Congreso de la ANAP ante los ojos del pueblo

El X Congreso de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP) está llamado a convertirse en una plataforma centrada no solo en la discusión de los principales problemas del campesinado cubano sino en un espacio para discutir la forma en que dicho gremio debe solventar con mayor eficiencia las necesidades alimentarias de la población de todo el país.

Para lograr este objetivo es importante convertir en resultados las energías de un sector que está consciente de la importancia de producir cada vez más para así conseguir una mejoría definitiva en la cantidad, variedad y calidad de los productos agropecuarios que se ponen a disposición de la gente.

En un momento en que el estado ha pretendido conceder a estos trabajadores la merecida importancia que juegan en el desarrollo del país y en que se consolidan medidas como la entrega de tierras en usufructo, los esfuerzos de la principal asociación de los campesinos cubanos deben centrarse en crear mecanismos que promuevan cada vez mayores ventajas económicas en sus miembros para así estimular la incorporación de personas dispuestas a trabajar la tierra.

Rafael Ramón Santiesteban Pozo, presidente de la ANAP, aseguró en la Mesa Redonda de este miércoles que luego de las asambleas municipales y provinciales celebradas previas al evento nacional es posible afirmar que los 700 delegados y 150 invitados tendrán una fuerte carga de temas para debatir.

Los participantes analizarán el estado de cumplimiento de los acuerdos del anterior congreso así como otras cuestiones relacionadas con el funcionamiento interno de la asociación, la política de cuadros, el trabajo con la reserva y el enfrentamiento a las ilegalidades.

Sin embargo, las miradas estarán puestas en el funcionamiento de los mecanismos que permitan abastecer al mercado nacional. En este sentido el vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros José Ramón Machado Ventura, quien presidió las Asam­bleas Provinciales previas al Con­greso, insistió sobre la necesidad que tiene el país de eliminar importaciones de productos como café, pienso y leche.

Por su parte, el máximo dirigente de la ANAP declaró en el espacio televisivo que los debates “abordarán con fuerza y máximo rigor los temas referidos a la producción, comercialización y diversificación de la cosechas, teniendo en cuenta que este sector aporta un gran por ciento de los alimentos agropecuarios que se producen en Cuba”.

Santiesteban señaló que a pesar de los avances logrados hasta el momento el análisis crítico debe ser un arma fundamental en todo el proceso y subrayó que las principales deficiencias identificadas recaen en el sector pecuario.

En esta cuerda informó que el incremento de la maza ganadera no se ha visto manifestado en un aumento de la producción de leche, problema que hoy trasciende la falta de insumos como recipientes para el almacenamiento y las dificultades con las técnicas extractoras, por lo que merece un análisis que defina a profundidad las principales causas de esta tendencia.

En cuanto a la producción de viandas y hortalizas destacó que se ha alcanzado un incremento en la producción que varía entre el 20 y 40% con respecto al período anterior, mientras que en los granos como el arroz, los frijoles, y el maíz el aumento ha oscilado entre el 40 y el 45%, lo que ha permitido disminuir su compra en mercados internacionales.

Cabe recordar que en la reunión del Consejo de Ministros de noviembre pasado en que fue presentado el Plan de la Economía y el Presupuesto del Estado para 2015 se conoció que este año está previsto que el país gaste 2 194 millones de dólares en la importación de alimentos, cifra que representa un amento de 137 millones de dólares con respecto al período anteriori.

Al referirse nuevamente a datos de interés nacional el directivo informó a los panelistas que en cuanto a las producciones de cerdo y a la apicultura ha existido un crecimiento de un 40 y un 60 % respectivamente y subrayó la importancia de incorporar a todos los productores de estas ramas a la organización.

Ahora queda pendiente lograr que estas estadísticas dejen de ser números decorativos e ilusiones vacías que sirvan de consuelo a una realidad que exige el reflejo de estas cifras en mejoras concretas, aun cuando no se puede descartar el hecho de que muchas veces los problemas no se originan desde los productores sino en deficiencias en los mecanismos de almacenamiento y distribución.

No obstante, hasta que los valores porcentuales y los avances con respecto a períodos anteriores no incidan directamente en la comida que llega a la mesa de la familia cubana y hasta que los precios con que esta pueda comprarlos no sean los adecuados para el nivel adquisitivo medio del país, tendrá la ANAP, con el impulso del estado, que seguir perfeccionando sus mecanismos.

Ojalá que el congreso de los campesinos cubanos sepa canalizar todas las inquietudes y propuestas en soluciones y resultados, pues el pueblo y la economía nacional necesitan en gran medida de cuánto pueda hacer este sector de cardinal importancia.