miércoles, 25 de septiembre de 2024

Pensar siempre en los jóvenes

Cuba tiene diseñado hace más de medio siglo una política de juventud que se ha distinguido por su marcada vocación de beneficio social...

Yuniel Labacena Romero en Exclusivo 24/12/2013
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política de juventudes
La educación ha sido siempre uno de los baluartes de la Revolución.

El pequeño Oscar Martínez siente por estos días el inmenso placer de vivir en un país como el nuestro, que desde el mismo primero de enero de 1959 puso en el centro de su dinámica transformadora a la nueva generación. Su rostro muestra la satisfacción de no tener la mirada triste de otros niños en el planeta, sino alegre como el canto del sinsonte.

A sus casi nueve años asegura que asistir a una escuela y aprender muchas cosas, jugar libremente por las calles, tener amigos y compartir con ellos es algo que no sucede en otros países. “Estoy contento de nacer en Cuba, aquí tenemos grandes privilegios y participamos en diferentes actividades”, expresa orgulloso.

Las afirmaciones de Oscar son solo una muestra de esa política de juventud diseñada por la Mayor de las Antillas hace más de medio siglo y que se caracteriza por su creciente integralidad, la universalidad de sus acciones y su amplio marco legal en términos de derechos para los niños, adolescentes y jóvenes.

Y a ello se refirió recientemente el máster Luis Gómez Suárez, del Centro de Estudios sobre Juventud (CESJ), quien resaltó que esas políticas se han distinguido también por su marcada vocación de beneficio social. “Para Cuba implica la planificación consciente del proceso de socialización, formación profesional e inserción laboral y social de los jóvenes, así como la formación de su personalidad”.

El conocimiento y la experiencia acumulados durante estos años en la nación antillana constituyen en la práctica instrumentos de inestimable valor para el trabajo futuro; a la vez, se impone superar dificultades que aún permanecen, para hacer más efectiva la contribución de los jóvenes a la transformación y el desarrollo de la sociedad nuestra.

En el XI Taller de Resultados: Diálogo sobre Juventud, convocado por el CESJ, Gómez Suárez destacó entre sus fortalezas la promoción juvenil en la sociedad, la especial atención brindada al factor ético y a la promoción de valores en este sector, y la elevada prioridad que se le ha dado a la educación, la salud y el empleo de las nuevas generaciones, así como que todos estos esfuerzos han sido financiados por el Estado.

Sin embargo, dijo que aunque esas políticas aumentaron en los últimos años hoy se necesita de un plan estratégico único e integral de desarrollo de la juventud así como de un grupo o entidad coordinadora permanente de estas políticas y programas, y de un mayor empleo de las ciencias sociales para su diseño, monitoreo y evaluación.

En opinión del investigador, las políticas de juventud deben priorizar en el momento actual la educación y el trabajo. “Debemos apostar por una educación de calidad a la cual todos tengan acceso y condiciones para aprovecharla, sin importar las estructuras clasistas de los distintos países.

”Está demostrado que el hombre sin trabajo se frustra, y traslada ese trauma al seno de la familia. La importancia del trabajo no se refiere solo a garantizar una solvencia económica, sino también porque constituye un espacio de socialización y le garantiza un determinado reconocimiento social”, precisó.

Mucho ha logrado Cuba en estas dos esferas. Según datos del Centro de Estudios, el acceso masivo a la educación contribuye a que la mayoría de la juventud cubana posea proyectos profesionales futuros. Asimismo, el 42,5 por ciento de ese sector trabaja en la actualidad, donde suelen adentrarse con un promedio de 19 años para ambos sexos.

No olvidemos que cada hombre o mujer desempeña un papel importante en la sociedad y transita de forma diferente su juventud. Para unos resulta relativamente viable y gratificante, mientras para otros, con menos posibilidades, el recorrido no resulta tan feliz, pero sí muy necesario.

Cuanto ha movido a este archipiélago desde su surgimiento como nación ha tenido en los jóvenes un apoyo imprescindible. De ahí la importancia de cultivar a un joven mejor para los tiempos que se avecinan. La nueva generación con su vitalidad, desarrollo intelectual y aliento renovador, es precursora de cambios.

Como afirmara Luis Gómez Suárez, el futuro de la humanidad tiene en los jóvenes a sus actores estratégicos, por eso los Gobiernos deben ganar conciencia sobre la necesidad de atenderlos de manera especial. “Ellos son conscientes del sitio que les corresponde pues, al menos en Cuba, cuentan con la información necesaria para su educación en vías de convertirse en un adulto capaz y productivo”.

La sangre fresca como la de Oscar siempre trae ideas nuevas. A pesar de los tiempos que vive el país, su juventud permanece fiel al ideal de una sociedad justa donde predomine el hombre y su valor social por encima del mercantilismo. Ayudarlos, encaminarlos y también nutrirse de sus propuestas es lo que exigen las dinámicas de esta época.


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Yuniel Labacena Romero

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Camaron Encantado desde Fb
 24/12/13 9:55

Viva la juventud cubana.

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