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domingo, 24 de noviembre de 2024

Poética de Virgilio en el danzar

La compañía de Rosario Cárdenas prepara el reestreno de una de las obras más representativas de su repertorio: María Vivant, inspirada en el poema homónimo de Virgilio Piñera, como homenaje al centenario del prestigioso intelectual cubano...

Ada María Oramas Ezquerro en Exclusivo 18/02/2012
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Actuación de la Cia de Rosario Cárdenas
Actuación de la compañía de Rosario Cárdenas

La confabulación de arte y técnica de la Compañía de Rosario Cárdenas encuentra coincidencias estéticas muy acusadas en la obra poética de Virgilio Piñera, mucho más en una muy significativa en el repertorio de la agrupación, María Vivant, que marcó nuevos derroteros en los modos de hacer y decir de la agrupación, por las coincidencias en la visualidad de imágenes y alegorías, al punto que muchos críticos la consideran la obra maestra de Rosario Cárdenas, directora general y artística de la compañía que lleva su nombre, que ha llevado su quehacer danzario durante 25 años a Europa, América y Australia.

El centenario del natalicio de Virgilio ha representado un acicate para la creatividad de la maestra, que incluyó una coreografía de Raúl Martín, quien recreó en el gesto y el movimiento el poema Las siete en punto, con diseño coreográfico del propio Martín, el cual formó parte del programa de la primera temporada de esta agrupación que acaba de concluir en el teatro Mella, con excelente acogida del público, bajo el título genérico de Concierto en 9, con obras de pequeño formato.

Rosario ha logrado crear una conceptualización del hecho dancístico a través de lo que podría definirse como un basamento teórico que implica singularidades tanto en la ejecu-ción, como en la proyección escénica y en el modo de esculpir recursos semióticos en la escena, hasta marcar diferencias con lo visto en la danza actual, no solo de Cuba, sino desde el punto de vista universal, lo cual no solo ha propiciado giras internacionales, sino la adjudicación de una beca de un año en París, que no detuvo el desarrollo de la compañía en nuestro país, que con solo siete bailarines desborda de imaginación cualquier espacio escénico.

DESCUBRIR CAMINOS A TRAVÉS DEL CUERPO

¿Cuál ha sido la evolución de esta compañía, anteriormente denominada Danza combinatoria y que actualmente lleva tu nombre, Rosario Cárdenas?

—Danza combinatoria constituyó mi estilo. Es un concepto que constituyó la génesis de nuestro lenguaje, con el cual comencé a realizar ese trabajo de investigación, de exploración, y fui creando un método que sirviera de orientación a nuestra labor, para la composición y la estructuración de la técnica danzaria y el desarrollo corporal.

¿Cómo pudieras definirla en tanto que herramienta y vía de expresión?

—Está relacionada con las permutaciones, las variaciones, las combinaciones y todas esas posibilidades que me brinda, le aplico otra combinatoria integrada por elementos del sistema poético de Lezama Lima que transfería el lenguaje de la danza con los elementos socioculturales, con los componentes dramatúrgicos. Y así fue conformándose mi manera, mi estilo en el arte coreográfico y donde incluyo el mundo interior, todos los elementos que a través del cuerpo uno va desarrollando sobre la base de los avances y conocimientos cientí-ficos relacionados con descubrimientos del propio cuerpo.

POSIBILIDADES TERAPÉUTICAS DEL DANZAR

“Hemos incluido técnicas de movimientos que poseen líneas terapéuticas, en el sentido de la alineación corporal, en las transformaciones de hábitos de posturas, los cuales se van conformando según vamos creciendo, con la experiencia que adquirimos en el decursar del tiempo.

“Aplicamos al movimiento los patrones posturales de esas técnicas y hemos comprobado que protegen de lastimaduras, de caídas, pues contribuyen a reforzar el equilibrio, al buscar una alineación corporal diferente, tomando en cuenta los valores del bailarín”.

LOS PORQUÉ DE NUEVE EN NUEVE

—¿Cómo caracterizas el programa concierto presentado en el Mella?

—Son obras de pequeño formato que representan un acercamiento a la historia y evolución del grupo, pues incluyen obras creadas en 1995, del 2002, del 2004, que evocan diferentes épocas, donde los jóvenes bailarines tienen la posibilidad de tocar de cerca momentos importantes de la compañía, como parte de su formación y desarrollo profesional.

“Por otra parte, con este programa ellos tienen la posibilidad de abordar en esas pequeñas células de trabajo diferentes aristas de nuestro repertorio, por lo cual tenemos el propósito de llevarlo a diferentes provincias del país. Tomamos elementos de nuestra tradición popu-lar, tratamos los elementos relacionados con el género.

“En Danza de fin de siglo reflejamos el lirismo; el ascenso evidencia las dificultades técnicas y los niveles interpretativos que ellos deben enfrentar. La fusión de ellos tres, cómo trabajar el uno con el otro.

