que ser uno de ellos. No es justificable la discriminación. Nuestras demandas tendrán respuesta segura porque la Revolución Cubana tiene que ser cada vez más revolucionaria”.

“Si aprendemos en la familia la buena y la mala educación, a ser solidarios, gentiles y laboriosos, o todo lo contrario; debemos trabajar con ella incansablemente para tener un mejor futuro en la convivencia y tolerancia social, agregó.

CON ESTA O AQUELLA ROPA…

¿Cómo crees que sea la vida de un travesti o de un transexual?, me pregunta Olivia. “No puedes marcar un día en el almanaque en el que no se hayan burlado de ti, no te hayan ofendido en la calle, no te hayan gritado obscenidades, no te hayan limitado en tu actuar, no te hayan mirado raro. Y todo porque decides vestir la ropa que no se espera de ti, porque decides ser lo que sientes y no lo que tu cuerpo es, y nadie toma en cuenta lo que eres, cuánto vales y para qué sirves”.

Sin dudas, la aprobación de un nuevo de Código de Trabajo, que establece como principio fundamental la no discriminación por orientación sexual e identidad de género, le facilitará la vida a muchos que como Jennifer visten de mujer siendo hombres y desean incorporarse a un centro de trabajo.

“¿Qué importa quién me atrae o qué ropa me gusta ponerme? Lo importante es que soy disciplinada, cumplo con mi trabajo y me integro a las actividades y a los compromisos del centro. Lo importante es que puedas ser feliz, sin fingir”, afirma.

“Entre los derechos humanos que deben ser respetados en todas las latitudes, figuran los derechos sexuales y reproductivos, y en su ejercicio está el disfrutar nuestra sexualidad y expresarla tal cual la sentimos”, explica Manuel Vázquez Sereijo, jefe del departamento de asesoría jurídica del CENESEX.

“Hablamos del aborto, del acceso a los métodos anticonceptivos, de la decisión de tener o no hijos; y son estos algunos de esos derechos, como lo es la expresión libre de nuestra sexualidad, y no por ello vernos limitados en nuestra vida pública. Como parte de esa gran lista está también el derecho a formar familia, con todas las configuraciones posibles y legítimas de esta concepción, sin que sea la unión de dos personas heterosexuales la única fórmula aceptada como la perfecta. Se puede acudir a la adopción o a la reproducción asistida. Es un derecho válido a respetar”.

Marlén y Giselle se ganan ese respeto todos los días en el ejercicio de una maternidad compartida. “El niño crecerá y aprenderá, al menos, a ser tolerante y a entender más la naturaleza humana, pero no por ser criado por una pareja homosexual tendrá que serlo después, tal como piensa la gente. Poco a poco los vecinos van ‘aflojando’ y nuestras familias asumen lo que planificamos y defendemos”. ¿Anhelan casarse?, les pregunto. Sonríen. “Ojalá viviéramos en Argentina o en Uruguay… Todo sería más fácil”.

Es posible, porque cuando Angélica y Sarah decidieron casarse no tuvieron más que solicitar el servicio legal. Las conocí en Buenos Aires el año pasado y mostraban sus anillos de compromiso y las fotos de la boda sin problemas. “Porque la ley de Cristina está de nuestro lado”, me decían.

Al respecto, Pedro Paradiso, miembro de la junta directiva de ILGALAC (Asociación Internacional de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans e Intersex para América Latina y el Caribe) reconoció en el programa televisivo que el activismo incesante y la voluntad política del gobierno actual en Argentina dieron al traste con la aprobación de la ley del matrimonio igualitario, como también sucede en Uruguay.

“Fue una ley de vanguardia como también lo es la ley de identidad de género”, acotó. “Con esta legislación vigente, no se tiene que someter a un proceso judicial el cambio de género o de nombre de una persona, pues esta puede solicitarlo y obtenerlo de manera gratuita y sin intervención de abogados. Así también puede recibir un tratamiento hormonal o una cirugía, procedimiento fácil ya instaurado”.

“Es una aspiración del CENESEX lograr la aprobación de esa ley de identidad de género en el país”, añadió Vázquez Sereijo. “El Código de Familia Cubano, que data de 1975, debe también atemperarse a las condiciones de la actual sociedad, y con certeza será reconocida la elección matrimonial con uno u otro sexo”.

“El hecho de que se haya celebrado aquí la VI Conferencia Regional de ILGALAC es una muestra de la estima que se le tiene a Cuba por el resultado de su trabajo en este campo, por lo que se le ubica en un quinto lugar en el continente en materia de avances a favor de la comunidad LGBTHI”, manifestó la mexicana Gloria Careaga, co-secretaria general de la organización, fundada en 1978.


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Ana María Domínguez Cruz

"Una periodista cubana en mi tercera década de vida, dispuesta a deslizar mis dedos por el teclado".

Se han publicado 4 comentarios


Yohanna
 21/5/14 10:46

...Cada cabeza es un mundo y lo primero que tienen que hacer las personas homofóbicas es tratar de tolerar más y criticar menos porque en definitiva nadie pude cambiar los gustos y preferencias de otra persona. Lo que si creo es que se debería velar más por muchos jóvenes que están tomando el ser ¨homosexuales¨ con fines lucrativos, esto si no esta para nada bien. Quizás por eso es mayor la intolerancia y la homofobia.

Carlos
 19/5/14 10:33

Muy bueno el articulo..pero en cuba no vi nada relacionado con el tema en ningùn medio televisivo, ni en la prensa escrita..el dia pasò desapercibido para estos medios. Sòlo telesur el sabado en la noche transmitiò un documental argentino relacionado con el tema.. En cuba falta mucho, muchisimo todavia, muy a pesar de los esfuerzos de mariela castro para superar barreras y acabar con la intolerancia y la discriminaciòn.. Saludos.

Yolanda Hernández
 17/5/14 18:14

No creo que en una casa y con una familia con tantos principios pudieran rechazar a un hijo homosexual. No así,cuando se trata de una familia ignorante sin principios. Partamos de hechos reales. Debo decirte que muchos mexicanos se sienten aislados, desamparados, rechazados, marginados, ignorados e incomprendidos y no son homosexuales.

Mario
 17/5/14 9:58

Son varios los problemas por los que se pasa cuando se es homosexual y estan tambien relacionados con la edad y es un tema complejo a tratar, lo mejor seria que nadie se ineterese por la vida sexual de otros,que importancia puede tener lo que nos gusta a cada uno o no nos gusta? Pero infelizmente sucede y creo que si, que deben existir leyes que amparen este tipo de orientacion y tengo fe que un un dia en nuestro pais sea un tema que ni del cual se hable.

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