lunes, 23 de septiembre de 2024

Indisciplinas sociales: ¿Abandono, irreverencia o deformación?

En la Cuba de hoy urge desheredar actitudes inertes, desprender malos vicios e incitar a hacer, pero a hacer bien, con la integridad del espíritu y el civismo como principio...

Yoelvis Lázaro Moreno Fernández en Exclusivo 16/07/2013
6 comentarios
Juego de pelota en la calle
Es hora de revertir aquello de naturaleza reversible que pudiera caer por nuestros propios errores.

"¡Caballeros!, ¿a dónde vamos a parar? Ya no hay quién pueda con esto, ya la gente no respeta, le da lo mismo una cosa que otra: te montas en la guagua, ves cómo pasan las personas por delante del chofer y puedes contar con los dedos de una mano los que echan en la alcancía los 40 centavos. Pero ahí mismo, hay una anciana que en apariencia rebasa fácilmente los setenta años, no logra sujetarse bien del tubo, y nadie, absolutamente nadie, se digna a auxiliarla. Por una de las ventanillas del ómnibus una señora tira hacia el centro de la calle la lata de refrescos que acaba de tomar.

"Sigues, llegas a la cola del agromercado y, cuando estás a punto de comprar, te das cuentas de que, por el otro lado, poco a poco tres sujetos se han pegado al mostrador y… ¡Grita, vocifera, moléstate!, que si no te pones duro se cuelan. Pero todo no termina en estas escenas: hace pocos días un grupo de jóvenes obstruyeron el paso por una céntrica calle de la barriada habanera de Lawton para jugar pelota. No menos espeluznante, un niño de solo siete años orinaba en las proximidades de un sitial histórico, y su mamá, algo satisfecha por la destreza de su crío, le reía feliz la gracia".

Una ejemplificación como esta no viene de la nada, no está bajada de la Luna ni de otro planeta, convive en escenarios reconocidos e identificables con facilidad, se da sin búsquedas a fondo, en una Cuba que surca nuevos horizontes, cambia desde sus estructuras y proyecciones, y se pregunta en hora buena qué hacer, cómo revertir aquello de naturaleza reversible que pudiera caer por nuestros propios errores, nuestras propias desidias, nuestras imperfecciones más inaceptables, al juzgar por las palabras del líder histórico de la Revolución Fidel Castro Ruz en el Aula Magna de la Universidad de La Habana, el 17 de noviembre de 2005.

Aunque pudiera parecer un tema de guardia en el ejercicio de la crítica periodística y hasta un cliché temático al que se acude para dejar el argumento de lo que se cuestiona en tierra de nadie —pasa con mucha frecuencia en la prensa—, hablar de valores, y de la falta de estos, en una sociedad como la nuestra, pudiera asociarse de alguna manera con ciertas ausencias relativas a la moral humana, cuyas expresiones suelen cubrir un amplio espectro. No se trata de una crisis nuestra solamente, más bien estamos en presencia de un fenómeno global; solo que nos interesa por las particularidades que va teniendo en nuestro contexto. Y hace bien que se examine el asunto con intención.

Por ello, no hubo casualidad en torno a la referencia enfática a este asunto, realizada en el más reciente período de sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular. El General de Ejército Raúl Castro Ruz acorraló la cuestión desde el convencimiento de que el primer paso para superar un problema, de manera efectiva, siempre será reconocer su existencia en toda su dimensión, y hurgar en sus causas y condiciones.

“Hemos percibido con dolor, a lo largo de los más de 20 años de Período Especial, el acrecentado deterioro de valores morales y cívicos, como la honestidad, la decencia, la vergüenza, el decoro, la honradez y la sensibilidad ante los problemas de los demás”, destacó Raúl.

Siguiendo por las líneas que trazara el presidente cubano en su intervención, vale que nos propongamos desde este espacio una reflexión compartida que ayude a clarificar visiones, escenarios, causas, posturas y posibles salidas a un eje complejo de análisis sobre el cual convergen muchísimos factores, y que, de un modo u otro, en medidas graduables, nos atañe a todos. Como es lógico, no estamos refiriéndonos a un descubrimiento de la letra impresa y digital, pero sí a un área susceptible de lecturas sobre lo que la propia realidad apunta a que habrá que seguir diciendo al respecto.

Es cierto que, como bien refiriera Raúl, los difíciles años del Período Especial, conjuntamente con las limitaciones económicas, trajeron aparejado un resentimiento lamentable de los valores. Una intensa acometida por la supervivencia, en una “luchita” dura, ardua, de la que hablamos ahora con cierto pintoresquismo, pero que tuvo en su momento matices complejísimos, dio riendas sueltas al desentendimiento, al proceder que, aunque ilícito o mal visto, ayudaba a subsistir; al gesto que, aunque incorrecto, resultaba “la salvación para cumplir mi fin casi primario, mi objetivo”.

