miércoles, 25 de septiembre de 2024

Mi quinto piso en redes sociales

Cómo en los edificios multifamiliares cubanos se reproducen las relaciones interpersonales que se establecen en las redes sociales de Internet...

Félix Arturo Chang León en Exclusivo 06/12/2013
9 comentarios
Mi quinto piso
Mi quinto piso es como una telaraña ciberespacial.

Por ser rectangular y tener líneas rectas, muy rectas, su forma no llama la atención ni de quienes, como yo, entramos a él por primera vez sin quejarnos de chapucerías de descuidados obreros apremiados para terminar en una fecha.

Imposible hallar a un cubano que él, un familiar, amigo o conocido no viva en algún apartamento de esos edificios abundantes en Cuba, como los del capitalino Alamar, famosos en su época por las microbrigadas dirigidas por Máximo Andión.

Hace más de cuatro décadas no pasaban tres días sin que algún medio de prensa o persona mencionara esos colectivos de improvisados constructores, salidos de centros laborales, donde sus colegas se comprometían a realizar la parte de su faena mientras estuvieran en la obra.

Tampoco dejaban de difundirse inventivas de Andión, como aquel raro artefacto para subir materiales a lo alto del edificio mediante un viejo auto que halaba un cable, peripecia recogida por el entonces Noticiero Latinoamericano del ICAIC. Ese espacio, conducido por el desaparecido cineasta Santiago Álvarez, que antecedía las películas, alentaba esperanzas de tener uno de esos hogares, aunque en mi caso, el sueño cinematográfico se cumplió tras casi 25 años de pesadillas después de aquella filmación.

En un día olvidado de noviembre, cumplo en 2013 los 20 años de vivir en el último nivel de uno de esos edificios que mis vecinos califican de palomar, por su similitud con las jaulas colombófilas, pero yo prefiero llamarlo Miquintopiso.

De tanto andar por él de día, de noche con luz o sin luz; es parte de mi cuerpo y mi mente, por lo cual, cuando visito otro apartamento me resulta familiar, aunque ninguno despierta en mí tantas emociones como los paradigmáticos del habanero Alamar.

Allí también falta el agua, se tratan a lo cubano y  las relaciones entre vecinos transcurren a lo Twitter: nadie guarda una información, la esparce al punto de que en pocos minutos alguien puede pretender darle la primicia de lo que él supo o inventó.

Y la comunidad sabe quiénes son los más confiables para cada tema, lo buscan, lo escuchan, lo siguen. Le dan rango de favorito y repiten o comentan sus expresiones.

En Santa Clara, capital de Villa Clara, provincia del centro de Cuba, sus edificios, como en Alamar, semejan un muro de Facebook: basta que alguien esté en la lista de uno para que el otro desee tenerlo y superar su cantidad.

Si encontramos hoy al extraño que saludamos ayer,  lo tratamos como si fuera amigo de toda la vida. Y aunque un edificio es exactamente igual al otro, como un muro de Facebook a otro, si usted pregunta por una persona, se da cuenta de que todos nos conocemos.

Por eso, viviendo en Miquintopiso, estoy como en una enorme telaraña ciberespacial, no es Twitter, ni tampoco se llama Facebook como en Internet, pero en la vida real cubana. Mi edificio multifamiliar es el muro o time line de mi red social, conocida en mi barrio como el Comité de Defensa de la Revolución (CDR) número uno, “Osvaldo Socarrás”, de la Zona 259 en el Reparto Escambray de Santa Clara, Cuba.

 


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Félix Arturo Chang León

Periodista cubano de origen chino que nació y vive en Cuba. Santa Clara. Dirigió el periódico Vanguardia durante 16 años.

Se han publicado 9 comentarios


Arturo Chang
 22/3/14 21:13

Vilma: Me parece saber cuáles eran los edificiois en los que vivía su tía en Santiago de Cuba, y si son esos, pues sí, son como la mayoría de los que hay, y es en uno de los que yo vivo. Gracias a usted por comentar.

Vilma
 8/3/14 21:53

Me gustó mucho,aunque no viví en un edificio,me transporto al que vivia mi tía en Santiago de Cuba,gracias arturo

Arturo Chang
 25/12/13 23:17

Magalys: Le agradezco sus anécdotas que son demostrativas de que nuestros edificios multifamiliares en Cuba son verdaderas redes sociales donde además del intercambio de información y el fisgoneo al cual te refieres, prima la solidaridad humana entre los vecinos. Gracias por comentar.

Magalys
 23/12/13 9:44

Hola Chang, el que no ha vivido en un edificio cubano, no sabe lo que es la vida, facebook se quedó pequeño, jajaja, yo recuerdo una ascensorista que tenía un escanner en la vista para las jabas. Pero también mucha solidaridad entre vecinos, el olor del café en las mañanas, en fin. Yo, que ahora vivo en una casa y dejé el edificio, lo extraño todos los días, buen trabajo Chang, un abrazo

Arturo Chang
 13/12/13 16:22

Imandra: No salgo de mi asombro después de leer tu comentario. Nunca imaginé que sería por esta vía que se encausarían las gestiones para tener el título de propiedad de mi QuintoPiso. ¿Puedes aclararme si tengo que seguir pagando el alquiler? ¿O ya no tengo que pagarlo más? Estoy esperando que me digan la cuenta de correo que usaste para enviar el comentario y entonces te contactaré. ¡Qué alegría! ¡Vivaaaaaa! ¡Ya soy propietario de mi vivienda! Y eso me inspira para otro comentario.

Imandra
 12/12/13 15:32

Hola Chang,me gusto mucho el artículo, muy interesante, hoy yo aprovecharé las facilidades q nos brindan las redes sociales,para garantizar mi trabajo, como bien dice usted, ya su quintopiso cumplio 20, seguramente tambien recuerda q en aquel momento fue vinculado al periodico Vanguardia, tengo en mis manos el contrato de arrendamiento que usted firmo por un término de 20 años q se contarian desde 1/11/93 hasta el 1/10/13 así que llego el momento de q pueda acariciar su Titulo de Propiedad, para lo q es necesario se comunique con la direccion de correo de este comentario, Saludos y continue escribiendo, siempre son buenos artículos

Arturo Chang
 6/12/13 16:24

waldo_cuba: Gracias por su alentador comentario.

nemopon
 6/12/13 14:13

Estimado Chang, no vivo en edificio sino en el bullicioso barrio santaclareño de Macuca, pero te aseguro que también funciona como una red social. A veces creo ser el servidor central, lo que me satisface y enorgullece. Con poca agua e iluminación de la cuadra hacemos revolución cotidiana y sistemáticamente.

waldo_cuba
 6/12/13 11:25

Buen artículo, Chang, y buena la comparación con las redes sociales ¡Me gustó! Un abrazo

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