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lunes, 25 de noviembre de 2024

Un viaje a la raíz (+Fotos)

La historia del que fuera nuestro principal producto exportable es resumida en el único museo de su tipo en Cuba...

Susadny González Rodríguez en Exclusivo 22/08/2012
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Museo del Azucar - Portada
Museo de la Agroindustria Azucarera.

Camino hacia el municipio pesquero de Caibarién, en el centro norte de Villa Clara, una remozada locomotora advierte la llegada al poblado de Reforma, bautizado con el antiguo nombre del central que allí se asienta. Su prestancia a la entrada de la villa me remonta hasta la infancia, cuando la inocencia hacía creer que su estrepitoso rugir anunciaba mi llegada a los abuelos. Entonces el batey parecía no dormir nunca, entre camiones de carga, el ruido ensordecedor de las calderas, y el ir y venir de los habitantes, la mayoría implicados en la rutina del ingenio.

Pero los pobladores de Reforma ya no viven a ritmo de zafra. Hoy, del aroma embriagante de la melaza apenas queda el recuerdo, y de lo que fue el central, un museo único de su tipo en el país. El ambiente apacible de la zona es “profanado” ahora por miles de visitantes, en un convite a “revivir” el proceso de obtención del más dulce de los pequeños placeres: el azúcar. Quizás para quienes aún laboran allí sea este el antídoto para sobrellevar la nostalgia de las zafras.

A partir de 2000, con la abrupta caída de los precios azucareros en el mercado mundial -llegaron a seis centavos de dólar por libra, e incluso menos- el país inició una reconversión en el sector, lo cual dispuso el cierre de unos 70 ingenios, de los más de 150 existentes, con el objetivo de concentrar los recursos en aquellos más eficientes y rebajar los costos de producción. Sería ese el final para el Complejo Agroindustrial (CAI) Marcelo Salado Lastra -como pasó a llamarse el Reforma luego del triunfo revolucionario-. El CAI, junto con otros 28 centrales de la provincia contribuía a la entrega de más de un millón de toneladas de azúcar por campaña, y si no figuraba entre los de mayor rendimiento era por la baja calidad de la caña.

Comenzaba por aquel entonces el auge del polo turístico Cayo Santa María, en el litoral norte de la provincia; y aunque este absorbió el grueso de la fuerza laboral de dicha industria, siempre quedaron personas dispuestas a preservar un pedacito de nuestra identidad, aclara el administrador del centro.

El que en la actualidad el recinto presuma de su sello exclusivo en todo el archipiélago se debe en parte al excelente estado de conservación de sus piezas originales, gracias al colectivo laboral (13 miembros) de la unidad de servicios de la empresa Tecnoazúcar. Entre ellos, Diego Vicente Garcet, uno de los fundadores, tiene a su cargo el mantenimiento y la restauración de todo el andamiaje, tarea encomiable por la extensa área del lugar y por la relativa cercanía del mar, que produce un efecto corrosivo en las maquinarias.

Hasta la fecha no pocos visitantes, entre otros el Historiador de La Habana, Eusebio Leal, y figuras vinculadas con el gremio, han sucumbido a los encantos de la recobrada historia del grano y el recuerdo de la industria que una vez nos hizo exclusivos en todo el mundo.

MUSEO POR DENTRO

El Reforma, como insisten en llamarle los moradores de la zona, se fundó en 1891. Abrió sus puertas en calidad de museo en 2002. Concebido a manera de ruta cronológica, el salón principal recrea desde los métodos más primitivos para obtener el azúcar, pasando por el trapiche, la máquina de vapor, hasta la centrífuga. Por cierto, aquí se conserva la que fuera operada por el líder azucarero Jesús Menéndez en el otrora ingenio Constancia, en Encrucijada, Villa Clara.

Instalada como en plena contienda puede verse la maquinaria que se empleó hasta la zafra de 1999-2000, además de tres artilugios de vapor del tándem, construidos entre 1918 y 1920, y uno pequeño perteneciente al barco San Pascual, varado en medio la bahía caibarienense, luego de fungir de pontón para el embarque de azúcar y subproductos desde la Segunda Guerra Mundial.

Se reserva también un espacio con detalles del proceso de elaboración de alcoholes y rones a partir de las mieles fermentadas de la caña, así como un área dedicada a la historia ferroviaria.

La necesidad de modernizar las vías comerciales del que fue nuestro principal rubro exportable favoreció la llegada del ferrocarril a la Isla. Fuimos la sexta nación del mundo y la primera en Iberoamérica en disponer de esos servicios, en 1837, apenas doce años después de que Inglaterra abriera sus puertas al nuevo invento del siglo. Precisamente el tramo ferroviario que corre entre Remedios y Caibarién data de 1851 y resultó el noveno desde que, el 19 noviembre de 1937, quedara listo el primero de todos (La Habana-Bejucal).

La semblanza de dicho medio de transporte no solo queda resumida en una de las salas expositoras, sino que encuentra el complemento ideal en el parque temático del lugar. Lo componen 22 locomotoras de factura norteamericana, seis de ellas de vapor. Todas datan del período comprendido entre 1904 y1925. Aquí podemos encontrar una de las más antiguas del país aún en funcionamiento. La imponente 19-10 (del año 1905) resulta la mayor de América Latina; y la 13-42 (1911), por sus características, compactación y alijo, es única de su tipo en Cuba. De estas reliquias, consideradas patrimonio histórico y tecnológico, tres prestan servicios al público.

Curioso resulta para muchos una campana, fabricada en 1865, que con sus repiques regía la vida de la dotación de esclavos del viejo trapiche.

Gracias a estos atractivos el museo constituye un destino fijo del polo turístico de la cayería norte villaclareña, por lo que cada año registra miles de turistas nacionales y extranjeros. A su paso, el viajero puede escoger entre las variadas ofertas, que oscilan entre nueve y 40 pesos en moneda nacional por persona, acompañado siempre de la cortesía de la casa: la degustación de un guarapo. En poco menos de una hora de estancia, el museo de la agroindustria azucarera de Reforma promete un viaje en el tiempo hacia las raíces de nuestra identidad.


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Susadny González Rodríguez


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