Poco a poco se fue allanando el camino de obstáculos y torceduras, y en la prioridad de la “luchita” concentrábamos todos los esfuerzos, mientras acunábamos como algo natural lo mal hecho, hasta con un sentido justificatorio: “Si no me cuelo en la guagua, no llego a tiempo”, “si no salgo más temprano del trabajo, no resuelvo lo que quiero”, “si no me arriesgo y me meto en la casa vacía, no voy a tener ninguna y seguiré en las mismas”, “si no corto yo mismo la madera nadie lo hará y no podré resolver mi problema constructivo”, “si no hay cesto, qué va, boto la basura aquí mismo”, “si no compro 20 jabones ahora que hay, quizás no vuelva a coger, no me puede importar que los demás no alcancen”.

Vale decir que, en buena medida, la complejidad de la coyuntura reclamó de uno mucha autonomía, y de ese modo nos hicimos gestores por iniciativa propia; pero ganamos tanta independencia que no cuidamos mucho cómo congeniar lo necesario con lo permisible, hasta dónde ubicar los límites de la necesidad y en qué nivel se inicia la transgresión ética o la rasgadura moral.

Pero bien, las razones son diversas: dejadez desde la casa, la escuela y la comunidad, inmovilismos a la hora de combatir lo mal hecho, inercias acumuladas durante años y achacadas con mayor o menor razón a la falta de recursos para soluciones, poco interés en la gestión, escasas prácticas colectivas para hacerle frente a lo incorrecto. Y pudiéramos seguir…

El General de Ejército Raúl Castro Ruz fue abundante en ejemplos: “Se ha afectado la percepción respecto al deber ciudadano ante lo mal hecho y se tolera como algo natural botar desechos en la vía; hacer necesidades fisiológicas en calles y parques; marcar y afear paredes de edificios o áreas urbanas; ingerir bebidas alcohólicas en lugares públicos inapropiados y conducir vehículos en estado de embriaguez; el irrespeto al derecho de los vecinos no se enfrenta, florece la música alta que perjudica el descanso de las personas; prolifera impunemente la cría de cerdos en medio de las ciudades con el consiguiente riesgo a la salud del pueblo, se convive con el maltrato y la destrucción de parques, monumentos, árboles, jardines y áreas verdes; se vandaliza la telefonía pública, el tendido eléctrico y telefónico, alcantarillas y otros elementos de los acueductos, las señales del tránsito y las defensas metálicas de las carreteras”.

 Por el abandono, el irrespeto a lo establecido —al juzgar por la poca fuerza con que se actúa muchas veces frente a la transgresión de lo normado—, y las deformaciones que van desde la familia y pasan por la escuela como centro rector, transita la ruta crítica de una problemática de altísimo impacto social, cuya reversión no podrá ser una cuestión aislada ni un embullo momentáneo ni un desmontaje conceptual

 Recordemos, además, que estamos en un mundo absolutamente cambiante, en el que las nuevas tecnologías han generado una revolución y van impactando en la vida de la gente, por lo que reciben influencias de todo tipo, modelos y procederes de actuación, algunos no del todo apegados a las matrices éticas y conductuales de un proyecto de país como el que se aspira, en el que, bajo la iluminación martiana, la ley primera de la República será siempre “el culto a la dignidad plena del hombre”.Y esa dignidad implica mucho, significa mucho, requiere seguir pensando mucho.

 A esta hora, en este meridiano crucial para enrumbar caminos, hay que desheredar actitudes, desprender malos vicios, incitar a hacer, pero hacer bien, con la integridad del espíritu y el civismo como principio. Aunque posible, eso llevará tiempo, tiempo que depende de todos y cada uno de nosotros, el tiempo de la hora en que vivimos, contando bien desde el instante en que entendamos mejor el valor de corregir y corregirnos.

 


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Yoelvis Lázaro Moreno Fernández

Joven periodista que disfruta el estudio del español como su lengua materna y se interesa por el mundo del periodismo digital y las nuevas tecnologías...

