Camagüey: el renacer de una ciudad a sus 500 años

La ciudad de Camagüey ha recibido sus primeros 500 años con un espíritu de renacimiento y con la voluntad de sus pobladores para rescatar las esencias de una comarca que puede ufanarse de estar entre las primeras villas fundadas en Cuba y en América Latina por los colonizadores españoles. La provincia llega a su medio milenio con el orgullo de mantener vivas sus tradiciones y costumbres.

Del primero al ocho de febrero se celebra la Semana de la Cultura Camagüeyana, la fiesta de cumpleaños de esa otrora villa Santa María del Puerto del Príncipe, que según hipótesis validadas por varios investigadores del patio, se fundó el dos de febrero de 1514 en Punta del Guincho, actual municipio de Nuevitas, para, tras sucesivos traslados, quedar asentada entre los ríos Tínima y Hatibonico, en el corazón de la provincia de Camagüey.

Pero este aniversario va mucho más allá de las actividades previstas para coronar el jolgorio. Hace varios años la cuna del Poeta Nacional Nicolás Guillén se vistió de obrera y comenzó a sanarse por dentro, conservando o rescatando los valores que la hicieron digna del Patrimonio Cultural de la Humanidad en 2008, y asumiendo nuevas formas de gestión para honrar ese nombramiento.

Para la doctora en Ciencias Lourdes Gómez, arquitecta y asesora de la Oficina del Historiador de Camagüey (OHCC), estuvo claro desde un principio que alcanzar esa distinción no era una meta, sino un punto de partida para desarrollar trabajos que permitieran conservar cada vez más los valores de la ciudad.

La transformación de sus principales ejes comerciales constituyó uno de los empeños más agradecidos y disfrutados por los camagüeyanos. Comenzó con el rescate de la antigua Calle de los Mercaderes, hoy Maceo, para convertirla en un elegante paseo peatonal de alto estándar, reconocido con una mención del Premio Nacional de Restauración, y con otros varios del Ministerio de la Construcción, y que armonizó con prestancia sus valores arquitectónicos más antiguos con las osadías propias de la modernidad.

Actualmente se renueva la arteria Ignacio Agramonte, popularmente conocida como la “calle de los cines”, por la presencia de tres importantes salas: Encanto, Casablanca y Nuevo Mundo. Conceptos de servicios centrados en la impronta del séptimo arte caracterizarán el ambiente de la vía, cuyas principales obras se estrenarán para el cumpleaños de la villa.

“Cuando en una próxima etapa del plan de manejo y gestión del patrimonio se intervenga además la calle Independencia, para convertirla en peatonal como Maceo, se cerrará el área conocida como triángulo de oro, donde se centra una gran parte de la actividad comercial de la urbe”, señaló Lourdes Gómez.

Asentado en una de las plazas fundacionales de la villa, antigua plaza de la Merced, hoy de los Trabajadores, se erige majestuoso el mejor exponente de la arquitectura ecléctica en Camagüey. Concebido como sede de la Sociedad Popular Santa Cecilia en el siglo XX, su restauración es uno de los grandes regalos que se hizo Camagüey por su medio milenio.

José Rodríguez Barrera, director de la OHCC, estimó que su reparación es la primera que a gran escala recibe ese edificio con prioritario grado de protección. “Transformarlo en un centro de eventos con condiciones de primer mundo, fue un gran reto para su conservación, pues no se deben alterar elementos visuales y estructurales que lo distinguen”, argumentó.

Reconocido ya como Centro de Eventos Santa Cecilia, el recinto cuenta con tres salones de conferencias con traducción simultánea en varios idiomas, cafeterías y un mirador. Desde el mismo día dos acoge uno de los programas más importantes de la Semana de la Cultura Camagüeyana: el VIII Simposio Internacional de Desafíos en el Manejo y Gestión de Ciudades, donde participan estudiosos del patrimonio de varias naciones.

Importantes personalidades de la cultura cubana asisten a Camagüey para celebrar la fecha fundacional de una ciudad excepcional en Iberoamérica, por el trazado irregular de sus calles más antiguas, que le valió la condición patrimonial.

Abel Prieto, asesor del Presidente del Consejo de Estado y de Ministros, Eusebio Leal, historiador de La Habana y director de la Red de Oficinas del Historiador y el Conservador de las Ciudades Patrimoniales de Cuba y Miguel Barnet, presidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, son algunos de los que acompañan a los camagüeyanos, quienes convirtieron el cumpleaños de su villa en un pretexto para reverenciar aquella vieja premisa de trabajar cada día por una obra mejor.

Omar Lezcano Góngora, presidente de Gobierno en el municipio donde se enmarca la ciudad, destacó que precisamente al pueblo camagüeyano está dedicada esta semana, a ese pueblo que no solo se conformó con engalanar su centro histórico, sino que con el apoyo de instituciones y autoridades abrió el radio de acción y llevó el espíritu reconstructivo también hacia escuelas, hospitales, vaquerías, consultorios médicos, parques, calles…

Ese pueblo que, mientras celebraba con lo mejor de sus artistas la gala en espera del 500, lo hacía consciente de que garantizaba para el medio milenio futuro el orgullo característico del lugareño, el privilegio de ser y sentirse de Camagüey.

La ciudad de Camaguey, una de las más antiguas de Cuba y Latinoamérica. (Foto: Adelante)

   Camaguey esperó sus 500 años con importantes obras de restauración por toda la ciudad. (Foto: Adelante)

La Plaza Agramonte, uno de los lugares más hermosos de Camaguey. (Foto: Rodolfo Blanco Cue/AIN)

Obras de restauración para embellecer la ciudad. (Foto: Adelante)

     Fiestas populares por los 500 años de la ciudad. (Foto: Adelante)

Fiestas populares por los 500 años de la ciudad. (Foto: Adelante)