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sábado, 14 de junio de 2025

Soledad, pero sin aislamiento social

En medio de muchas personas, alguien puede ser apartado...

Félix Arturo Chang León
en Exclusivo 13/06/2025
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Soledad, pero sin aislamiento social
Una cosa es estar solo y otra provocar que los demás eviten la relación. (Alfredo Lorenzo Martirena Hernández / Cubahora)

Para admitir que en los 80 del siglo pasado había bonanza, generalmente necesitamos comparar con otros momentos, como los de la siguiente década de los 90, pero aún estos pudieran medirse con la actualidad y quedarían mejor parados.

Sin embargo, no solo en los duros del 90, sino también en los que transcurrieron del 80 hubo algún que otro quejoso a pesar de que no había inflación, y el nivel de acceso al mercado internacional permitía holguras.

Hacía poco que Sancti Spíritus se había convertido de región en provincia, y su mercado agropecuario tenía variados productos en cantidades apreciables, no obstante, siempre alguien manifestaba su descontento.

En el principal mercado de esa ciudad, repleto de clientes, escuché: nada está tan malo que no se pueda poner peor, lo cual debió ser una respuesta a algún contrariado por no hallar lo que buscaba o quizás se había agotado la mercancía deseada.

Aunque no presté suficiente atención a lo que ocurría, la frase perduró en la memoria hasta estos días en que uno puede recordar los difíciles momentos vividos al perder abruptamente la fuente de suministros de un grupo de países ubicados en el este de Europa.

A poco más de 35 años de aquellos momentos en que escuchar las palabras período especial hacía temblar a cualquiera, las circunstancias presentes se han puesto peor en un número de casos considerados malos entonces.

Quienes tuvimos la oportunidad de tener uso de razón desde los inicios de la década de los 60 hasta hoy, poseemos sobrados motivos para sentir los agobios de la vida cotidiana, acentuados por la pérdida normal de capacidades por motivo de la edad avanzada.

Cuando aumentan los septuagenarios en camino a octogenarios, y abundan entre estos los que tienen distantes a sus hijos, conviene aprender a prepararse para transitar esta etapa con la mayor calidad de vida posible.

Estar sin la compañía de familiares en el hogar ya es inevitable para una cantidad de adultos mayores, pero nunca es tarde para hacer el máximo por no quedar aislados y sin vida social, sobre todo en los casos en que no es por culpa de los demás, sino por comportamientos propios que provocan rechazo.

Resulta recomendable autocontrolar los impulsos a hablar constantemente desde el inicio hasta el final de la charla y de manera reiterada de la abundancia de los años 80, a comparar lo terrible de los apagones de hoy porque los de ayer eran menores, y de lo que podía comprarse antes con $3.50.

Tal vez en la primera ocasión encontremos un interlocutor que atienda todas las quejas, pero después de una segunda vez, nadie estará dispuesto a que alguien le cuenta una y otra vez sus calamidades que al final, también son diariamente las de todos y que no pueden solucionar.

La soledad por sí misma es inconveniente, pero no será tan mala que no se pueda poner peor, y el empeoramiento puede sobrevenir si la aderezamos con el aislamiento social debido a que como único tema de conversación tenemos los apagones, la inflación; la falta de medicamentos, transporte, comida y…

Se puede estar solos y disfrutar de la realización de algunas acciones que no se harían con otra persona presente, pero harina de otro costal es quedar apartados, aislados porque los demás se alejen para evitar que les amarguen la existencia.

 


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Félix Arturo Chang León

Periodista cubano de origen chino que nació y vive en Cuba. Santa Clara. Dirigió el periódico Vanguardia durante 16 años.


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