“Es una obra difícil pero les permite lucimiento, como paso a tres, por la sincronización que exige, y por la labor que despliegan como solistas en determinados momentos, por lo cual representa un reto e interpretarlo es un estímulo, un salto en el reconocimiento para ellos.

“Este programa posee la connotación de contribuir al acercamiento del público a las dife-rentes facetas de la compañía, a partir de títulos basados en obras muy conocidas, como Veinte años, la elaboración de Combinatoria en guaguancó; el costumbrismo musical y danzario en Compay gallo y que aprecien ese movimiento fragmentado y popular, pero a la vez tecnificado.

“También presentamos dos estrenos mundiales: Prado 111, de Amaya Prado y Guillermo Martínez, dos jóvenes bailarines, quienes en exploraciones de trabajo de movimientos fueron componiendo este título, que implica alta dificultad; la otra obra, es de Henry Labrada, quien se interesó en profundizar y brindar una imagen novedosa de las bulerías traducidas al lenguaje contemporáneo y al estilo de nuestra agrupación. Al crear nuevas obras ellos se van conociendo mejor a sí mismos, yo los voy conociendo más, y el proceso creativo les permite mayor seguridad y confianza y potenciar su imaginación, lo cual es muy importante para poder afrontar otros trabajos”.

EMBRIDAR METÁFORAS EN CÓDIGOS INUSUALES POR VIRGILIO

—La presencia sonora y las metáforas visuales de la poesía de Virgilio Piñera alcanzaron uno de los momentos culminantes en este programa, ¿podrías referirte a esa reposición?

—Las siete en punto, de Raúl Martín, que posee un aspecto de gran importancia documental, pues se escucha el texto de ese poema en la propia voz de Virgilio, lo cual permite que el diálogo con el espectador adquiera más fuerza, al captar los matices y énfasis que el autor otorga a este poema, en esta corografía tan acorde con lo que se escucha, en el imaginario de Raúl Martín del cual se apropian tres bailarines: Jakelín Balladares, Gabriel Corrales y Melanys Capote, quienes reflejan la anhelante aventura de perpetuar la imagen: “las siete en punto y ni una hora más, ahora ya me posé, que entren los fotógrafos”.
“Estamos en el centenario del natalicio de Virgilio Piñera y por ello iniciamos esta temporada con una obra inspirada en él, inspirada y trabajada en su imaginario y la incluimos en el programa por ser una creación muy lograda”.

MARÍA VIVANT RETORNARÁ A ESCENA

¿Cuándo llevarás nuevamente a escena María Vivant?

—Está prevista para el mes de agosto, cuando se cumpla el centenario. Se trata de un poema que estrené hace ya varios años, que nada tiene que ver con Las siete en punto. En ella Raúl Martín le otorgó un enfoque muy personal. El texto es casi el tiempo de duración de la pieza. Y María Vivant se dimensiona a diferentes puntos, reflejados en el poema y se abre como un abanico reflejando el universo de Virgilio, fue muy bien acogida cuando la estrenamos en l994. En estos momentos estoy realizando un nuevo montaje al que le incorporo nuevas miradas al texto, que se traducen en elementos significativos de este montaje que ocupará una noche.

ALGUNAS INCÓGNITAS POR DESPEJARSE

—¿Nuevos proyectos?

—Tenemos algunas invitaciones aún por confirmarse en el plano nacional e internacional, y la reposición de María Vivant, desde el 31 de agosto al 2 de septiembre, en la sala García Lorca del Gran Teatro de La Habana y, paralelamente, estamos trabajando sobre un próximo estreno mío, una obra de larga duración, un trabajo mucho más fuerte, porque todavía no hemos iniciado el montaje, que espero estrenar a finales de año o principios del próximo”.

—¿Y cómo pudieras definir, en síntesis, a esta compañía?

—Como un trabajo de rigor, de búsqueda. En este programa no me coloco en un lugar específicamente de creadora, sino en un punto donde la creación y la pedagogía van juntas, como siempre las veo, de manera que uno ve el tiempo en ese devenir que puede ser antes, después, ahora, siempre. Pienso que el tiempo no tiene tiempo, de manera que los bailarines puedan realizar saltos en pequeñas porciones, para asumir los grandes empeños. Nuestro trabajo conjunto es de alto rigor, tratamos de encontrar una identidad personal, una búsqueda de armonía grupal”.

—¿Podría decirse que la compañía Rosario Cárdenas baila en cubano?

—Eso está implícito en nuestra labor, porque todos somos cubanos y eso lo refleja nuestro lenguaje, nuestro estilo. Siempre la compañía ha reflejado su identidad, su cubanía y ello está implícito en este programa y en todas nuestras propuestas. Nuestra búsqueda de armonía e identidad personal, en la medida que se crecen, se crece nuestra identidad como compañía y como cubanos”.


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Ada María Oramas Ezquerro

De larga trayectoria en el periodismo cultural. Premio de Oro, del Gran Teatro de La Habana y Miembro de la sección de la Asociación de Artistas Escénicas de la UNEAC


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