lunes, 23 de septiembre de 2024

Medirle el pulso a la información

Desde el Observatorio de Periodismo Cubano se analizan los temas más recurrentes de nuestra prensa, sus modos de abordaje y las tendencias internacionales sobre el tema Cuba…

Leidys García Chico en Exclusivo 08/06/2013
3 comentarios
Caricatura: Observatorio
Caricatura: Observatorio

El seguimiento diario de las temáticas más abordadas en la prensa nacional y las miradas que sobre Cuba se muestran en diarios internacionales, forma parte de las tareas que diariamente un grupo de jóvenes profesionales realiza en el Centro de Información para la Prensa (CIP).

La situación y evolución de los medios, así como de los nuevos códigos de comunicación en los contenidos periodísticos, es sistematizada mensualmente en los informes que están disponibles para el personal directivo y ejecutivo de nuestro país.

El Observatorio del Periodismo Cubano surgió por la necesidad de contar con un instrumento dedicado al aprovechamiento sistemático de la información y el conocimiento y para elevar al máximo la capacidad de respuesta en lo que se refiere al mensaje cubano tanto a la opinión pública nacional como internacional, afirma Livia Reyes, directora del CIP.

Actualmente se define como un laboratorio de análisis destinado a ofrecer productos y servicios, resultantes de un sistema de vigilancia informacional para el apoyo a la toma de decisiones estratégicas en el ámbito periodístico cubano.

Para las especialistas que allí coinciden el trabajo del Observatorio permite consolidar la imagen de Cuba ante el mundo, a partir de la calidad y confiabilidad de la información que se ofrece en este espacio. En el equipo (Lenay Barceló, Diana M. López, Irneldys Rodríguez y Danaisy Domínguez) confluyen enfoques integradores, que llegan de varias disciplinas, como Periodismo, Comunicación Social y Ciencias de la Información.

Según Liudmila Báez Sánchez, subdirectora de Servicios Informativos del CIP, uno de los mayores retos estriba en adiestrar analistas por ser esta una especialidad que requiere una sólida formación académica y un ejercicio profesional constante. “Resulta fundamental la preparación y capacitación sistemáticas, que conllevan una continua actualización de los métodos, procedimientos, indicadores, herramientas”, asegura.

“Casi todo el tiempo es un trabajo en la sombra, tras bambalinas, donde los resultados pocas veces ven la luz pública tal y como los manejamos, pues se utilizan como apoyo para crear otras estrategias ligadas a nuestra prensa, que puedan ser útiles ante diversas situaciones”, señala Báez. En este sentido, el Observatorio cubano se diferencia de otras instituciones foráneas similares, muy competitivas, que utilizan sus resultados con fines lucrativos.

Además, se fomenta el vínculo con la revista digital Cubahora mediante los servicios de alerta —llamadas de atención sobre mensajes de la Prensa Internacional o Twitter sobre el tema Cuba o elementos de forma o contenido a revisar/valorar en el caso de la Prensa Nacional— que brindan. Esta relación se fortalece diariamente en ambos sentidos, pues desde el quehacer periodístico de la revista se nutren los análisis del observatorio. Además, en la práctica informativa se aprovechan las previsiones que llegan desde esa organización.

POR QUÉ UN OBSERVATORIO

Este tipo de instituciones implica el estudio acerca del comportamiento de los medios de comunicación sobre varios temas en un determinado período de tiempo. Su importancia radica en varios aspectos.

Desde las teorías trabajadas por la Organización de Naciones Unidas (ONU), se considera a la información como un derecho individual y colectivo, que debe ser amparado por los órdenes constitucionales: el derecho de los ciudadanos, las ciudadanas y del conjunto de la sociedad a informar y estar informados. La vigencia efectiva de ese derecho obliga a que los contenidos periodísticos presenten diversidad de fuentes, actores y sujetos, y un adecuado equilibrio informativo.

Para Ignacio Ramonet, la presencia de estas organizaciones en los escenarios mediáticos nacionales es imprescindible, por la necesidad de crear un “quinto poder. Un quinto poder que nos permita oponer una fuerza cívica ciudadana a la nueva coalición dominante. Un quinto poder cuya función será la de denunciar el superpoder de los medios, de los grandes grupos mediáticos, cómplices y difusores de la globalización liberal. Estos medios que, en ciertas circunstancias, no solamente han cesado de defender a los ciudadanos sino que a veces actúan contra el pueblo en su conjunto”. Así lo explicaba el destacado intelectual, al lanzar el Observatorio Global de los Medios (Media Watch Global) en febrero de 2005, iniciativa que había surgido del II Foro Social Mundial de Porto Alegre, tres años antes.

El Media Watch Global (MWG) fue replicado en varios países con aportes de profesionales del periodismo, académicos e investigadores de distintas disciplinas y usuarios de los medios que compartieron sus objetivos generales, aunque ajustándose a cada una de las realidades nacionales. Así nacieron observatorios similares en Francia, Italia, Venezuela y Brasil.

Sin embargo, el contexto informativo que prevalece en nuestro país permite reconocer otras tendencias en el aprovechamiento de dichas instituciones. Tal es el caso del Instituto de Información Científica y Tecnológica (IDICT), una organización esencial para el desarrollo de la industria de la información, encargada de asegurar la satisfacción de necesidades de acceso a la información para la toma de decisiones, especialmente a sectores priorizados de Cuba, con la generación de productos y servicios informativos.

MIRAR LOS MEDIOS EN CUBA

Según estudios realizados por el Centro Internacional de Estudios Superiores de Comunicación para América Latina (CIESPAL) la mayor parte de los observatorios no permanece estancada en la mera contemplación de la realidad mediática de la que informan, sino que participan, directa o indirectamente.

El Observatorio cubano de periodismo, nucleado alrededor del grupo de Gestión de Información del CIP, realiza monitoreo de información y de esta forma evalúa criterios éticos de los medios. Dichas acciones promueven iniciativas de cambio ante las irregularidades que se constatan. Esa labor de acompañamiento a las esferas de decisión en Cuba abre otros caminos a la relación con la prensa, pues las consideraciones resultantes de la veeduría son tomadas en cuenta con mucha precisión

El seguimiento de forma sincrónica y diacrónica de temas cubiertos por los medios de prensa y periodistas cubanos en las redes sociales permite también conocer los flujos informativos que sobre el país se suceden en espacios alternativos.

Con herramientas de software desarrolladas específicamente para estas tareas y la aplicación de novedosas estrategias de análisis, desde el Observatorio cubano se genera el material necesario para medirle el ritmo a la información nacional y diagnosticar las tendencias sobre la presencia del tema Cuba a nivel mundial.

“Nuestro observatorio forma parte de la misma cadena productiva del periodismo, es para y por el periodismo cubano, por tanto es una herramienta de trabajo que debe irse perfeccionando y nutriéndose de la propia retroalimentación con los destinatarios finales”, destaca Liudmila Báez.


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Leidys García Chico

Profesora de Periodismo - Universidad de La Habana, UH, Cuba.

Se han publicado 3 comentarios


Livia
 9/6/13 8:27

Estimado Fernando: Con respecto a tu pregunta, apoyamos la toma de decisiones, no las tomamos.

Fernando
 9/6/13 8:24

No sabía que existía un trabajo como este para la prensa, pero pregunto si se tiene en cuenta porque la realidad parece otra.

Ana Margarita
 9/6/13 8:19

Felicitaciones a las colegas del CIP. Desde otra esfera, también nos toca realizar un trabajo similar y es así mismo, un trabajo arduo, que necesita de profesionales muy bien entrenados y por lo general anónimo.

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