Se han publicado 6 comentarios


lareflexiva
 14/8/13 12:24

Para nada justifico las indisciplinas sociales, la falta de educacion, la falta de solidaridad y cortesia ciudadana, las ilegalidades, y todos los fenomenos negativos que en estos momentos nos aquejan. Bastante que me molestan!!! Y bastante que he luchado contra ellos!!! Pero... pienso que las personas se comportan como personas, si la propia sociedad los trata como personas. Si no se sienten respetados, si sus derechos no son observados y defendidos, bueno... pues nos empezaremos cada vez mas a parecer a los animales, infelizmente. ?cuantos años los cubanos hemos sido tratados como animales cuando simplemente tratamos de trasladarnos a nuestro centro de trabajo en un transporte publico? en los famosos camellos, (que eran rastras propias para el transporte animal)despues de estar horas y horas y horas esperando bajo un intenso sol para poder llegar a cumplir nuestro deber social? ahora en la habana no tenemos camellos, pero el transporte publico, aunque nos trata un poco mejor, todavia no respeta uno de nuestros mas elementales derechos: el uso de nuestro tiempo. Otro ejemplo> la recogida de la basura. ?a que ser humano le gusta tener un vertedero de basura en el portal de su casa? Pero la basura no pasa. Y ?se supone que cada cual la acumule en su casa hasta que pase el camion? ?en que casa? El pueblo como regla no dispone de espacios en sus casas para almacenar su basura hasta que pase el camion, la gente vive apretada, y eso lo sabe todo el mundo. Entonces, este es otra manera que tenemos de sentirnos tratados no precisamente como personas. La gente sale de su problema, botando su basura ?donde?. Donde sea, y que cuando el camion quiera pasar que se lo lleve. Y si no pasa? Bueno, es una lastima! Sobre el tema del robo a las entidades estatales: !dificil tema! Y mas aun si se analiza la falta de interes social en trabajarle al estado que es donde mayormente se concentran las riquezas y las "fuerzas productivas cubanas". No comparto la opinion que mayormente se respira en la calle sobre este tema, he trabajado durante años en el sector estatal y siempre he dado lo mejor de mi. Pero escucho lo que manifiesta la gente a mi alrededor: Vecinos, compañeros de trabajo, la gente en la calle, y esto en esencia es que la gente se siente "extorsionada" por el propio estado. ?sera verdad que los cubanos no pagamos impuestos? Bueno, y cuando el salario medio anda alrededor de los 20 o 30 CUC, mientras que los productos mas elementales y necesarios para la vida cada vez estan mas caros, y el estado no hace nada para subir estos salarios: ? no pagamos impuestos? como se espera que la media de la poblacion reaccione??trabajando mas para garantizar menos tus necesidades y la de tu familia? No. Asi no reacciona el ser humano medio. La gente tiene que tener esperanzas, perspectivas, aspiraciones. Uno de los principios fundamentales del marxismo rezaba que "El ser social determina la conciencia social". Si la sociedad no tiene garantizadas sus necesidades mas elementales, no se puede esperar una conciencia social sana. En estos momentos los cubanos no sienten la mas minima posibilidad de satisfacer ni sus necesidades actuales, ni sus aspiraciones y esperanzas. La zanahoria cada vez se ve mas lejos. Entonces mucha gente reacciona bajo el lema de: "ladron que roba a ...." y con eso se disculpan las barbaridades que hacen. ? O es que nadie sabe que aqui ya todo tiene precio? Desde las gestiones administrativas y legales, las multas de inspectores y policias, hasta los servicios de salud y el aprobado o la nota en una escuela de cualquier nivel.¨?Tampoco se conoce que los materiales y medios para producir que exiten en las instalaciones estatales se roban para acabar revendiendolos o utilizandolos en el trabajo por cuenta propia ? Los medicos venden y compran sus turnos de guardia ?no lo saben? Todo tiene precio. ?Quien le vende a los herreros las cabillas y conformados de metal que necesitan para sus trabajos por cuenta propia? ? Y el oxigeno y el acetileno para los chapistas? ?Tiene el estado un mercado mayorista para venderles a estos legalmente los materiales para su trabajo? No. No lo tiene, y sin embargo autoriza estos trabajos por cuenta propia. ?Entonces quien es el que esta propiciando ese desvio de recursos? Triste, realmente muy triste y preocupante. Si la gente acapara los jabones, o lo que sea sin pensar en el que viene atras, ?por que no hay mas jabones en los mercados estatales para evitar esto? Este acaparamiento y reventa de productos se produce porque la demanda es superior a la oferta. Esto esta claro. Y por que sucede esto? Sencillo: Porque el estado no produce lo que tiene que producir, ni importa lo que tiene que importar para garantizar la demanda y sin embargo centraliza la produccion y la importacion de estos productos de primera necesidad. ?Y por que el estado no importa o produce suficientes cantidades de productos necesarios? Porque el trabajador estatal no tiene el mas minimo estimulo para hacerlo, y porque la importacion centralizada depende de financiamientos centralizados tambien que estan cada vez mas dificiles de lograr porque se obtienen de la propia e ineficiente gestion estatal. Entonces, finalmente pienso que el primer paso para empezar a arreglar este entuerto, debe darlo precisamente el estado. Tratar a sus ciudadanos como personas, pagarle un salario justo a cada cual que le trabaja. O si no es capaz de hacerlo, entonces soltar mas la actividad por cuenta propia. Abrir y desarrollar las fuerzas productivas de manera tal que cada cual pueda lograr obtener la materia prima que necesita para su produccion de manera legal y descentralizada. Permitir que sea la gente con su propio capital quien importe lo que necesita con caracter comercial, y desarrolle el negocio que le resulta imposible desarrollar al estado. No importa que hagamos ricos. De todas maneras los hay y los hacemos delincuentes por nuestras obsoletas leyes. Dejen que sean ricos legales. Y que compitan en buena lid con los negocios estatales. En mi opinion el estado tiene que establecer la "lista de actividades que quedaran en poder del estado" y descentralizar y abrir la posibilidad de negocios a todo lo demas. Lo que se ha hecho hasta ahora es exactamente lo contrario. La lista de las actividades autorizadas por cuenta propia debe eliminarse y sustituirse por la lista de actividades que solamente funcionaran a nivel estatal. No se puede separar el fenomeno social que ahora confrontamos del fenomeno economico. Uno es consecuencia del otro. Y cuando la gente se sienta respetada a escala social, empezando por su forma de remuneracion legal, entonces se iran poco a poco convirtiendo en personas otra vez.

