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jueves, 3 de octubre de 2024

Jugar a las casitas

El embarazo adolescente continúa siendo una de las mayores preocupaciones dentro de la sociedad cubana, y a pesar de las acciones tomadas, se mantienen altos sus niveles de incidencia...

en TV de Granma 31/12/2015
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El embarazo en edades tempranas es un evento que en la mayoría de las ocasiones genera conflictos familiares y consecuencias para los jóvenes implicados. Es un evento que repercute en la calidad de vida de la madre y la comunidad en general, y que constituye tanto en Cuba como en el resto del mundo un reto a solucionar.

Existe una vasta literatura médica y sociológica, entre otras disciplinas, acerca de la problemática de los embarazos adolescentes, y desde hace tiempo se ha dedicado especial interés en este tema para buscar soluciones en aras de disminuir los efectos adversos que genera.

REALIDAD  CUBANA

La introducción de la Educación Sexual como asignatura en las aulas cubanas ha brindado sus frutos, aunque no con todo el peso necesario. Aun cuando la edad de inicio de las relaciones ha descendido, según el Centro de Estudios sobre la Juventud, en el artículo “Una mirada sociodemográfica actual de la juventud cubana” se plantea que “(…) la media de fecundidad promedio en Cuba ronda los veintitrés años y las mujeres menores de treinta años aportaron el 75 por ciento de los nacimientos totales”.

La mala noticia es que, a partir de 2006, la fecundidad de las adolescentes entre quince y diecinueve años ha aumentado. Es un proceso que abarca a la mayoría de las mujeres, incluyendo las mayores de treinta años, y si bien el número de nacimientos se mantiene casi similar, no ocurre lo mismo con el número de interrupciones, en notable ascenso.

Según el mismo artículo: “(…) resulta preocupante por todos los inconvenientes, riesgos y rupturas que ello trae consigo en el orden bio-sico-social para cada una de estas adolescentes. No es en vano recordar que en la década del 80, la fecundidad de este grupo llegó a ser una cuarta parte de la fecundidad total. En ese entonces estrategias y acciones en el orden educativo incidieron de manera significativa en la disminución de este indicador que hoy en día está mostrando un ascenso.

“En consecuencia, las tasas de aborto para las adolescentes que fueron también muy elevadas en ese período y que iniciaron una tendencia al descenso desde fines de los años 90, han vuelto a incrementarse recientemente”.

ACCESO A LOS ANTICONCEPTIVOS

La mayoría de la población cubana tiene uno que otro anticonceptivo al alcance de la mano para evitar o  controlar el embarazo. El condón continúa siendo el preferido, pero existen muchos tabúes y falsas creencias acerca de su uso.

Las píldoras y dispositivos intrauterinos (DIU) también desempeñan un importante papel entre las féminas, aunque para algunas entrevistadas “las pastillas son un albur, no por su efectividad, sino porque se pierden de la farmacia y tienes que romper el ciclo. No hay constancia, cuando llegan hay que comprar para todo el año”.

Al aborto provocado se le considera por muchos (muy equivocadamente) un método anticonceptivo. Un estimado ubica que las interrupciones en adolescentes constituyen la cuarta parte del total que se practica.

A pesar del espectro para elegir y la divulgación acerca del uso de los métodos de anticoncepción, lo cierto es que existen prejuicios, tabúes y poca preparación a la hora de su uso: que son molestos, que restan placer, que son difíciles de poner, que rompen el ritmo y “matan” la pasión… son solo algunas de las “justificaciones” más extendidas.

Es resulta preocupante cuando se tiene en cuenta que cerca de la mitad de las iniciaciones sexuales en el país se realizan sin ningún tipo de protección.

UNA EDUCACIÓN NECESARIA

¿Ser una madre adolescente es un sueño o una elección? Generalmente no lo es. La mayoría de los casos ocurren de forma fortuita, “porque sucedió y ya”, y entonces hay que “cargar” con las consecuencias.

El inicio precoz de las relaciones sexuales, la promiscuidad, la falta de uso de anticonceptivos, la cercanía de familiares o amistades con embarazos adolescentes, son algunas de las causas que inciden en la presencia de estos “embarazos no planificados”.

Un numeroso grupo de jóvenes considera que la información sobre temas de sexualidad es recibida esencialmente a través de los medios de difusión masiva. Fomentar una educación sexual más amplia podría ser la clave para conseguir en la mayoría de los casos una paternidad responsable.

Es una necesidad valorar críticamente las acciones que se han tomado a lo largo de estos años, ya sea por instituciones, gobierno y familia en general, pues solo de forma conjunta podrá educarse a las nuevas generaciones para que asuman una sexualidad responsable.


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Se han publicado 1 comentarios


María
 8/1/16 14:42

Lamentablemente esa es una realidad latente, hay factores que inciden; en la medida en que el matrinomio dejó de ser el inicio de las relaciones sexuales se ha ido incrementando el embarazo en la adolescencia. Cuando estaba en la universidad en los años 80, recuerdo una revista cubana, no puedo preciar si Mujeres o Bohemia, donde una muchacha respiraba feliz, porque  ya se había librado de la virginidad, pues -según ella- a todos les preocupabas la virginidad; hoy ya esa palabra no se menciona y como dicen algunos jocosamente, "¿señoritas?, ni el la dulcería". Barreras que se fueron derribando, sin pensar que ninguna muchacha es más feliz  porque a los 12 años ya tenga relaciones sexuales, ni es  más desgraciada la llegue a los 20 años virgen, e igual sucede con los varones.  Y la nupcialidad que es casi un objeto anacrónico, (que se achaca a problemas económicos) pienso que los medios de comunicación masiva deben jugar un papel fundametarl en estos asuntos y la familia cubana debe preparaerse mejor para educar a sus hijos para la vida, trasmitir valores,  que aunque algunos parezcan arcaícos, la vida hoy dice, que aún valen.María

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