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viernes, 31 de octubre de 2025

Corregir al corrector

Hasta hoy, ni con el uso de la inteligencia artificial más avanzada se debe aún confiar totalmente en las correcciones automáticas...

Félix Arturo Chang León
en Exclusivo 31/10/2025
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Corregir al corrector
Si donde dije Digo, sale Diego, ¿la culpa es del corrector? (Alfredo Martinera Hernández / Cubahora)

Aunque nunca he ejercido como corrector de prensa, ese fue mi primera labor durante las prácticas de la carrera de Periodismo en el periódico El Mundo, desaparecido por un incendio en su edificio en 1968.

La faena la desarrollaba un dúo en el cual uno leía el original y el otro seguía le lectura y revisaba la copia, labor en la que un veterano del oficio de apellido Bermello, recomendaba que un corrector chequeara al otro.

Decía que sobre todo en las madrugadas, intencionalmente de vez en cuando había que leer mal una palabra para que el colega rompiera la monotonía, no se quedara dormido ni trabajara automáticamente, y la palabra automáticamente la recalcaba.

Mucho tiempo ha transcurrido desde 1968 hasta la fecha, pero hoy está más vigente y justificado del mundo hacer énfasis en el hecho de que no se debe de confiar totalmente en los recursos automáticos para revisar un texto.

No creo violar la ética si solo digo que recordé aquellos tiempos al ver textos con evidentes correcciones automáticas, no digo más, pero me permito aludir a un mensaje escrito bajo la tensión de la inminente llegada del Melissa a la zona oriental cubana.

Ante mi interés por conocer su situación, respondió con un par de párrafos en los cuales noté su preocupación por el cabello, y que en el contexto interpreté que estaba muy tenso porque debía estar bien peinado cuando llegara el huracán con sus vientos y rachas.

Tras alejarse el peligro, le hice una llamada telefónica y luego de conocer que estaban todos bien, le pregunté qué tenía que ver su pelo con el ciclón, no entendió, pero buscó el mensaje, e inmediatamente aclaró:

Oye, donde dice cabello es caballo y te decía que tenía que cuidarlo, y cuando te decía tenerlo donde no le diera el viento, no era porque se despeinara, sino porque el ciclón podía matarlo y esa es mi vida porque sin él no puedo trabajar.

Aseguraba haber escrito caballo y que no se explicaba cómo fue que esa palabra se cambió y que no se dio cuenta por el nerviosismo, pero juraba que estaba seguro de lo había puesto bien porque redactaba letra a letra.

Al comentarle que pudo haber sido un cambio realizado por el corrector automático, me hizo explicarle que para desactivarlo había que abrir el teclado, seleccionar el icono de Ajustes o Configuración y desmarcar Revisión ortográfica automática.

El incidente que me hizo recordar las advertencias en cuanto a lo automático de los finales de la década de los 60 del siglo pasado, es ahora cuando más importancia cobran por la profusión de recursos que embriagan y facilitan acomodamientos mentales.

Y para aquellos que le confían la revisión de estilo a cualquiera de las tantas inteligencias artificiales que ya existen, conviene que estén alertas porque un texto en defensa de una causa, puede tomar un rumbo totalmente opuesto.

 


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Félix Arturo Chang León

Periodista cubano de origen chino que nació y vive en Cuba. Santa Clara. Dirigió el periódico Vanguardia durante 16 años.


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