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sábado, 5 de octubre de 2024

Transporte marítimo indispensable para el mundo

A propósito del Día Marítimo Mundial, una reflexión sobre el impacto medioambiental del comercio mundial mediante barcos...

José Armando Fernández Salazar en Exclusivo 30/09/2016
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Transporte marítimo
Por su posición geográfica se convirtió en la llave del Golfo.

Aunque sus recursos naturales no resultaron ser tan abundantes, Cuba se convirtió en un lugar codiciado por las grandes potencias. Los ingleses tomaron La Habana e intentaron otras escaramuzas, los norteamericanos les ofrecieron a los españoles la compra de la ínsula en más de una ocasión.

Por su posición geográfica se convirtió en la llave del golfo, el puerto anhelado de los marineros y comerciantes que cruzaban el Atlántico detrás del oro peruano y la plata mexicana. En la actualidad, el proyecto de la Zona Especial de Desarrollo del Mariel aspira a reverdecer aquellos laureles, a pesar de las limitaciones del bloqueo que impone el gobierno de Estados Unidos a la Mayor de las Antillas.

A esta iniciativa se suman otras con el propósito de que la flota de transporte marítimo de cargas internacional recupere los niveles similares a los de la década de los 80 del pasado siglo. En 2014 los buques cubanos movieron más de 2 487 000 (dos millones cuatrocientos ochenta y siete mil) toneladas, de acuerdo con la Oficina Nacional de Estadísticas, pero esa cifra pudiera ser superior en el próximo lustro.

La mayor de Las Antillas se inserta además en el proyecto Mapa de las Rutas Marítimas del Gran Caribe, el cual ofrece información sobre todas las actividades navieras dentro de la cuenca de la región. El objetivo de este proyecto, al que se han integrado unas 70 navieras, es establecer una base de datos que permita la interconexión de servicios y rutas de los principales puertos caribeños para hacerlos más competitivos e incrementar el valor agregado de sus servicios mediante convenios de cooperación.

Se trata de un gran desafío logístico y comercial, pero que también supone retos en el ámbito medioambiental. Tal es el contexto en el que se celebra este año en Cuba el Día Marítimo Mundial, cuyo lema en esta oportunidad es “El transporte marítimo: indispensable para el mundo”.

La selección de la temática invita a reflexionar globalmente sobre el impacto medioambiental del comercio mundial mediante barcos, que ocupa casi el 90 % de toda esta actividad. De acuerdo con la Organización Marítima Mundial se encuentran registrados más de 50 000 buques mercantes en alrededor de 150 naciones y emplea a más de un millón de marineros de todas las nacionalidades.

El gigantismo de esta actividad ha dejado su huella ecológica. De aquellas carabelas frágiles en las que se aventuraron Colón y los suyos para cruzar al Atlántico han surgido ahora buques de la generación pospanamax y neopanamax. Solo los 15 buques mercantes más grandes del mundo emiten tanta polución como los 760 millones de autos que hay en el planeta.

Ello ha tenido su impacto en el cambio climático, la pérdida de la biodiversidad y la propia salud humana. Por todo esto ha sido necesario el establecimiento de regulaciones internacionales, como un impuesto sobre el combustible para barcos o un sistema de comercio de emisiones, similar al de las instalaciones industriales. También prepara un convenio sobre el reciclado de buques para ser adoptado en breve. Todas ellas aún con un alcance muy moderado.

Al mismo tiempo, las fuentes renovables de energía llegan nuevamente a mover embarcaciones y hay lo mismo un retorno a la vela que la introducción de paneles fotovoltaicos y aerogeneradores.

Cuba es un país muy vulnerable a las consecuencias de esta contaminación, por su condición insular, rodeado de mar. La Mayor de las Antillas aplica varias estrategias, entre ellas un proyecto para la protección y descontaminación de una decena de bahías en las que la gestión portuaria constituye una de las actividades económicas de mayor impacto en esos ecosistemas.

La legislación ambiental, igualmente, establece normas y medidas para la administración portuaria. En la Zona Especial de Desarrollo del Mariel, por ejemplo, se ha establecido un reglamento que instituye que las empresas “deberán adoptar las medidas necesarias para impedir derrames, descargas, fugas o vertimientos de hidrocarburos u otras sustancias nocivas o contaminantes en los muelles y demás instalaciones, así como deberán contar con un plan actualizado de contingencia para el caso de desastres naturales”.

EL incumplimiento de estas disposiciones supone la suspensión temporal o definitiva del concesionario, operador o prestador de servicios y usuarios del puerto.

Sus características naturales convierten a la nación caribeña en un gigantesco puerto natural en la región del Caribe, entre las dos Américas. En pos del desarrollo, la Mayor de las Antillas pasará necesariamente por consolidarse como un hub comercial internacional, pero ello no significa comprometer la protección del medio ambiente, y que esas aguas que surcan los cargueros y petroleros sigan siendo tan azules y vitales como las que dieron la bienvenida a Colón y sus acompañantes y lo llevaron a decir que esta es la tierra más hermosa que ojos humanos han visto.


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José Armando Fernández Salazar

Para mí no hay nada mejor que estar con los que quiero, riendo y escuchando a los Beatles


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