Tomar precauciones, la mejor inversión para el verano

Un matrimonio amigo y su niña de 8 años recorren frecuentemente, durante los fines de semana y ahora, en el período vacacional, el centro histórico de la ciudad, pues viven cerca mismote él. Aun cuando en cada paseo están incluidos siempre el pomo con agua y la sombrilla, hace poco, las altas temperaturas le hicieron pasar un susto.

A mitad del paseo, la niña comenzó a sentirse mal, decía estar muy mareada. Luego de darle agua, sentarla en un lugar fresco y a la sombra mejoró. Entonces regresaron a su casa. Aunque el episodio nunca había sucedido antes ni ha vuelto a ocurrir, los padres preocupados la llevaron al médico. Para felicidad nuestra, todos los estudios tuvieron un buen resultado y como sospechábamos, el calor sofocante de estos últimos meses había sido la causa.

Nuestra condición de archipiélago del Caribe, sumado a las transformaciones que nos impone el cambio climático, demuestran que las altas temperaturas de estos días no descenderán pronto, sino que la tendencia es a aumentar. A pesar del calor, o quizás por su causa, las actividades recreativas en este tiempo de verano se convierten en la mejor opción. No obstante, en aras de una recreación saludable y sin contratiempos, se hace necesario tomar una serie de precauciones.

El doctor Lázaro Rivera, especialista en Medicina Familiar, explica que durante este período proliferan una serie de gérmenes patógenos que pueden afectar la salud humana. “Los grupos más vulnerables dentro de la población a sufrir determinadas afecciones son los niños, los ancianos, las embarazadas y todo aquel que inmunológicamente esté comprometido, precisamente por eso, se deben tomar medidas para tener un verano saludable”.

EL ÓRGANO MÁS LARGO DEL CUERPO…

Aunque es frecuente durante la etapa veraniega mostrar la piel dorada como signo de un buen día de playa o de una salida provechosa, ciertamente la exposición prolongada al sol ocasiona grandes daños. 

“Es prudente evitar la exposición solar en determinados horarios, sobre todo de 12:00 m a 4:00 pm, donde el sol es mucho más cruento, cargado de rayos ultravioletas, lo cual es nocivo para la piel de un niño, para la de un anciano, para la de un adulto en general” comenta el doctor Lázaro Rivera.

Utilizar sombrillas o resguardarse siempre que se pueda a la sombra son también maneras de proteger la piel. De igual forma, durante los baños en la playa, lo indicado es no permanecer por más de 30 minutos en el agua y usar el protector solar antes de entrar al agua y al salir de ella.

HIDRATACIÓN… UNA Y OTRA VEZ

El fuerte calor de los últimos tiempos es también causa de la pérdida de los fluidos corporales que deriva, en muchas ocasiones, en la deshidratación. El doctor Lázaro Rivera, especialista en Medicina Familiar, explica que esta se puede reconocer muchas veces “… por la irritabilidad en los niños, los mareos, los desmayos, los vómitos, las diarreas”. 

Los ancianos y las embarazadas también están propensos a sofocarse, ya que ambos presentan otras condiciones. Los ancianos muchas veces tienen otros padecimientos y las embarazadas los riesgos propios del período de gestación. 

El doctor Rivera explica que los ancianos, por lo general, son los que más patologías asociadas presentan, por lo que las altas temperaturas pueden descompensarlos. Por ejemplo, en adultos mayores cardiópatas o diabéticos, las sofocaciones por calor pueden llevar a la deshidratación y por tanto a compromisos severos de salud. 

“Igualmente le puede ocurrir a una embarazada —continúa explicando el doctor—, que está sujeta a una serie de cambios locales y generales que, en las atmósferas calurosas, propician estados anémicos, de pérdida de sustancia de primer orden en el organismo; y si no hay hidratación o una buena protección de estas atmósferas cálidas pueden tener cambios en sus estados humorales, las tensiones arteriales, que a su vez pueden comprometer la oxigenación del feto”. 

Por tanto, es necesario consumir entre 2 y 3 litros de agua diarios, así que sería apropiado llevar siempre agua en las salidas durante este verano. Sería prudente, además, hervir el agua de consumo.

HIGIENE DE LOS ALIMENTOS

La inadecuada higiene de los alimentos que consumimos constituye muchas veces la causa de los principales problemas de salud que se presentan durante el período vacacional. Entre las principales medidas que podemos tomar para reducir los riesgos estaría lavar con abundante agua las verduras antes de guardarlas, así como conservar refrigeradas las carnes. 

De igual forma, los diferentes alimentos deben almacenarse por separado, así, en caso de que alguno tenga algún tipo de germen, no se contaminen también los otros productos. Estas, entre otras precauciones evitarán que se presenten problemas gastrointestinales.

SOMOS RESPONSABLES DE NUESTRA SALUD

En las playas, uno de los principales destinos durante el período vacacional, de alguna forma existen las condiciones para que ocurra cualquiera de estas tres afecciones a la salud que hemos mencionado. Es una actividad recreativa donde la mayor parte del tiempo se pasa bajo el sol, se consumen alimentos, ya sea que los elaboremos y llevemos desde la casa o que se compren allí, y donde se deben consumir abundantes líquidos. También en estos destinos de playas y piscinas es frecuente que los niños presenten problemas oculares o de oído, debido a las inmersiones, por lo que los adultos deben estar siempre al tanto.

El verano y las vacaciones son una oportunidad de descanso, de disfrute con la familia, donde cada quien puede escoger cómo distribuir su tiempo de acuerdo a sus intereses. Lo que sí debe ser un denominador común para todos —no solo para los que están de vacaciones sino también para quienes trabajan y deben trasladarse bajo las altas temperaturas— es tomar todas las precauciones, las mencionadas y muchas otras, que garanticen la salud y calidad de vida necesarias para disfrutar cualquier actividad que nos propongamos en este verano.