martes, 24 de septiembre de 2024

Occidente y Rusia: a puros palos

Para economías en crisis desde hace seis años, jugar a las sanciones contra Rusia resulta un pulseo en extremo riesgoso...

Néstor Pedro Nuñez Dorta en Exclusivo 16/08/2014
2 comentarios

Dicen que la contramedida rusa de cerrar sus compras alimentarias en los Estados Unidos y Europa Occidental como respuesta a la hostilidad imperial contra Moscú, ya ha puesto a “pedir el agua por señas” a buena parte de los productores agrícolas del oeste.

Según se conoció hace unas horas, por ejemplo, el Comité de Organizaciones Agrarias y Cooperativas Comunitarias, Copa-Cogeca, pidió a la Unión Europea una urgente ayuda adicional para hacer frente a las restricciones de Moscú, que se estima significarán la pérdida de más de cinco mil 200 millones de euros para sus asociados.

Solo en el caso de España, a tenor con las cifras de ventas alimentarias a Rusia el pasado año, el faltante en ingresos ascenderá a 338 millones de euros, en instantes en que se informó que para estos doce meses no hay esperanzas de un “despertar económico” en el Viejo Continente.

 De hecho, Italia acaba de entrar en una nueva recesión, Alemania avanza hacia la contracción, y en el caso de Francia, Bélgica y la ya citada España, los guarismos son netamente irrisorios entre enero y julio, todos muy por debajo del uno por ciento.

No obstante, las otrora metrópolis globales sigue asidas a la cola de Washington, sin tomar demasiado en cuenta las caras adustas y los ánimos exaltados de sus ciudadanos, para los cuales el titulado “estado de bienestar general” es, a estas alturas, un cuento de hadas bien pasado de moda.

Y como en esa perspectiva hoy Europa Occidental calza los pujos hegemonistas de los herederos de las menospreciadas en su tiempo Trece Colonias, no lo ha pensado mucho para imponer nuevas sanciones económicas a Moscú, tildado de “peligroso agresor” contra unos inocentes dirigentes ucranianos que necesitan “tranquilidad” para masacrar a los ruso parlantes del Este, imponer en las calles a sus grupos neofascistas, y ensayar nuevas medidas oficiales  que atentan contra los más elementales derechos ciudadanos.

Porque, vale ponerlo en blanco y negro, mucho de dictadura fascista hay en el pretendido programa ucraniano contra la injerencia de Moscú, aprobado en primera lectura días atrás por el parlamento radicado en Kiev, toda vez que al tiempo que denuncia acuerdos y tratados con Rusia que costarían a la debilitada ex república soviética unos 7 mil millones de dólares en pérdidas, en el plano interno santifica la intervención contra publicaciones, emisiones radiales, televisivas e Internet, junto a restricciones en el correo público y las preferencias políticas del ciudadano común, de manera de “no dar resquicio a los agresores del Kremlin”.

Y para “alegrar” a los millones de afectados, el primer ministro  y siniestro y visceral antiruso Arseni Yatseniuk, declaró que de nada hay que preocuparse, porque cual remanso salvador, Ucrania encontrará “en la asociación con la Unión Europea y Estados Unidos, la manera de diversificar sus exportaciones y poner fin a la dependencia energética con respecto a Moscú.”

Como se ha dicho, el nuevo paquete de sanciones occidentales contra Rusia la emprende contra sectores financieros del gigante euroasiático, e intenta frenar intercambios esenciales de tecnología, incluido el sector militar.

 Y pese al desborde mediático que los implementadores de tales “castigos” imprimen a cada uno de sus anuncios, lo cierto es que en Rusia no parece cundir el caos.

De hecho, en un pronunciamiento donde la objetividad y la lógica se impusieron incluso a la tónica política, el presidente ruso, Vladímir Putin, explicó que en el universo de los intercambios entre naciones se asume la reciprocidad con los signos que imponen las circunstancias.

 Es decir, positivos cuando cada parte honra debidamente sus compromisos y acata las leyes y la razón como bases. Negativos, cuando no hay paridad de trato y una parte pretende hundir y avasallar a la otra.

Y ahí radica el sustento de las primeras respuestas rusas de sonado peso y clara simetría, y  que todavía poseen una larga lista de variantes y áreas mucho más delicadas para los que insisten en la guerra de los palos.

Y estamos hablando, desde los sensibles e irremplazables suministros energéticos del Kremlin al oeste de Europa, hasta el cierre del amplísimo espacio aéreo ruso a las líneas aéreas de los adversarios en el camino hacia sus numerosos destinos asiáticos.


Compartir

Néstor Pedro Nuñez Dorta

Periodista

Se han publicado 2 comentarios


senelio ceballos
 16/8/14 15:00

Saludos comentaristas y Hestor!!

Estoy al 120 % con este trabajo periodisticos..Puso el dedo en la yaga COMPAY!!

..HOY acusaron a Rusia de meter una columna de tanquetas [24] que fueron  quemadas por las fuerzas de ucraina..absurdo!!

..Uds recuerdan en Agosto / 2008...Cuando  el loco presidente de Georgia..Quizo ocupar el mismo dia de las Olimpiadas de China..a Abxazia y Osetia...En menos de 72 horas las fuerzas rusas pusieron mas de  400 maquinas de guerra y decenas de aviones en el aire..ESA GUERRA DURO 72 HORAS..y eso que Putin estaba en CHINA ESE DIA...y no estaba preparado para una locura del presidente gruzino-georgiano amigo de Busch-junior!!! 

Los periodistas AMARILLOS de algunos  periodicos occidentales....METEN esas noticias  locas para hacer turbulencia en el mundo...

NESTOR..Ud escribio a palos...jajaja..Yo diria..GUERRA DE MENTIRAS MEDIATICAS...

HOY OTRO PERIODISTA  ESCRIBIO..decenas de charchenios se entregaron a las fuerzas de ucraina..JAJAJAJA ...Es como decir que decenas de cubanos se entregaban a las fuerzas de APARTEID / en angola...solo los periodistas que no conocen al soldado cherchenio o cubano...pueden escribir esas tonterias....Quizas  uno o dos como aquel que corrio envuelto en la bandera  cubana en granada..ESE NO ES el estilo del soldado CUBANO....TAMPOCO DEL CHERCHENIO y mas si es voluntario alli..

SALUDOS

EL GUAJIRO  CHAMBERO

lashitOO
 16/8/14 11:24

Putin....no te mueras.

Deja tu comentario

Condición de protección de datos