armando
 17/7/13 9:18

Saludos: Para que este articulo quede completo y correcto se tiene que escribir las personas responsables maximos , de este estado que ya ha trascendido en esta sociedad cubana. ¿ Quienes son ?, quienes no han coumplido con aplicar las leyes que estan en la Gaceta Oficial de este pais, a todos los niveles. No pienso que tenga que escribirlo en otro comentario. En Cuba son las autoridades, que tienen las leyes, los tribunales para jusgar, los inspectores para poner multas,la policia para coger preso a quien incumpla las leyes. Mientras se espere que los dirigentes de gobierno, tengan que hablar de esta situacion. Despues de lo que oi y vi por la TV, pensaba que se iba a publicar la renuncia de algunos ministros responsables del desorden que hay en Cuba. La funcion de las Instituciones de los Estados deben ser: ! EDUCAR, NO TOLERAR LA INDISCIPLINA!!

Lidia San
 16/7/13 15:47

Buenas tardes, todos demandamos buenos modales y disciplina, pero no creo que se resuelva solamente con que las instituciones hagan lo que deben hacer, que no creo se logre tampoco, en tanto el individuo de manera general no sienta respeto ni por el mismo. Quiero dar una sugerencia la enseñanza cívica en nuestras escuelas no es ni remotamente lo que demanda la sociedad, de ser posible pidan ayuda a los cristianos para que por medio de las enseñanzas bíblicas se logre lo que todos queremos paz y armonía. Lindo día.

El Buril
 16/7/13 13:33

Todo está bien definido, localizado, ejemplificado, divulgado por todos los medios de difusión, pero; si no se actúa por las instituciones que le corresponde en cada caso, todo esto es letra muerta y terminaremos como Tarzán en la selva.

Leisy
 16/7/13 11:14

Tábano: Es una ley no escrita en el mundo de la Web que escribir en letras mayúsculas es gritar. Aquí se debate.

Tábano
 16/7/13 10:20

EL TEMA DE LA INDISCIPLINA SOCIAL,LAS VIOLACIONES DE LAS NORMAS Y LEYES,ES EL RESULTADO ENTRE OTROS FACTORES DE LA INERCIA Y PASIVIDAD DE LAS INSTITUCIONES QUE ESTAN DISEÑADAS PARA ELLO. SI QUEREMOS APRECIAR ESTO, VAMOS A REMITIRNOS A LA NUEVA LEY DE TRANSITO Y VIALIDAD (109)ES CASI UNA LEY VIRTUAL, NADIE LA CUMPLE, NO HAY AGENTES DEL ORDEN NI DEL TRANSITO PARA HACERLA CUMPLIR, HAN PENSADO QUE CON CHARLAS Y MULTAS MORALES SE VA A RESOLVER EL PROBLEMA Y LOS HECHOS ESTAN AHI CON LA ACCIDENTALIDAD. HE AHI UN EJEMPLO CLARO DE POR DONDE LE ENTRA AL AGUA AL COCO.

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